De compartir pizzas y espaguetis en Roma a Papa: dos amigos agustinos de León XIV revelan anécdotas que vivieron con el hoy Pontífice

Miguel Ángel y Tomás Marcos son religiosos agustinos que pueden presumir de ser amigos de León XIV. Ambos han recordado en COPE la etapa de Prevost como estudiante, su relación con el Papa Francisco o sus dotes como líder

León XIV
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José Melero Campos

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Miguel Ángel y Tomás Marcos son dos religiosos agustinos que pueden presumir de ser amigos del Papa León XIV. El primero de ellos despachó mucho con Robert Prevost cuando el ahora Papa fue Prior General de la Orden, mientras Miguel Ángel era secretario general.

Mucho antes comenzó la relación entre Tomás y el Pontífice, cuando ambos estaban realizando sus estudios eclesiásticos y eran unos veinteañeros. El agustino actualmente es Vicario Provincial de la Provincia de San Juan de Sahagún en León.

'Conociendo a León XIV' ha sido testigo de una conversación de Miguel Ángel y Tomás sobre sus vivencias con quien, desde el 8 de mayo, se convirtió en el Sucesor de Pedro.

“El recuerdo es estupendo porque siendo yo Secretario y él General teníamos mucho contacto esos doce años para tantos problemas que había que tratar y se trabajaba muy bien con él, siempre aceptaba que hiciera sugerencias y las aceptaba”, ha destacado Miguel Ángel.

Tomás Marcos por su parte se remontaba a sus años de especialización en Roma. Para el agustino, lo que mejor definía al Prevost de entonces era su responsabilidad: “Era muy buen compañero, participaba en todas las actividades y destacaba por su responsabilidad. Era una persona estudiosa”, recalca.

León XIV, un hombre con dotes organizativas: " me decía que en tierra de misión hay que hacer de todo "

Además de buen estudiante y tener la cabeza bien amueblada, se caracterizaba por sus dotes organizativas. Algo que pudo comprobar Tomás en un encuentro que mantuvo con Robert Prevost en Trujillo (Perú), cuando encargaron al Santo Padre implantar una casa de formación de seminaristas agustinos en el país latino. Era una etapa, recuerda el Vicario Provincial de la Provincia de San Juan de Sahagún en León, en la que el Papa americano compaginaba su labor de profesor en el Seminario con la de párroco o juez del tribunal eclesiástico de la diócesis de Trujillo, entre otras tareas. “Yo le preguntaba cómo podía hacer todo a la vez, y me decía que esto era tierra de misión y había que hacer de todo”.

Fue capaz de visitar toda la Orden en más de cuarenta países y se iba al convento que había en la ciudad, donde vivía con los hermanos mostrando grandes dotes de gobierno y de trabajar en equipo”, ha agregado Miguel Ángel.

La relación de Robert Prevost con el Papa Francisco 

El que fuera secretario general de los agustinos recuerda el momento en el que León XIV conoció a su antecesor en la Cátedra de Pedro, al Papa Francisco. Este último todavía era arzobispo de Buenos Aires, y Prevost General de la Orden. “Fue un saludo nada más”.

La relación se estrechó aún más, precisa Miguel Ángel, cuando los agustinos estaban preparando la celebración de su Capítulo General en Roma pocos meses antes de que León XIV concluyese su etapa como máximo responsable de la congregación.

“Robert propuso invitar al Papa a decirnos la misa de inauguración del Capítulo en la iglesia de San Agustín en el centro de Roma. Le dijimos que el Papa no va a esta cosas, pero contestó que este Papa es diferente y me encargó una carta de invitación”.

Diez días después de enviar la carta de invitación a Jorge Mario Bergoglio, León XIV informó a Miguel Ángel que el Papa presidiría la misa. Tras la celebración eucarística, Francisco cuestionó a Prevost qué haría una vez que concluyese su mandato en los agustinos: “León XIV le respondió que se volvería a Chicago, pero Francisco le propuso que fuera a verle antes de marcharse”. Fue en ese momento cuando el Pontífice argentino le nombra obispo de Chiclayo. Era el año 2014.

La sintonía entre Bergoglio y Prevost fue total: “Francisco confió en Roberto porque se acomodaba a lo que Francisco pensaba era lo mejor para la Iglesia”, ha comentado Tomás Marcos, quien sin embargo considera que no quiere decir que el Pontificado de León XIV sea un calco al de su antecesor.

“Tiene su personalidad y forma de ver las cosas pero seguirá la línea general del Papa Francisco”, subraya.

“es listo como el hambre, sabe tener mano izquierda, entiende la segunda lectura de las cosas"

A juicio de Tomás Marcos, lo que mejor define al Santo Padre es “su capacidad conciliadora, ese término medio de escuchar distintas posturas, acercar posturas, sabe escuchar a todos, trabajar en equipo. Es la persona que la Iglesia y el mundo necesita”.

Y es que como añade, Prevost “es listo como el hambre, sabe tener mano izquierda, entiende la segunda lectura de las cosas, no se le escapan las cosas”.

Marcos aún no ha asumido que la persona con la que ha compartido tantas experiencias se haya convertido en la “figura lejana, sagrada, inaccesible” que conlleva ser Papa: “Es alguien con el que he comido espaguetis de estudiante. Para los agustinos es como si hubiéramos ganado el Mundial de Fútbol, nos sentimos muy contentos por él, por lo que supone de reconocimiento a su persona, a su buen hacer, a su valor”, ha expresado.

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