


J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Con el Derecho no se juega
La decisión del juez Pablo Llarena de imponer una fianza de ciento cincuenta mil euros a la Presidenta del Parlamento de Cataluña, se explica en el contexto de la nueva estrategia de defensa de los abogados de Forcadell, que incluye una increíble declaración en la que la acusada acató el artículo 155 y confesó que la proclamación de la independencia fue simbólica.

J.L. Restán | Línea Editorial
Falta una gobernanza mundial
Este domingo en Münich, después de que se haya celebrado la cumbre de la OTAN y del G7, Merkel aseguraba que Europa está sola para hacer frente a los restos de la globalización. La propia Merkel reconocía horas antes que la reunión de los siete países más industrializados del mundo había terminado en fracaso. No hubo acuerdo para luchar de forma conjunta contra el cambio climático ni para responder, de forma conjunta, al reto del flujo migratorio. Trump, encerrado en un nacionalismo con elementos tóxicos, no permitió avances significativos. Tampoco el Reino Unido parece dispuesto a colaborar en alguna forma de gobernanza mundial, más necesaria que nunca. La globalización ha disuelto, de hecho, las soberanías de los Estados nacionales, al menos tal como fueron definidas en Wetsfalia a mediados del siglo XVII. En esta situación se hacen necesarias instancias regionales y globales que, de un modo nuevo, concreten la prioridad del bien común, de la política y de la ética, materialicen la ordenación y la regulación de la economía. Ni los intereses particulares ni el nacionalismo van a construir un mundo más justo. Merkel, que nació tras un muro, ha recordado también que no son los muros los que proporcionan el éxito, sino las sociedades abiertas.


J.L. Restán | Línea Editorial
Europa necesita una nueva mirada sobre la familia y la vida
Aunque pueda parecer lo contrario, la vida y la familia no han desaparecido de la agenda política y social. Muestra de ello es la celebración en Budapest, este fin de semana, de un Foro de debate organizado por la iniciativa europea “One of us”, que aglutina a políticos, pensadores y líderes de movimientos y de las múltiples realidades asociativas en defensa de la familia y de la vida. Aunque a veces no disponga de escaparate público, existe en Europa una parte significativa de sociedad civil que toma iniciativa en este campo vital para una regeneración demográfica, cultural y moral de un continente que corre el riesgo de ver difuminada su propia identidad y sus valores más originales. La pretensión de redefinir realidades sociales básicas como el matrimonio y la familia, o de imponer legislaciones que desprecian o instrumentalizan la vida, es demasiado evidente. El rico tejido asociativo europeo que se reúne a partir de hoy en Budapest sufre una especie de espiral de silencio, a pesar de contar con un importante bagaje de experiencias y de un notable arraigo en los diferentes países. Es decisivo conocer su apuesta concreta por el valor de la vida y la familia, su trabajo cotidiano de servicio a las madres en dificultad y a las familias heridas, pero también su dimensión de denuncia y propuesta de políticas familiares. Testimonio, asistencia social y debate cultural deben caminar unidos para salir al paso de la necesidad de tantas personas cansadas de una ideología cuyos frutos amargos son ya palpables en Europa.



J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
La “terapia de la esperanza” y los medios de comunicación
Este próximo domingo, día de la Ascensión, se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Con este motivo el Papa exhorta a los profesionales a lo que puede parecer un imposible en medio de una actualidad llena de sucesos trágicos, violencia y miedos: que realicemos una comunicación constructiva, rechazando los prejuicios y fomentando la cultura del encuentro. Francisco habla de “la terapia de la esperanza”, que en el caso de la comunicación parece una flor difícil de mostrar en las informaciones y análisis de una realidad compleja y llena de incertidumbres. Lo que propone el Papa es romper el círculo vicioso de la angustia y frenar la espiral del miedo, lo cual no significa, en absoluto, ignorar el sufrimiento y la injusticia para caer en un optimismo ingenuo. Al contrario, se trata de superar el sentimiento de disgusto y resignación que se apodera de lectores y oyentes, como si no se pudiera frenar el mal. En nuestro país estas palabras son muy oportunas, cuando parece que nos domina el vértigo de la indignación y de la sospecha, dando protagonismo al mal y oscureciendo la memoria de tantos bienes de nuestra convivencia. El Papa apela a un estilo comunicativo abierto y creativo, que trate de mostrar soluciones dentro de lo que considera la lógica de la “buena noticia”. Los comunicadores deberíamos ser, en medio del drama de la historia, como faros en la oscuridad de este mundo, para iluminar el camino y abrir nuevos senderos de confianza y esperanza.


