El sueño de pertenecer, la realidad de acompañar
Ante la celebración de la Campaña de Personas sin Hogar 2025 que celebra Cáritas este domingo, Mario Alcudia reflexiona sobre cómo el compromiso no se mide solo en cifras, sino en vínculos. Y es que el hogar no es únicamente un techo, sino también una red de relaciones que sostienen, que curan y dignifican

EL SUEÑO DE PERTENECER, LA REALIDAD DE ACOMPAÑAR | FIRMA MARIO ALCUDIA
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Cáritas ha lanzado su Campaña “Sin hogar pero con sueños”, cuya jornada central celebraremos mañana, en la que nos recuerda a las más de cuarenta y dos mil personas atendidas durante el último año.
Esta institución, que es corazón de la Iglesia, nos recuerda que acompañar es reconocer al otro como parte de nosotros. Es crear espacios donde se pueda descansar sin miedo, donde se pueda confiar y hablar sin ser juzgado. Y es que nadie debería sentirse solo cuando tanto hablamos de consecución y lucha por los derechos y oportunidades.
En este Día de las Personas Sin Hogar, no basta con mirar hacia otro lado. No basta con políticas públicas, que también porque son imprescindibles El sinhogarismo es una herida social que nos interpela como sociedad. Es necesario detenerse y sentir. Porque detrás de cada una de esas personas hay una historia que debe ser escuchada, una dignidad que debe ser respetada y unos sueños que no pueden ser ignorados.
Tal vez no podamos resolverlo todo, pero sí podemos ser parte de la solución, creando espacios y comunidad donde nadie se sienta solo.
Crear comunidad en torno a estas personas es un acto profundamente cristiano. Es construir espacios donde puedan descansar sin miedo,
donde puedan volver a confiar y recuperar su voz. Hoy, más que nunca, necesitamos recuperar esa mirada que no excluye. Necesitamos ser Iglesia que acoge, que escucha y camina a su lado. Nos toca demostrarles que sus sueños, con nuestra ayuda, pueden hacerse realidad. Y es que el Evangelio nos llama a acercarnos a los que están solos, a los que han perdido todo, a los que el mundo parece haber olvidado.



