Un incendio hizo que tirasen el cuadro de Las Meninas de Velázquez por una ventana: hoy allí está el Palacio Real
Los incendios han sido una de las grandes plagas de la historia y uno de los principales motivos de la pérdida de patrimonio

Sofía Buera descubre las curiosidades de la historia detrás de los incendios con la historiadora Ana Velasco
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En la historia de España, los incendios han dejado cicatrices imborrables, tanto en vidas humanas como en el patrimonio cultural. Uno de los episodios más curiosos ocurrió en la Nochebuena de 1734, cuando un fuego arrasó el Alcázar de los Austrias, la antigua residencia real donde hoy se levanta el Palacio Real de Madrid.
Más curiosidades de la historia
En medio del caos, alguien decidió sacar Las Meninas de Velázquez por una ventana. “Algunos se rajaron, y a Las Meninas les falta un trozo que se perdió con el golpe contra el suelo al aterrizar, pero gracias a eso se pudieron salvar”, explicaba la historiadora Ana Velasco en Herrera en COPE, durante un repaso a los grandes incendios de la historia. La cobertura completa sobre la situación actual de los incendios en España ofrece más detalles sobre la magnitud de estos desastres.
Ana Velasco recordó que aquel incendio “fue asolador y desolador, conmocionando a la España de aquel momento”. Además, no solo se perdieron obras de Velázquez, sino también cuadros de Leonardo, Tiziano y la famosa serie de los 12 césares, que formaban parte de la riqueza artística acumulada desde los tiempos de Isabel la Católica.

Pintura de Las Meninas de Diego Velázquez en la galería de arte del Museo del Prado, Madrid
La rapidez e inventiva de quienes se encontraban en el palacio permitió salvar algunas de las piezas más accesibles, mostrando que, incluso en medio de la tragedia, la creatividad humana puede marcar la diferencia. Más detalles sobre cómo los ganaderos y vecinos han sufrido con los incendios en Castilla y León se pueden consultar en este reportaje de COPE.
Salvando el patrimonio en llamas
El incendio del Alcázar no fue un hecho aislado. La historia mundial está marcada por desastres similares. Desde el fuego de Roma, atribuido erróneamente a Nerón, hasta los devastadores incendios de Constantinopla y la tragedia de Valladolid en 1561, los fuegos han forzado cambios en la forma de construir y organizar las ciudades.
Ana Velasco explicaba que el incendio de Valladolid llevó a Felipe II a replantear el urbanismo, dando lugar a la Plaza Mayor, un modelo que luego se replicó en Madrid y Salamanca, con espacios más abiertos y pórticos. La razón por la que Soria se libró de grandes pérdidas pese a su mayor superficie forestal se analiza con detalle en este artículo de COPE.
Incendios que transformaron ciudades
El desastre de Londres en 1666, que arrasó casi por completo la ciudad, demuestra cómo los incendios podían transformar radicalmente la fisonomía de un lugar, imponiendo nuevas arquitecturas y eliminando construcciones medievales.
De igual modo, el terremoto de San Francisco de 1906, seguido de múltiples incendios debido a la rotura de cañerías de agua y gas, puso en evidencia la necesidad de medidas de prevención más sofisticadas. Incluía seguros contra incendios y mejoras en la infraestructura urbana. El psicólogo Pedro Martínez explica cómo el duelo por estas tragedias afecta a la sociedad en este análisis de COPE.

Esta fotografía histórica muestra un incendio parcialmente bajo control después del terremoto de San Francisco de 1906..
Sofía Buera destacaba en la sección que “si no se hubiese pensado en sacar Las Meninas por la ventana, nos habríamos perdido una de las grandes obras maestras”. Los incendios han sido, y siguen siendo, un recordatorio de cómo la vulnerabilidad de las ciudades y el patrimonio exige preparación, previsión y creatividad para salvar lo más valioso.
La historia nos muestra que cada fuego no solo destruye, sino que también obliga a reinventar el espacio, y a veces, incluso, a salvar un cuadro que hoy se considera un símbolo universal de la cultura española.