RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Agitar el pasado

La Transición hizo posible una pedagogía de la reconciliación basada en una memoria verdadera y no sectaria: dolor por lo sucedido, conciencia de que nadie estaba libre de culpa y reconocimiento de que el otro, el diferente, no es un enemigo. La Proposición no de Ley aprobada ayer en el Congreso de los Diputados con los votos a favor del PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, que insta al gobierno a la exhumación y reubicación de los restos de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera fuera de la Basílica del Valle de los Caídos, es innecesaria y extemporánea. Se trata de una iniciativa encaminada a obtener un rédito político más que cuestionable, que rompe con el tejido profundo del consenso de la Transición. Habría que preguntar al PSOE por qué durante tantos años de gobierno socialista no se tomó esta medida. Habría que preguntarle también cuándo va a desprenderse de los fantasmas de la historia, dejando las cuestiones del pasado a la historiografía especializada. O si en su desesperación actual no se le ocurre otra cosa que intentar desgastar al PP con el recurso demagógico a la llamada “memoria histórica”, alentado un espíritu de revanchismo que sólo beneficia a quienes tratan de demoler el edificio constitucional. Agitar el pasado es estéril e irresponsable. Lo que necesitamos es construir sobre la base de aquel reconocimiento recíproco que nos ha permitido avanzar como nación, y que ahora nos debe permitir afrontar nuevos y difíciles desafíos.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

En vísperas de la peregrinación del Papa a Fátima

En el mensaje enviado al pueblo portugués con ocasión de su peregrinación a Fátima, el Papa desvela su intención de consagrar el mundo entero a la Virgen. Francisco lo hará presentando a María los corazones de todos los hermanos y hermanas del mundo, rescatados con la sangre de su Hijo, “sin excluir a nadie”. Esa será su “rosa de oro”, su ofrenda de peregrino que acude a uno de los lugares donde más amor ha derramado la Madre de Dios, con su mensaje a los tres pastorcillos de Cova de Iria. “Un solo corazón y una sola alma” será lo que el Papa confíe la Virgen para pedirle que su corazón inmaculado sea el refugio y el camino que conduzca la humanidad a Dios. Con esta peregrinación quiere subrayar el significado de las apariciones de la Virgen hace cien años: la esperanza y la promesa de paz cuando los corazones se abren al amor. Precisamente estos días se ha estrenado una película-documental que relaciona las apariciones de Fátima con hechos de la historia del pasado siglo, desde el fin de la I Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín y el atentado contra Juan Pablo II. En un contexto cultural de extravío, pero también de búsqueda, esta peregrinación subraya la vigencia del mensaje de Fátima: que Dios sigue actuando en la historia para salvar a la humanidad y sostener su esperanza en las diversas circunstancias que atraviesa. Habrá que estar atentos a cuanto diga el Santo Padre en estos días.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Cataluña: la hora de la claridad

La segunda respuesta del presidente Puigdemont al requerimiento del Gobierno sobre la declaración de independencia no ha ofrecido novedad alguna.

J.L. Restán | Línea Editorial

El siniestro juego de Maduro

La situación en Venezuela parece alcanzar cada día un punto límite, superado al día siguiente con las maniobras del presidente Maduro para mantenerse en el poder. Las continuas manifestaciones de la población en Caracas y diversas ciudades del país, se han saldado con la encarcelación de los dirigentes de la oposición y la convocatoria de una Asamblea Constituyente, un acto que acaba con el último resto de democracia real. Con todo, no parece verosímil que el país se encamine hacia una guerra civil. Para el cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, la guerra está descartada porque la población está indefensa ante la brutalidad del ejército y de las milicias paramilitares que ya han asesinado en los últimos días a más de treinta personas. Maduro mantiene un rígido control sobre todas las instituciones, en especial sobre el Ejército, que a su vez domina buena parte de la actividad económica en un marco de corrupción generalizada, con una inflación que rebasa el 700 por ciento anual. La inmensa mayoría de la población, acuciada por el hambre y la falta de medicinas, no está dispuesta a conformarse con la deriva totalitaria del régimen. Ante esta situación el episcopado ha exhortado a los venezolanos a no resignarse, a levantar su voz de protesta, pero sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren conducir al país a escenarios de mayor confrontación con el fin de agravar la situación y mantenerse en el poder.

