Los abuelos de Marta abrieron la panadería en un pueblo de Zamora hace 60 años y no se imaginaron a quién llegarían sus pastas: "Nos consta que dijo que estaba muy bueno"
La historia de cómo los dulces artesanos de una panadería de apenas 400 habitantes han llegado desde Almeida de Sayago hasta la mesa del papa León XIV