Cada vez es más frecuente ver como la gente recurre a dietas milagro para bajar de peso y perder algunos kilos que consideran que les sobran. Sin embargo, hay otras maneras de mantenerse en forma siguiendo una rutina diaria, como la que siguen en Japón, que cuenta con una de las tasas más bajas de obesidad, en torno al 3%, frente a la de España, que supera el 20.

Los siete pasos que siguen los japoneses para no engordar

En concreto, los japoneses tienen incorporada en su rutina siete aspectos básicos con lo que mantenerse en forma y estar delgados, sin necesidad de recurrir a dietas milagro. En primer lugar, consumen alimentos que llevan asociada una fácil digestión. Son bastante estrictos con su comida, en invierno apuestan por productos crudos para afrontar el calor y en invierno por aquellos que deben estar cocinados.

Por otro lado, utilizan un método concreto para no sentirse nunca muy llenos después de comer. Se trata de la técnica conocida como Hara Hachi Bu y se basa en parar de comer cuando se sienten saciados. Algo que no ocurre en países como España, donde comemos hasta reventar y es habitual darse atracones.

Además, cuentan con una dieta que se basa en el yin y el yang. Eso quiere decir que intentan comer y vivir en armonía, buscando el equilibrio, algo que aplican en su dieta, su ejercicio y sus espacios de meditación. En concreto, en la comida, más o menos la mitad son cereales integrales como puede ser el arroz o la avena, en torno a un 20% fruta y verdura y el restante judías y derivados.

---

---

Junto a esto, practican una técnica concreta de respiración, en la que cogen aire durante tres segundo y los expulsan durante siete. Esto supone que nuestro cuerpo queme más oxígeno y, de manera relacionada, más grasa, ya que esta está compuesta por carbohidrátos, hidrógeno y oxígeno.

En cuanto al deporte, no suelen ir al gimnasio, sino que apuestan por otro tipo de entrenamientos más moderados, que además ayudan a reducir el estrés, como es el yoga. Junto a esto, toman baños calientes de unos 20 minutos a temperaturas en torno a los 40 grados, que fomentan la quema de calorías y tienen otras propiedades beneficiosas, como reducir la inflamación o regular el azúcar en sangre.

El último punto, que es esencial, es una postura para estirar, que se ha hecho popular gracias al método de un médico, Toshiki Fukutsudzi. En concreto, está estudiado que una buena postura favorece el adelgazamiento, se trata de sentarse en el suelo con las piernas estiradas y con una toalla detrás de la espalda. El siguiente paso es, con la toalla debajo de la cintura, intentar acercar los dedos de los pies y, por último, levantar los brazos intentando juntar los meñiques. La postura en cuestión debe mantenerse al menos cinco minutos.