Este es el motivo por el que no descansas bien y olvidas las cosas: ambas cosas están conectadas y lo demuestran varios estudios
¿Te cuesta conciliar el sueño y notas que últimamente olvidas cosas con frecuencia? Un equipo de investigadores ha dado con una pista que podría explicar esta desconexión entre descanso y memoria

Chico con estrés
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Vivimos deprisa, muy deprisa. La rutina nos empuja, el reloj nos persigue y la exigencia marca cada uno de nuestros pasos. En este contexto, el estrés se ha convertido en una compañía silenciosa, casi normalizada aunque no debería ser así.
El estrés no es solo estar ocupado, cansado o tener muchas cosas que hacer. Es una respuesta del cuerpo ante una presión que percibimos como excesiva o constante. Puede ser algo que nos active puntualmente, pero cuando es algo recurrente termina desgastándonos.
El estrés constante afecta al sueño, al ánimo, a la salud física y a las relaciones personales. Sin embargo, a pesar de los síntomas, muchas veces lo ignoramos, lo justificamos o lo disfrazamos de productividad. Pero identificarlo y buscar soluciones debería ser una prioridad.
El triángulo que condiciona nuestra mente
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El estrés puede interrumpir nuestro sueño y las consecuencias van mucho más allá del simple agotamiento. Afectan directamente a la memoria, a la concentración y al equilibrio emocional. El estrés y la falta de sueño forman una combinación peligrosa para nuestro cerebro.
Cuando estamos estresados, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol, que nos mantiene en estado de alerta. Esta activación continua interfiere con los ritmos naturales del sueño, dificultando el descanso.
Si no dormimos bien, el cerebro no puede procesar ni consolidar adecuadamente la información que recibe durante el día. Por eso se producen olvidos frecuentes, dificultad para retener ciertos datos, fallos de concentración y sensación constante de confusión mental.

El problema de dormir mal
Estudios que lo demuestran
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Existen numerosos estudios que han demostrado que la falta de sueño por estrés puede causar problemas en la concentración, el tiempo de reacción y la toma de decisiones. Este círculo vicioso puede minar nuestra salud cognitiva.
Varias investigaciones de la Asociación Americana de Psicología (APA ) han demostrado que las personas que reportan niveles de estrés más altos tienden a dormir menos horas por noche y a tener una calidad del sueño inferior.
Otro de los estudios lo ha realizado la investigadora Shinjae Chung, de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos. Este experto ha dedicado esfuerzos a explorar una vía neuronal en ratones machos en la que el estrés puede influir y provocar alteraciones del sueño y la memoria.

Ratones de laboratorio
investigación de una vía neuronal en ratones machos
Para la investigación, los científicos activaron artificialmente neuronas en el núcleo paraventricular del hipotálamo (NPV) previamente asociadas con el estrés. Esta manipulación experimental provocó que los ratones durmieran menos y afectó su rendimiento en una tarea de memoria.
Cuando investigaron más a fondo, los investigadores descubrieron que el estrés y la activación artificial de las neuronas del NPV se dirigían por separado a otra región cerebral llamado hipotálamo lateral (HL).
Esta vía neuronal que va del NPV al HL podría estar implicada en el deterioro de la memoria y las interrupciones del sueño relacionados con el estrés. Los resultados mostraron que el estrés empeora la calidad del sueño y puede perjudicar a la memoria.