J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Trump en el Vaticano: la paz como objetivo
La visita del presidente Trump al Papa Francisco se produce en un contexto singular, después de su estancia en Arabia Saudita, Israel y los territorios Palestinos, donde abordó temas muy cercanos al corazón del Papa, que estuvo días atrás en El Cairo para hablar de paz. En realidad, no hay otro asunto más preocupante que abordar en estos momentos que la paz, no solo en Oriente Medio sino en el mundo. No puede decirse a la ligera que Trump y el Papa no coincidan en esta preocupación, pero es evidente que cada cual lo hace de una manera muy diferente. El Papa busca la concordia con el Islam y dentro del Islam, pero Trump ya ha señalado como “eje del mal” al chiismo iraní, mientras apoya a Arabia Saudí que fomenta el sunnismo más rigorista. La pugna actual entre Irán y Arabia Saudita no es eminentemente religiosa, sino de hegemonía regional basada en la fuerza y la amenaza, con guerras intermedias como la de Yemen y Siria. Por otra parte Francisco es partidario de dos Estados soberanos para acabar con el conflicto palestino-israelí, mientras Trump no parece muy seguro de ese objetivo compartido por la comunidad internacional. La compleja cuestión de las migraciones habrá sido uno de los temas más difíciles en el diálogo mantenido hoy, mientras en el campo de la libertad religiosa habrá sido más fácil encontrar convergencias. En todo caso, que el Presidente de la nación más poderosa del mundo, con sus vaivenes políticos, hable con el Papa sobre la paz, siempre será positivo, como se ha puesto de manifiesto en su entrevista de 28 minutos, en la que se pasó de la natural tensión inicial a la cordialidad.

J.L. Restán | Línea Editorial
Lo que el yihadismo nos exige
El Reino Unido ha sufrido el peor atentado desde 2005. El ataque suicida contra el Manchester Arena deja más de 20 muertos, dos meses después del atropello de Westminster. En este caso el modo de actuar se parece al de noviembre de 2015 en la Sala Bataclan de París.Antes que cualquier análisis, nuestra tradición europea nos invita a tener presente el dolor de las víctimas y de sus familiares. Sufrimos la plaga del yihadismo y no responderíamos adecuadamente a sus zarpazos si no tomáramos en consideración la dignidad infinita de los fallecidos, el destino bueno para el que nacieron: un destino más fuerte que cualquier mal. Esta ocasión reclama a la oración para quienes tenemos experiencia de Dios, es una ocasión para reafirmar el valor de historia personal de cada uno de los muertos y de los heridos. Porque no es verdad que esa historia sea nada, como pretenden los que matan y los que nos amenazan.El yihadismo pone en riesgo constantemente nuestras vidas: ningún rincón de Europa vive ya con la antigua seguridad. Esta plaga de destrucción y de muerte exige de nosotros razones suficientes para vivir y morir. Todavía tenemos mucho trabajo en el campo de la seguridad y de la integración cultural. No se lucha contra el yihadismo vendiendo armas a aquellos países que, de modo directo o indirecto, lo alientan. El yihadismo europeo es más difícil de combatir cuando se da poder a ciertas apropiaciones violentas e ideológicas del islam, que se producen en Oriente Próximo.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
El “caso Puigdemont” amenaza la estabilidad del Gobierno belga
Línea editorial de la Cadena COPE

J.L. Restán | Línea Editorial
Sánchez como síntoma
Pedro Sánchez, contra los pronósticos iniciales, es el nuevo secretario general del PSOE. Muchas son las razones que le han dado un amplio apoyo de las bases. A Susana Díaz le ha faltado conocimiento real de dónde está su partido, discurso y empeño. Con ella ha sido derrotado el PSOE más tradicional y sus líderes históricos. Pedro Sánchez ha sabido conectar con los militantes más jóvenes y escorados a la izquierda, los que no desean ningún entendimiento con el centro-derecha. Sánchez ha sido muy contradictorio a lo largo de su campaña. En algunos momentos ha defendido una unidad de acción con Podemos y con los sindicatos para echar al PP, en otros no. Ya veremos si intenta una moción de censura que requiere del apoyo del independentismo. Sería malo para los socialistas, y malo para España, que Sánchez situara al PSOE en el mismo terreno que Podemos. La victoria de Sánchez, que se ha producido teniendo en contra a la mayoría de los medios tradicionales y a muchos otros poderes, es un serio aviso. España está gravemente polarizada. Hay un sector de la población que antes se identificaba con los postulados del centro-izquierda, y que ahora, indignada por la corrupción, descontenta con la política económica y muy crítica con las instituciones, se radicaliza. Es un gran desafío que deben afrontar todos los partidos constitucionalistas.


