Un estudio confirma las sustancias nocivas que la mayoría de los aires acondicionados desprenden si no los limpias: hay una bacteria peligrosa

En verano es muy habitual usar los aires acondicionados en exceso debido a las altas temperaturas, pero tienen un problema oculto

Instalador de Aire Acondicionado

Aire Acondicionado

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

En pleno verano, el aire acondicionado se convierte en un salvavidas contra las olas de calor. Hogares, oficinas, comercios y coches dependen de él para mantener una temperatura agradable. Sin embargo, detrás de esa brisa fresca puede esconderse un riesgo silencioso: si el aparato no se limpia y mantiene correctamente, puede convertirse en un foco de sustancias nocivas y microorganismos peligrosos.

Un reciente estudio vuelve a poner sobre la mesa un problema del que muchos no son conscientes: los equipos en mal estado no solo enfrían el aire, también pueden liberarlo cargado de bacterias, hongos y compuestos químicos que afectan directamente a la salud.

Dos aparatos de aire acondicionado en el exterior de un edificio

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Dos aparatos de aire acondicionado en el exterior de un edificio

LOS PROBLEMAS DE UN AIRE ACONDICIONADO SIN MANTENIMIENTO

Los especialistas señalan que un aire acondicionado sucio o mal mantenido puede provocar desde alergias y tos recurrente hasta dolor de cabeza, irritación ocular, mareos y fatiga. Este conjunto de molestias es lo que los expertos llaman síndrome del edificio enfermo, y se da sobre todo en espacios donde se pasa muchas horas al día con climatización continua.

En un estudio realizado en India con 400 trabajadores de oficinas climatizadas, se comprobó que quienes pasaban entre seis y ocho horas diarias en estos espacios tenían más problemas respiratorios y un mayor número de bajas laborales que aquellos que trabajaban en lugares sin aire acondicionado.

bacterias en 3D

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Un aire acondicionado puede transmitir muchas bacterias

Cuando los filtros y conductos no se limpian, el aparato puede liberar compuestos como benceno, formaldehído o tolueno. Estas sustancias, presentes en materiales y procesos industriales, irritan las vías respiratorias y, con exposición prolongada, pueden suponer un riesgo para la salud.  

Además, la acumulación de polvo y humedad favorece la proliferación de alérgenos que agravan problemas como el asma o la rinitis.  

El aire acondicionado puede liberar compuestos como benceno, formaldehido o tolueno, que irritan las vias respiratorias

LAS BACTERIAS QUE UN AIRE ACONDICIONADO PUEDE ESPARCER

Uno de los riesgos más serios que señalan los investigadores es la presencia de Legionella pneumophila. Esta bacteria causa la legionelosis, una infección similar a la neumonía que se contrae al inhalar microgotas de agua contaminada. Los síntomas incluyen fiebre alta, tos, dificultad para respirar y malestar general, y en muchos casos requiere ingreso hospitalario.  

Aunque la mayoría de los brotes de legionela están asociados a torres de refrigeración y grandes sistemas de climatización, un equipo doméstico o de oficina en mal estado también puede ser un vehículo de transmisión si acumula agua estancada en su interior.  

La humedad interna de los aparatos crea el ambiente perfecto para hongos como Aspergillus, Penicillium o Cladosporium. En personas con defensas bajas, estas infecciones pueden llegar a órganos como hígado, riñones o cerebro.  

También existen casos documentados en los que el aire acondicionado ha facilitado la propagación de virus. En una guardería de China, un brote de norovirus afectó a 20 niños después de que el patógeno se dispersara desde la unidad de climatización de un baño. Aunque este virus suele transmitirse por contacto directo, en este caso se confirmó que la transmisión fue aérea.  

Pese a estos riesgos, los expertos subrayan que un aire acondicionado bien cuidado no es peligroso. Al contrario, puede ayudar a reducir la concentración de patógenos en el aire, incluidos virus respiratorios como el SARS-CoV-2.  

Unidades de aire acondicionado, España.

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Unidades de aire acondicionado, España.

La clave está en la limpieza regular de los filtros y la desinfección periódica de los conductos. Esto no solo previene problemas de salud, sino que también mejora el rendimiento del aparato y reduce el consumo eléctrico.  

El uso continuo del aire acondicionado puede resecar el ambiente, disminuyendo la humedad relativa y provocando sequedad en nariz y garganta. Esta sequedad reduce la capacidad natural del organismo para frenar la entrada de bacterias y hongos. Por eso, los especialistas recomiendan mantener la humedad entre el 40% y el 60%, usando humidificadores si es necesario.  

El mensaje de los expertos es claro: el aire acondicionado no es el enemigo, pero su mantenimiento no es opcional. Un aparato limpio refresca el ambiente, mejora la calidad del aire y protege la salud. Uno sucio, en cambio, puede convertirse en una amenaza invisible que pasa desapercibida… hasta que aparecen los síntomas.  

Visto en ABC

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