Un estudio revela el alimento típico español con fama de poco saludable, pero que puede tener beneficios para la salud: típico de esta comunidad
Este capricho frito ha sido durante años señalado como poco saludable. Sin embargo, podría tener efectos positivos en nuestro organismo, siempre y cuando se consuma bajo condiciones específicas
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Los torreznos han sido, desde siempre, considerados como enemigos de la salud cardiovascular por su elevado contenido en grasa. Se calcula, que la panceta de cerdo curada, el ingrediente principal de este crujiente alimento, contiene entre un 35% y un 60% de grasa, lo que lo convierte en un alimento con un altísimo índice calórico y aparentemente únicamente con efectos negativos.
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Un estudio científico llevado a cabo en 2024, con el objetivo principal de analizar durante tres meses el impacto del consumo de los torreznos en la salud, logró demostrar que este alimento no solo no es del todo perjudicial, sino que además puede tener beneficios positivos en la salud.
Para ello, se tomó de muestra a mujeres de entre 18 y 90 años, con el objetivo principal de analizar la influencia de este alimento en el organismo, teniendo en cuenta tanto la cantidad de torreznos consumidos, como los alimentos que con los que acompañaban durante su ingesta.
La investigación se centró en torreznos propios de tierras sorianas, elaborados de forma casera y con marca de garantía de Castilla y León, certificadora tanto del origen local como de la calidad de la panceta de cerdo curada. Un producto artesanal, muy diferente en términos de calidad, a las versiones industriales, que por lo general contienen altos niveles de aditivos y conservantes.
La clave está en su preparación
Uno de los pasos más importantes en la elaboración de los torreznos, según muestra este estudio, aparte de la calidad de la panceta y su origen, es el aceite con el que se fríen y poca sal.
Torreznos, preparación añadiendo sal
Siendo el más recomendado para su fritura, el aceite de oliva virgen extra, pues se ha comprobado que favorece la presencia de ácidos grasos monoinsaturados, un tipo de grasa que se desprende tras la fritura de la panceta, y que aporta múltiples beneficios al corazón.
Las grasas monoinsaturadas tienen numerosos beneficios para la salud, pues, reducen los niveles de colesterol LDL, una lipoproteína necesaria, pero perjudicial si sus niveles son altos, que transporta el colesterol desde el hígado hasta las células.
Las grasas monoinsaturadas, presentes en aguacates, frutos secos, aceitunas o aceite de oliva, entre otros, reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cardiacas, además de contener propiedades antiinflamatorias.
como acompañarlos para que sean saludables
Durante el estudio, las participantes consumieron 150 gramos de torreznos semanales, siempre acompañados por fibras vegetales. Se comprobó que esta combinación, fue clave para equilibrar la ingesta dietética, favoreciendo la absorción de las grasas contenidas en los torreznos.
Torreznos con patatas.
El estudio siguió de cerca a las mujeres durante un periodo de 90 días, realizando un seguimiento personalizado, todas ellas tenían en común que padecían riesgos cardiovasculares. Pese a ello, todas presentaban diferencias en cuanto a su estilo de vida; muchas de ellas eran sedentarias, mientras que otras llevaban una vida activa, un factor que influyó de forma significativa en los niveles finales de colesterol.
Las mujeres activas, que acompañaron el consumo de torreznos con una dieta rica en fibra vegetal, mostraron, al finalizar el estudio, reducción del apetito, una disminución de los niveles de colesterol LDL (considerado perjudicial) y un aumento de colesterol HDL (beneficioso), además de presentar de forma generalizada una disminución en la presión arterial.
Entonces, ¿su consumo tiene más efectos positivos que negativos?
El estudio concluye apuntado que no se deben de incluir torreznos como parte semanal de nuestra dieta, pues no tienen el mismo valor nutricional que carnes magras como el pollo o el pavo, pero sí incluir este alimento de forma puntual.
Apuntan que se deben de consumir torreznos, siempre y cuando su consumo vaya acompañado por fibras vegetales. Un consumo de manera puntual, en personas activas y sanas, favorecería la producción de colesterol HDL, reduciendo el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares.
Aceite de oliva
Una deficiencia de este estudio, según apuntaban sus creadores, consistió en incluir únicamente a mujeres, dejando en el aire si a los hombres el consumo de torreznos, les afectaría de forma diferente o similar.
En resumen, los torreznos podrían convertirse en un aliado ocasional dentro de una dieta mediterránea variada, siempre y cuando se preparen de forma adecuada: con poco uso de sal, fritos en aceite de oliva y acompañados de alimentos ricos en fibra.
El estudio finaliza subrayando que el impacto de los torreznos en la salud, no depende únicamente de su forma de preparación, sino también del estilo de vida de quienes lo consumen. Ambos factores determinantes que reflejan el estado general de salud.