J.L. Restán | Línea Editorial
El Decreto de la estiba
Con el voto favorable de Ciudadanos y el PNV, y la pactada abstención de los antiguos convergentes catalanes, el Gobierno sacó ayer adelante el Decreto de la estiba que da cumplimiento a lo ordenado por el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea. Después del varapalo del intento anterior, el pasado 16 de marzo, la aprobación del Decreto es un ejercicio de responsabilidad política, y evita además, entre otros efectos, una multa diaria de ciento treinta y cuatro mil euros a las arcas españolas. El consenso alcanzado deja en evidencia la situación del PSOE, incapaz de asumir su responsabilidad como partido de gobierno.Por su parte, los sindicatos agrupados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores del mar, amenazan con paralizar, a partir del próximo miércoles, los puertos españoles. En un sector estratégico para la economía como es el comercio marítimo, vital para nuestras exportaciones, no se pueden mantener privilegios atávicos que impiden aumentar la capacidad competitiva de nuestros puertos y abaratar el tráfico de mercancías en beneficio de empresas, consumidores y de los propios trabajadores. El Gobierno debe mantenerse firme frente a los chantajes y las amenazas de quienes subordinan el bien general a sus intereses gremiales.

J.L. Restán | Línea Editorial
El momento francés
La formación del nuevo Gobierno en Francia ofrece dos singularidades. Por un lado la inclusión de ministros procedentes de los partidos históricos y de la sociedad civil, descartando a los comunistas y a la ultraderecha. Por otra parte, la designación de dos conservadores para ocuparse de las carteras clave de la economía y la hacienda. Es significativa esta elección de Emmanuel Macron, que fue ministro de Economía el gabinete socialista de François Hollande. El nuevo titular de Economía, el centrista Bruno Le Maire, ha declarado que los intereses de Francia están por encima de los intereses de los partidos. La composición variopinta del primer gobierno Macron suscita incógnitas sobre la capacidad de armonizar posiciones en varios temas, pero no hay discrepancias en la aspiración a una Europa más unida, más abierta a los problemas sociales y, por ende, más democrática. Esta es una buena noticia para un país que ha estado muy cerca de caer en la demagogia del populismo después del desastre del gobierno socialista. Ahora bien, la pretensión de crear un Centro que disuelva todas las diferencias también genera interrogantes. Cuestiones como el significado de la laicidad, la relación Estado-sociedad, la libertad de educación y la política sobre la familia, son decisivas en la actual crisis europea, y sería un profundo error evitar el debate en torno a ellas.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Mejora económica pero sin lanzar cohetes
Línea editorial de la Cadena COPE

J.L. Restán | Línea Editorial
La lucha contra la corrupción no es linchamiento público
La imprescindible lucha contra la corrupción no puede convertirse en linchamiento público de personas e instituciones. Es algo que se puso ayer de manifiesto con la reprobación en del ministro de Justicia en el Congreso y con la filtración de un informe de la UCO que acusa sin fundamento jurídico a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. El propio juez instructor salió al paso, aclarando que no había motivos para investigar a Cifuentes, pero la cacería ya se había desatado. Es lógico que la oposición trate de desgastar al PP, pero no todo vale para eso, especialmente cuando se siembra indiscriminadamente la sospecha y se pone en riesgo la estabilidad de las instituciones. Todo esto ocurre en el momento en que España se recupera de una tremenda crisis y cuando el populismo cuestiona el pacto constitucional. El hecho es que las instituciones están funcionando en una democracia todavía joven, que se ha hecho a sí misma con el esfuerzo personal de hombres y mujeres de todas las orientaciones culturales e ideológicas. Ya sabemos que no han faltado los delincuentes que se han lucrado con el ejercicio de la política y que empiezan a estar entre rejas. En definitiva, la democracia se hace día a día, sin dejar de madurar. Al final siempre quedan al descubierto a quienes se han lucrado y quienes tratan de hundir al único sistema que garantiza la convivencia.


J.L. Restán | Línea Editorial
Francia: ¿Movimiento táctico o tendencia?
Emmanuel Macron completa hoy su Gobierno después de haber elegido como primer ministro a Édouard Philippe, un hombre que ha militado en el Partido Republicano y que dice de sí mismo que es de derechas. El recién elegido presidente francés, que saltó a la política en un Gobierno socialista y que tiene un partido demasiado joven, ha creado de antemano una cohabitación a su medida. Probablemente esta decisión tiene mucho de movimiento táctico. Si un republicano preside el gobierno de Macron, muchos electores podrían pensar que no tiene sentido votar a la derecha en las legislativas: la derecha ya está en el Gobierno. Pero junto a esa dimensión táctica del movimiento de Macron, también se lanza un mensaje de fondo: hay una zona común y compartida por los clásicos partidos de centro-derecha y de centro-izquierda que apuestan por Europa que, en lo esencial, coindicen. Sobre todo, en diferenciarse del populismo y del nacionalismo. Esta zona de confluencia que parece existir en Francia existe desde luego en España. En un reciente estudio elaborado por Víctor Pérez-Díaz se constata que en España una amplia mayoría se sitúa en una zona moderada donde el liberalismo y la socialdemocracia se encuentran. La polarización, apunta el sociólogo, es una situación inducida por poderes políticos y mediáticos. Quizás esa moderación natural y esa confluencia, propia de muchos países europeos, es la que está sabiendo interpretar Macron.