J.L Restán | Línea Editorial

Ahora es necesario reconstruir

Francia y Europa respiran aliviadas después de que Macron haya sido elegido como presidente. Una victoria de Le Pen hubiera supuesto probablemente el fin del euro y una sobredosis de nacionalismo perniciosa en todos los sentidos. Pero ahora hay que analizar con sosiego cómo Francia, uno de los dos pulmones de Europa, ha llegado hasta esta circunstancia. Ha sido necesaria una solución de urgencia, la de un candidato sin partido y con poca experiencia, para frenar al populismo xenófobo y antieuropeo. Los partidos clásicos de centro-derecha y de centro-izquierda se han quedado desbancados. Y muchos franceses, casi uno de cuatro, han preferido la opción que cuestiona el actual sistema económico y democrático. El voto populista proviene, especialmente, de la clase obrera y del mundo rural.A pesar de que Francia no ha sufrido con una especial severidad la crisis y no ha recortado sustancialmente su Estado del Bienestar, hay una extendida sensación de declive y de miedo al extranjero y a la globalización. Macron tiene por delante la tarea de realizar las reformas siempre aplazadas en Francia. Es necesario modernizar la economía.Pero no será una gestión tecnocrática la que resuelva la crisis. Hacen falta respuestas culturales: lo que se está desmoronando en Francia y en toda Europa es el sustrato humano y social que sostiene nuestra democracia. El poder no puede ser solo ejercido por unas élites lejanas de las necesidades de la gente. Hay que hacer las cuentas con un nuevo desarraigo: los europeos están alejados de las grandes tradiciones que forjaron Europa y parecen a merced de promesas descabelladas.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Firmeza y paciencia

Línea editorial de la Cadena COPE

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Macron representa el mal menor

Solo una abstención masiva por exceso de confianza de los votantes daría la victoria a Marine Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales francesas. Es cierto que Emmanuel Macron no entusiasma al electorado. Su perfil centrista se debe básicamente a que conjuga dos atributos que, en realidad, tiene poco de moderados: la defensa de los intereses de las finanzas y la propuesta moral y cultural sesentayochista, que ha representado la presidencia de su mentor, François Hollande. Pero este no es un plebiscito sobre Macron, a todas luces el mal menor en estas elecciones. El Frente Nacional representa una propuesta disruptiva de consecuencias nefastas para Francia y para todo el continente. Su populismo xenófobo supone una puesta al día de propuestas políticas que se creían definitivamente derrotadas en Europa, por mucho que Marine haya sabido dulcificar el mensaje en comparación con su intempestivo padre. Frente a Jean Marie Le Pen, el gaullista Jaques Chirac obtuvo en 2002 un 82 % de los votos en la segunda vuelta. Hoy las encuestas vaticinan en torno a un 40 % de votos para el Frente Nacional. Esto da idea de la fractura en la sociedad francesa y del hondo descontento entre la población frente el sistema, a lo que se añade una desorientación palpable en cualquier esquina del planeta, en un mundo en rápida transformación. El momento es delicado. Hacen falta diagnósticos realistas y reformas valientes desde unos presupuestos éticos ampliamente compartidos. De lo contrario, el terreno quedará abonado para demagogos como Le Pen.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

PSOE, dos modelos irreconciliables

La presentación de avales para las primarias en las que será elegido el Secretario General del PSOE, apunta a una gran incertidumbre sobre quién será el líder de los socialistas el próximo veintiuno de mayo, en el contexto de un grave riesgo de fractura del partido. Una vez que el recuento oficial confirme los datos, se inicia un proceso en el que Susana Díaz no lo va a tener tan fácil como se las prometía, porque Pedro Sánchez ha conseguido un número mayor de avales de los que se esperaban. Además, Sánchez representa un programa antagónico, radical en las formas y en el fondo, al de la mandataria andaluza. En esta pugna, Patxi López parece, de momento, un convidado de piedra, a la espera de su decisión de seguir en el proceso o sumar sus apoyos a uno de los otros dos candidatos.Lo que queda claro en este proceso es que Sánchez, con el aparato del partido en contra, tiene más apoyos de los que se sospechaba, sobre todo en feudos claves como Cataluña. Más allá de nombres, esto plantea una grave fractura entre un modelo socialdemócrata, europeísta y con sentido de Estado, y otro que se desliza hacia las experiencias populistas de la nueva izquierda. La alta participación de la militancia indica que el PSOE está en un momento crucial de su historia, con una alta tensión interna. Sería conveniente un debate más abierto y detallado sobre las implicaciones de este proceso, cuyas consecuencias trascienden las cuitas internas de ese partido.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Sería una tragedia

Línea Editorial de la Cadena COPE

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La memoria de los viejos socialistas

La tensión dentro de las filas del partido socialista se agudiza cada vez más. A las declaraciones de varios barones regionales, una vez que se produjera la intervención del Rey, hay que sumar ahora la carta que un destacado grupo de históricos dirigentes, entre ellos los expresidentes autonómicos Rodríguez de la Boborlla y Rodriguez Ibarra, ha enviado a Pedro Sánchez.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Fuera de la realidad

El presidente Puigdemont trató anoche de dar lecciones de democracia y Constitución al Jefe del Estado, para afirmar inmediatamente que no se apartará un milímetro de su proceso hacia la independencia. Incluso apeló a un nuevo pretexto para justificar su huida hacia delante.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Día triste

Línea Editorial de la Cadena COPE

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