¿Operación post-verano? Esto es lo que sí y lo que no debes hacer para cuidarte, según un nutricionista de Cartagena
Las claves para recuperar el peso adecuado sin hacer locuras ni llamar al efecto rebote

Una persona cocinando sano / Pexels
Murcia - Publicado el
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Con la vuelta a la rutina, muchos intentan corregir los excesos del verano con dietas rápidas o restricciones extremas. Pero los expertos advierten: la clave no está en pasar hambre, sino en recuperar los buenos hábitos. Así lo asegura Víctor Serrano, nutricionista, que ha ofrecido pautas claras para volver al equilibrio sin caer en errores típicos.
"El mayor error que cometemos después del verano es querer quitarnos todos los kilos cogidos en un par de semanas", explica Serrano. "Lo ideal sería no coger peso, pero si ha ocurrido, no pasa nada: lo importante es volver poco a poco a un estilo de vida saludable, sin prisas y con constancia".
Tras semanas de helados, cenas improvisadas y menos control de horarios, el primer consejo del nutricionista es claro: eliminar los restos del verano. "Hay que hacer limpieza en la despensa y la nevera. Todo lo que no sea saludable —bollería, snacks, refrescos, helados—, mejor fuera de casa", afirma.
La razón no es solo calórica, sino emocional: "Son productos adictivos. Si los tenemos a mano, vamos a caer más fácilmente. Si los tomamos, que sea fuera de casa y de forma puntual". La lista de la compra debe ser la mejor aliada.
hacer lista para el supermercado
Para empezar bien, dice que lo primero que hay que hacer es reordenar la lista de la compra con productos básicos y reales: frutas, verduras, proteínas magras, legumbres, cereales integrales. Serrano recomienda hacer cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Y cada una debe tener su equilibrio.
"En el desayuno, por ejemplo, podemos tomar copos de avena con cacao desgrasado y leche o bebida vegetal", sugiere. A media mañana, pan integral con pavo, atún o jamón serrano, acompañado de fruta. En las comidas principales, hidratos como arroz integral o pasta, junto a proteína (carne, pescado, huevos) y una fruta o yogur desnatado como postre.
"No se trata de dejar de comer, sino de comer bien. Las cinco comidas equilibradas, con las calorías que necesitamos, permiten perder grasa, mantener el músculo y evitar la ansiedad", asegura. Dormir bien también es parte del plan.

El nutricionista Víctor Serrano en su clínica
Pero la alimentación no lo es todo. El descanso y el ejercicio forman parte inseparable del proceso. "Tenemos que controlar tres pilares: nutrición, actividad física y descanso. Dormir entre 7 y 9 horas, siempre en horarios regulares, es fundamental para que nuestro ritmo interno no se desajuste", añade Serrano.
Respecto al ejercicio, recomienda combinar actividades de fuerza, cardio y flexibilidad. Y sobre todo, hacerlo de forma progresiva. "No hace falta matarse en el gimnasio. Lo importante es retomar el ritmo con regularidad y que sea sostenible".
Uno de los errores más comunes es eliminar comidas, con la esperanza de acelerar la pérdida de peso. Víctor Serrano lo desaconseja claramente: "Pasar muchas horas sin comer puede aumentar la ansiedad y llevarnos a picar alimentos poco saludables. Además, ralentiza el metabolismo y puede hacernos perder músculo en lugar de grasa".

Dos personas cocinando
Aunque reconoce que los ayunos intermitentes están de moda, no los considera necesarios para todo el mundo. "No hacen falta para perder peso. Si comemos bien y nos mantenemos activos, se puede adelgazar de forma sana y sin sufrimiento", insiste. Motivación y constancia, no magia.
Para quienes aún se resisten a volver a cuidarse, Serrano recomienda fijar pequeños objetivos y hacer un seguimiento del progreso. "Pesarse una vez por semana, apuntarlo, ver la evolución... son detalles que ayudan a motivarse. Pero sin obsesionarse con el número: hay semanas en las que se puede retener líquidos, y eso no significa que no haya avance".
Y para quienes necesitan un empujón extra, lo tiene claro: acudir a un profesional. "Un nutricionista te guía, te mide con precisión, te personaliza el plan y te responsabiliza. Se pierde más peso cuando se tiene seguimiento, y sobre todo, se gana en salud".
En definitiva, septiembre es el momento perfecto para reconectar con uno mismo, recuperar el equilibrio y volver a sentirse bien. Sin dietas milagro, sin castigos. Solo con constancia y sentido común.