La estrategia con Marruecos tiene nuevas consecuencias: este país vecino recibirá energía que era para España

Un giro en la diplomacia internacional entre dos países cercanos a la península ibérica está reconfigurando el mapa energético del Mediterráneo

El Rey Mohammed VI recibe al presidente español
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Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, fue recibido esta semana en Roma con honores de estrella de rock. El protocolo italiano, encabezado por la primera ministra Giorgia Meloni, desplegó alfombras rojas y un despliegue mediático inusual para rubricar una alianza estratégica que sella el nuevo rumbo de Argelia: Italia se ha convertido en su principal socio energético y político en Europa, un puesto que durante años ocupó España.

Este giro, impulsado por la crisis diplomática entre Madrid y Argel tras el apoyo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, está reconfigurando el mapa energético del Mediterráneo. Mientras Italia asegura suministros de gas a largo plazo, España asume el riesgo de perder no solo influencia geopolítica, sino también acceso a recursos clave en un momento de volatilidad global.

 El pacto que cambia las reglas del juego  

El acuerdo firmado entre Tebboune y Meloni abarca cooperación en migración, terrorismo y seguridad marítima, pero su núcleo es energético. La petrolera italiana Eni y la argelina Sonatrach sellaron un contrato por 13 millones de euros para explorar y extraer gas en el yacimiento de Berkine, al sur de Argelia, ampliando una colaboración que ya representa el 27% del gas importado por Italia, solo superado por el ruso. Según fuentes del sector, el objetivo es aumentar los envíos a 30.000 millones de metros cúbicos anuales, cifra que superaría los volúmenes históricos destinados a España.

El embajador argelino en Roma, Abdelkrim Touahria, confirmó que los suministros adicionales a Italia se mantendrán "al mismo precio", una ventaja clave en un mercado disparado por la guerra en Ucrania. Además, el gasoducto Transmed, que conecta Argelia con Italia a través de Túnez, opera a solo dos tercios de su capacidad (33.500 millones de m³), lo que permite incrementos inmediatos sin nuevas infraestructuras. "Esto mitigará el impacto de las sanciones a Rusia", destacó Touahria.

 El coste del giro español en el Sáhara  

El acercamiento argelino-italiano no es casual. Argelia lleva meses señalando su malestar con España tras la carta del presidente Pedro Sánchez al rey Mohamed VI en marzo de 2022, donde calificó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara como la solución "más seria y creíble". Para Argel, tradicional aliado del Frente Polisario, este gesto fue una traición a su histórica neutralidad. La retirada del embajador argelino en Madrid y la congelación de acuerdos comerciales fueron solo el primer paso. Ahora, el gobierno de Tebboune prioriza a Italia como "modelo económico" y "socio privilegiado", según sus propias palabras.

Las consecuencias para España son tangibles. Argelia ya cerró en 2021 el gasoducto Magreb-Europa (GME), que suministraba 6.000 millones de m³ anuales a través de Marruecos, y aunque el Medgaz (conexión directa con Almería) aumentó su capacidad a 10.500 millones de m³, los volúmenes siguen por debajo de los niveles previos. Además, Sonatrach advirtió en octubre de 2022 que revisaría al alza los precios para su "cliente español", una medida que no aplicaría a Italia.

Georgia Meloni, `primera ministra de Italia

DPA vía Europa Press

Georgia Meloni, primera ministra de Italia

 Italia, el gran ganador  

Mientras España lidia con las secuelas de su realineamiento con Marruecos, Italia capitaliza su diplomacia. El primer ministro Mario Draghi inició este acercamiento en abril de 2022 con una visita a Argel, donde firmó un aumento del 40% en las compras de gas. Roma también ofrece lo que Argelia más necesita: inversión en infraestructuras y tecnología para modernizar su obsoleto sector energético. "Italia es un país con el que compartimos visión estratégica", declaró Tebboune, quien elogió su modelo de pymes, clave para diversificar la economía argelina.

El contexto global juega a favor de este matrimonio de conveniencia. La UE busca reducir su dependencia del gas ruso, y Argelia, que aporta el 11% del suministro europeo, es su alternativa más cercana geográficamente. Francia, aunque incómoda con el ascenso italiano, ha admitido que "diversificar las fuentes es positivo para Europa", como señaló Macron en agosto de 2022.

 Advertencias para España  

Expertos consultados coinciden en que España perdió una oportunidad histórica. "Teníamos gas a la puerta de casa y preferimos complicarnos la vida con barcos de GNL estadounidenses, más caros y menos estables", lamenta un analista del sector 3. El informe del Real Instituto Elcano subraya que, pese a su potencial, Argelia enfrenta desafíos como la caída de producción y altas emisiones de metano, pero concluye: "La UE debe comprometerse con un socio clave".

El mensaje de Argelia es claro: en geopolítica, como en el gas, las decisiones tienen consecuencias a largo plazo. Y esta vez, Italia se lleva el premio que España dejó escapar.

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