El reloj que encargó Carlos IV y sigue funcionando 200 años después: el tesoro oculto del Palacio Real

La obra «Cronos» o «el tiempo», del relojero francés François Louis Godon, fue creada para el rey Carlos IV en 1798 y destaca tanto por su valor artístico como por su profundo contenido alegórico

El reloj que encargó Carlos IV y sigue funcionando 200 años después: el tesoro oculto del Palacio Real

Mariscal


Redacción TRECE

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François-Louis Godon, reconocido relojero francés, desempeñó un papel clave en la introducción de la alta relojería y las artes decorativas en la corte española. Nombrado relojero de cámara por el rey Carlos III el 9 de mayo de 1786, fue destinado al servicio del Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV. Su labor no se limitó a la relojería: ejerció sobre todo como marchand mercier, es decir, comerciante de objetos de arte de lujo.

Un año antes de su nombramiento, Godon se había asociado en París con Jean-Baptiste-André Furet, cuyos relojes comenzaron a adornar estancias del nuevo Palacio Real de Madrid y otros sitios reales.  A lo largo de su carrera en España, Godon suministró a los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma una amplia variedad de objetos decorativos procedentes de París, entre ellos relojes, joyas y muebles. Falleció el 17 de enero de 1800 en Bayona, mientras se dirigía a Madrid con un valioso cargamento de piezas destinadas a la familia real.

El emblemático encargo de Carlos IV

En el corazón del Palacio Real de Madrid, en la exquisita antecámara Gasparini, se encuentra una de las piezas más emblemáticas y simbólicas de las reales colecciones: el reloj denominado «Cronos» o «el tiempo», obra del célebre relojero francés François Louis Godon. Esta magnífica creación fue encargada por el rey Carlos IV en el año 1798 y destaca tanto por su valor artístico como por su profundo contenido alegórico.

Detalle del retrato de Carlos IV por Francisco de Goya, 1789. N ºInv 76. Real Academia de la Historia

Real Academia de la Historia

Detalle del retrato de Carlos IV por Francisco de Goya, 1789. N ºInv 76.

El reloj se sitúa actualmente en la antecámara Gasparini del Palacio Real de Madrid, un espacio que destaca por su decoración de estilo rococó y por albergar algunas de las obras más refinadas del mobiliario y las artes decorativas de la época. La elección de este emplazamiento no es casual: el entorno lujoso y minuciosamente ornamentado potencia el impacto visual de la pieza, integrándola armónicamente en el conjunto artístico del palacio.

Su significado

Esta obra no es un simple mecanismo de medición horaria. Es, en esencia, una representación visual y alegórica del paso del tiempo. La figura central es Cronos, el dios griego que personifica el tiempo, caracterizado por portar una guadaña, su atributo más reconocible. Esta herramienta, tradicionalmente asociada con la siega, simboliza la inexorabilidad del tiempo que todo lo transforma y eventualmente acaba.

Junto a Cronos se encuentra un putto, figura infantil mitológica de origen clásico, que en esta composición sostiene un reloj de arena. Esta imagen refuerza la metáfora del tiempo fugaz, mostrando cómo cada instante se escurre irremediablemente, como los granos de arena entre los dedos. La interacción entre ambos personajes no solo ilustra la naturaleza cíclica y efímera del tiempo, sino también la tensión entre la juventud y el paso de los años.

Funciona más de 200 años después  

El reloj «Cronos» o «el tiempo», obra del relojero francés François Louis Godon, sigue funcionando más de dos siglos después de su creación gracias a una combinación de factores clave relacionados con su calidad de fabricación, el valor histórico que representa y los cuidados especializados que ha recibido.

  • Alta calidad de manufactura: Godon era un maestro relojero de gran prestigio en la corte española del siglo XVIII. Las piezas que diseñó y ensambló, muchas en colaboración con artesanos de primer nivel como Jean-Baptiste-André Furet y el esmaltador Joseph Coteau, se realizaban con los mejores materiales y una meticulosa precisión mecánica. El mecanismo interno del reloj «Cronos» fue construido para durar, con componentes bien ajustados y de excelente calidad.

  • Mantenimiento y conservación constantes: Al formar parte de las reales colecciones del Palacio Real de Madrid, el reloj ha sido objeto de revisiones, limpiezas y restauraciones periódicas por parte de relojeros especializados y conservadores del patrimonio. Estos cuidados técnicos aseguran que el mecanismo siga operativo y en condiciones estables.
'El tiempo' del relojero Francisco Luis Godon, relojero (1740-1800)

Patrimonio Nacional

'El tiempo' del relojero Francisco Luis Godon, relojero (1740-1800)

  • Entorno controlado: El reloj se encuentra en un entorno protegido, la antecámara Gasparini del Palacio Real, donde las condiciones de temperatura, humedad y exposición a la luz se mantienen estables. Esto reduce el deterioro de materiales sensibles como el metal, el esmalte y los componentes mecánicos internos.

  • Valor histórico y simbólico: Debido a su importancia artística y simbólica —una representación alegórica del paso del tiempo protagonizada por el dios Cronos—, se ha considerado una prioridad mantener el reloj en funcionamiento como parte del patrimonio cultural español.

En definitiva, la obra de Godon no solo continúa marcando las horas, sino que sigue siendo testimonio vivo de una época en la que la relojería alcanzó cotas insospechadas de belleza y profundidad filosófica. Una pieza que, más de dos siglos después de su creación, conserva intacta su capacidad de fascinar y emocionar.

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