D. Luis Quinteiro Fiuza

Cercano a sus gentes, le gusta leer, dar largas caminatas y disfrutar de la naturaleza

Mons. Luis Quinteiro Fiuza nació en Sabrexo, Vila de Cruces, en 1947. Un pueblo tranquilo de Pontevedra a donde le gustó siempre regresar para poder disfrutar de sus gentes y de las charlas con sus vecinos. Allí reconoce que vivió una infancia feliz en una familia de cuatro hermanos.

Su madre, a la que perdió hace unos pocos años, fue su gran referente. Una mujer fuerte, encargada de reconducir a sus hijos cuando ocurrió el repentino fallecimiento de su marido y Don Luis apenas tenía seis años. “Dicen que la infancia es la patria de todos los hombres y yo puedo corroborarlo, pues ha sido un momento maravilloso, en el que me acontecieron cosas muy importantes y cuando pude conocer a los referentes fundamentales de mi vida”, señalaba Don Luis Quinteiro Fiuza en una entrevista en Cope Vigo.

Es conocedor de varios idiomas como el italiano, el alemán, el inglés y el francés. Amante de la música clásica, don Luis disfruta también haciendo senderismo, por lo que no es extraño verle de vez en cuando, con indumentaria cómoda, salir a pasear por la zona viguesa de Teis, en donde está su residencia.

Reconoce que le gusta estar en la calle, en contacto con la gente y entablar conversación con las personas; debe ser lo que ahora el papa Francisco llama “oler a oveja”. “Siempre fui un hombre de estar con la gente. Encontrarme con un amigo y charlar un rato con él”, confiesa. De hecho, anhela aquellos tiempos en los que las puertas de las casas de su aldea estaban abiertas y podía entrar y saludar a cada uno de sus vecinos.

Asegura don Luis que los idiomas y su cultura son su gran pasión, pero no tanto por conocer nuevas lenguas, que también, sino por ser partícipe de formas de vida distintas, pues entiende que la realidad no es igual para un español que para un alemán o un inglés. De hecho, Inglaterra fue otro de los países en los que ha vivido y al que vuelve de vez en cuando. Por eso se encontraba allí y fue el encargado de oficiar el funeral en memoria de Ignacio Echeverría, conocido como ‘El héroe del monopatín’ al enfrentarse a uno de los terroristas del atentado de Londres del 2017.

Tras sus estudios, en el año 1999, Don Luis Quinteiro Fiuza fue nombrado por el Papa San Juan Pablo II obispo titular de Fuerteventura y Auxiliar de Santiago de Compostela. Tan sólo tres años después, en 2002 se le designa obispo de Ourense.

En este periodo de su vida, conoció al actual papa Francisco durante unos ejercicios espirituales en Madrid, que predicaba a los obispos españoles el entonces Arzobispo de Buenos Aires. Mons. Bergoglio le comentó que en Buenos Aires, una señora le había dicho que tres cosas hay en Ourense que no hay en el mundo entero: el Santo Cristo, el Puente Romano y las Burgas. Lo curioso de la anécdota llegó días después cuando el Papa Francisco le pidió a Don Luis que le explicase qué eran eso de las Burgas de Ourense y cuando, ya como Papa Francisco, D. Luis le visitó, el Santo Padre le saludó recordándole: “tres cosas hay en Ourense…”

Cargos pastorales

Fue nombrado Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela el 23 de abril de 1999 y recibió la ordenación episcopal el 19 de junio de ese año.

Es Obispo de Orense desde el 3 de agosto de 2002. Tomó posesión de dicha sede el 22 de septiembre de ese mismo año. El 28 de enero de 2010 el papa Benedicto XVI lo nombra obispo de la diócesis de Tui- Vigo.

Además, es el obispo promotor del Apostolado del Mar.

Otros datos de interés

Don Luis Quinteiro Fiuza fue director del Instituto Teológico Compostelano y también Rector del Seminario Mayor de Santiago de Compostela. Pertenece en la Conferencia Episcopal Española a la Comisión de la Doctrina de la Fe y a la de Migraciones, siendo en esta última Obispo Promotor del Apostolado del Mar.

Tras ser nombrado obispo de la Diócesis de Tui Vigo, en el año 2010, tomó posesión en la Santa Iglesia Catedral de Tui el 24 de abril y un día después realizó su entrada en la Concatedral de Vigo. En este mismo año 2020 ha tenido el honor de comunicar que el Vaticano otorga a la Concatedral viguesa el título de Basílica, sin duda una nueva oportunidad para difundir aún más la devoción al Cristo de la Victoria .