Fernando Arregui: "León XIV va a continuar el legado de Francisco de forma desenfadada pero serena, con pasos firmes"
El oficial del Dicasterio para los Obispos de Habla Hispana trabajaba hasta ayer codo con codo con quien será el Sumo Pontífice, el estadounidense Robert Prevost

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El nombramiento de Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV ha conmocionado al mundo católico, pero para quienes trabajaron junto a él en el Vaticano, su elección es una confirmación de las cualidades que lo han definido durante años: cercanía, humildad y una profunda capacidad de análisis. En una entrevista exclusiva con La Linterna, Fernando Arregui, oficial del Dicasterio para los Obispos de Habla Hispana, ha compartido anécdotas y reflexiones sobre el ahora Sumo Pontífice, revelando a un hombre que combina sencillez con firmeza, y filosofía con empatía.
De compañero de despacho a Papa
Ángel Expósito, director de La Linterna, inició la conversación preguntando a Arregui sobre su reacción al escuchar el nombre de Prevost en el balcón de la Plaza de San Pedro. "Fue una emoción inmensa", confesó Arregui. "No solo por la cercanía que tenemos con él, sino porque sé que es el Papa que la Iglesia necesita hoy". El oficial destacó que la elección no fue un mero acto de casualidad, sino el resultado de un proceso guiado por el Espíritu Santo y la discernimiento de los cardenales.

Fernando Arregui
Prevost, quien hasta ayer era el prefecto del Dicasterio, dejó un vacío palpable entre sus colegas. "Era un jefe excepcional, cercano y comprensivo", explicó Arregui. "Compartíamos momentos de descanso donde hablábamos de todo, desde noticias hasta deportes. Él era uno más". Esa familiaridad, sin embargo, no mermaba su autoridad: "Cuando hablaba, sus palabras tenían peso. Era sereno pero firme, y eso inspiraba respeto".
Un perfil multifacético: misionero, filósofo y deportista
El nuevo Papa León XIV llega al solio pontificio con un bagaje poco convencional. Nacido en Estados Unidos, Prevost pasó casi 40 años como misionero en Perú, una experiencia que, según Arregui, "lleva en la sangre". Su formación en matemáticas y filosofía —esta última destacada por su capacidad para resolver conflictos teológicos con razonamiento lógico— lo convierte en un líder único. "No habla mucho, pero cuando lo hace, sienta cátedra", afirmó el oficial.
Además de su intelecto, Prevost es descrito como un hombre de contrastes: bondadoso pero firme en las decisiones, empático pero intolerante ante el sufrimiento ajeno. "No le da igual las injusticias", subrayó Arregui. "Seguramente tomará partido en temas clave". Su origen estadounidense también marca un hito, añadiendo un nuevo matiz geopolítico al Vaticano en un mundo polarizado.
El legado de Francisco y los desafíos por venir
Aunque se espera que León XIV continúe el legado reformista del Papa Francisco, Arregui anticipa un estilo propio: "Lo hará con serenidad, dando pasos firmes pero sin prisas". Su enfoque desenfadado y su habilidad para conectar con la gente —desde obispos hasta empleados del Dicasterio— son señales de un pontificado que priorizará la pastoral sobre el protocolo.
Sin embargo, su ausencia ya se siente. "Hoy entré a trabajar y el despacho estaba vacío", confesó Arregui. "Es un cambio difícil, pero confiamos en que su liderazgo guíe a la Iglesia hacia donde debe estar".
Entre tortillas y tenis: el lado humano del Papa
La entrevista cerró con un guiño a la vida cotidiana del ahora Pontífice. Prevost, apasionado del tenis, los coches y la equitación, también disfrutaba de pequeñas alegrías como compartir una tortilla de patatas con jalapeños —especialidad de Arregui— en compañía de amigos. "Las mejores amistades se crean en torno a una buena mesa", bromeó el oficial, recordando cómo incluso en esos momentos informales, Prevost irradiaba calidez y sabiduría.