Su nombre proviene del latín vannu y del verbo portugués abanar (que significa aventar), es de donde surge el diminutivo abanico, término no utilizado en español hasta el siglo XVI
Seguramente este término te resulte familiar, aunque el uso que le podemos dar en Madrid, Galicia o Extremadura es muy distinto al que hace un sevillano o un almeriense
Carlos Moreno "El Pulpo" ha charlado esta noche con Carmen Trujillo, lingüista computacional, y nos ha explicado cómo se trabaja el lenguaje con la llegada de la IA