Un estudio confirma las nuevas estaciones climatológicas de la Tierra que los seres humanos están creando con su actividad: cada vez más cambios

Se usan términos como la "estación de la neblina" o la "temporada de basura"

El planeta Tierra

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Durante décadas, se ha hablado del cambio climático como un fenómeno que “llegará” con consecuencias devastadoras. Sin embargo, ese momento ya ha comenzado. Las temperaturas extremas, los incendios forestales más frecuentes y la pérdida de biodiversidad no son amenazas futuras: son síntomas actuales de una transformación profunda del planeta.

Lo que ahora comienza a evidenciarse con más claridad es algo aún más inquietante: la actividad humana no solo está alterando el clima, sino que está dando forma a nuevas estaciones. Estaciones que no aparecen en los calendarios, que no tienen nombre tradicional, pero que ya se sienten y afectan a millones de personas en distintas partes del mundo.

Personas mayores y altas temperaturas

Actualmente nos encontramos en verano

LAS NUEVAS ESTACIONES QUE EL SER HUMANO ESTÁ CREANDO

Un reciente estudio elaborado por expertos en clima y ecosistemas en The Conversation confirma una realidad sorprendente: los seres humanos están provocando la aparición de estaciones inéditas, que no responden al patrón natural de primavera, verano, otoño e invierno. Estas estaciones no surgen por causas astronómicas o cíclicas, sino por el impacto directo de nuestra actividad.

Un ejemplo claro lo encontramos en el sudeste asiático, donde cada año aparece la llamada “estación de la neblina”, provocada por la quema masiva de vegetación para usos agrícolas. El humo denso cubre regiones enteras, dificultando la respiración, afectando la salud pública y alterando la vida cotidiana de millones de personas.

Se ve una luna creciente junto con Venus durante una rara alineación de cuatro planetas, Venus, Júpiter, Marte y Saturno en Srinagar.

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Los ciclos lunares, una de las claves de este estudio

Otro caso llamativo es el de la “temporada de basura” en Indonesia, donde los plásticos arrastrados por las mareas se acumulan en las playas durante meses, especialmente entre noviembre y marzo. Esta estampa, que debería ser una excepción, se ha convertido en una fase del año tan reconocible como el monzón o la estación seca.

Mientras emergen estos nuevos ciclos, otros tradicionales empiezan a desdibujarse. Las estaciones clásicas pierden fuerza o se adelantan. Por ejemplo, en los Alpes, la falta de nieve ha reducido la temporada de deportes de invierno, con consecuencias económicas directas para las comunidades de montaña.

Los científicos proponen usar el término "estaciones sincopadas", porque son más intensas o breves de lo habitual

En Inglaterra, aves marinas han dejado de reproducirse en sus periodos habituales, debido a los cambios de temperatura y de disponibilidad alimentaria. Esto afecta no solo a las especies en sí, sino a todo un equilibrio ecológico que se tambalea.

LOS NUEVOS TÉRMINOS QUE LOS CIENTÍFICOS UTILIZAN PARA HABLAR DE ESTO

Los científicos utilizan ya nuevos términos para describir esta transformación del calendario natural: estaciones sincopadas (más intensas o más breves de lo habitual) y estaciones arrítmicas, en las que el orden natural se rompe: primaveras que llegan antes de tiempo, veranos que se alargan sin fin y otoños que apenas existen.

Más allá de la ciencia, estos cambios tienen consecuencias directas sobre la vida de la gente. En el norte de Tailandia, por ejemplo, la alteración de las lluvias y la construcción de presas han cambiado el curso de los ríos, lo que complica seriamente la pesca y los cultivos de los que dependen comunidades enteras.

En esas zonas, los nuevos patrones ya no se miden por estaciones tradicionales, sino por el comportamiento del clima: cuándo llueve, cuándo hay humo, cuándo llegan los residuos. El calendario agrícola y cultural se ve forzado a adaptarse a un entorno cada vez más imprevisible.

Una de las propuestas que surgen a raíz de este estudio es repensar nuestra manera de entender el paso del tiempo. Hoy, gran parte del mundo se rige por relojes, fechas y normas estándar, sin prestar atención a los ciclos naturales que durante siglos marcaron el calendario de muchas culturas.

Tormenta, lluvia, cielo nuboso

Europa Press

Tormenta, lluvia, cielo nuboso

Los investigadores apuntan que volver a observar los ritmos de la naturaleza —como el comportamiento de los animales, las fases lunares o los ciclos de lluvia— podría ayudarnos a comprender mejor lo que está ocurriendo y a tomar decisiones más sostenibles.

Aunque estas nuevas estaciones no tienen nombre oficial ni aparecen en los libros de texto, ya están presentes y afectan a la salud, la economía y la vida social de millones de personas. La gran pregunta es si las sociedades están preparadas para asumir este nuevo tiempo.

Los científicos advierten que si no se abordan las causas estructurales —como la deforestación, las emisiones contaminantes o las prácticas agrícolas agresivas—, estas estaciones humanas podrían intensificarse y volverse permanentes. Un aviso ciertamente importante.

Herrera en COPE

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