Marian Rojas, sobre los cambios en otoño: "Una etapa de vulnerabilidad, que cambia nuestro estado de ánimo"
La psiquiatra analiza cómo afecta a nuestra vida este cambio estacional

Marian Rojas
Publicado el
2 min lectura12:03 min escucha
La psiquiatra y divulgadora Marian Rojas, este sábado, ha reflexionado en su diván de 'Fin de Semana' sobre cómo el cambio de verano a otoño nos afecta, sobre todo, a nivel emocional. No es poco, esta estación, explica con Cristina López Schlichting, "no solo cambia el paisaje, sino también nuestro estado de ánimo".
Y es que "nos vuelve un poco más vulnerables". ¿Por qué? Principalmente, porque "la disminución de horas de luz afecta al ritmo circadiano". Y esto es algo que se debe entender, en esencia, significa que nuestro cerebro recibe señales diferentes, menos luminosas, y así se lo transmite al hipotálamo, que es el centro de control del reloj biológico.
Se produce, entonces, un pequeño desbarajuste que se traduce en un aumento de la melatonina, lo que conduce a una "mayor susceptibilidad, a experimentar un bajón emocional, a comer carbohidratos o a estar un poco más apagado".
¿qué hay que hacer?
A la pregunta de Schlichting; ¿qué hacemos cuando nuestra mente vira hacia la negatividad?, Rojas responde que, por un lado, hay que prepararse, y eso, en casos concretos, puede requerir "ayuda externa". Por otro lado, "hay que cuidarse y protegerse, es decir, hacer deporte". Y si no te apetece irte a correr, explica, "basta con salir a caminar 40 minutos". Notaremos, entonces, que algo mejora dentro de nosotros.
"Plátanos, nueces y pavo", el tridente alimenticio que sirve para ayudar a frenar esa sensación de tristeza. Aunque no es el único consejo en esta materia, "evitar los atracones de azúcar que, a veces, nos apetecen para saciar un momento de bajón", también es crucial.
Y, por supuesto, evitar las pantallas de noche. Sobre todo, porque "ya no estamos solo con la televisión, ahora estamos también con el móvil en la mano, y vamos pasando de una pantalla a otra". El caso es que está estudiado que, quienes están más 'tristones', acuden más a las pantallas por la noche, y eso es algo que también hay que combatir.




