En los últimos años, es habitual encontrar gran cantidad de lo que denominados superalimentos. Se trata de productos beneficiosos para nuestro cuerpo porque son una fuente de vitaminas y minerales y que, además, contienen una serie de propiedades específicas que los hacen realmente buenos para incluir en nuestra dieta.

Mientras algunos ayudan a adelgazar, otros son responsables de prevenir distintas enfermedades. Encontramos superalimentos en casi todas las familias de alimentos, aunque es más frecuente en variedades de fruta o verdura, que resultan muy fáciles de preparar y combinar con otros alimentos de nuestra dieta.

Algunos los conocemos porque forman parte de nuestro día a día, como es el caso del plátano y del yogur, pero otros como el gomasio son totalmente desconocidos. Este condimento de origen japonés creado a partir de semillas de sésamo y sal marina puede aportar gran energía y sabor a nuestras comidas. Aunque parezca mentira, su gran cantidad de calcio desbanca por completo a la mismísima leche de vaca y sus grasas, el Omega 3 y el Omega 6, nos previenen de enfermedades cardiovasculares y limpian nuestras arterias. Además, su ingesta puede ayudarnos a evitar el estreñimiento y, en el caso de las personas adultas, a retrasar el envejecimiento por su vitamina E y a mejorar nuestro sueño.

Siguiendo con ellos, sin ninguna duda el curry se alza con la corona, ya que nos ayuda a cuidarnos más y mejor. Esta especie, empleada sobre todo en la cocina hindú y asiática, tiene numerosos valores nutricionales. En primer lugar, ayuda a hacer una mejor digestión, a mejorar el tránsito intestinal y a evitar el estreñimiento. Además, sus antioxidantes frenan el envejecimiento de la piel y de sus organismos.

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Las propiedades del madroño como superalimento

En esta ocasión hablamos del madroño, un fruto muy desconocido, pero que contiene propiedades esenciales y, además, está de temporada durante los meses de otoño. Es un superalimento exótico, también conocido como camururu o canime, es una baya comestible, carnosa, que es de color rojo intenso cuando ya se encuentra madura. Tiene un sabor un tanto agridulce y una pulpa jugosa.

Se recolectan entre los meses de octubre y diciembre y contienen tanto azúcar como fibra y algunos ácidos que comparten con otros alimentos, como la cebolla o las cerezas. Además, tiene múltiples beneficios que lo convierten en un superalimento. En primer lugar, frena el envejecimiento, ya que es rico en antioxidantes y contribuye al buen estado de los tejidos de nuestro cuerpo.

Otro de sus beneficios es que tiene propiedades diuréticas que favorecen la eliminación de toxinas y acaban con la hinchazón abdominal, que tan molesta es en algunas ocasiones. A esto hay que sumar que aporta energía, por lo que comer madroño es una muy buena elección para combatir el cansancio o recuperarse después de hacer ejercicio.