Esto es lo que deben hacer los propietarios de viviendas para evitar okupaciones en verano: "Si lo ven, descartan la casa"
Moradai, especialista en tecnología, aclara qué pasos darán los okupas este 2025 antes de okupar una casa y cómo identificarlo

La entrada de un edificio okupado en Madrid
Madrid - Publicado el
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La okupación en España sigue siendo una problemática creciente, con cifras que reflejan un aumento del 7,4% en denuncias por intrusión en inmuebles durante 2024, alcanzando las 16.426, según datos del Ministerio del Interior. Cataluña lidera este preocupante ranking, con 7.009 casos (el 40% del total nacional), seguida de Andalucía (2.207) y la Comunidad Valenciana (1.767). Aunque el primer trimestre de 2025 registró un descenso del 1,2% en desahucios, los procedimientos por ocupación ilegal repuntaron un 5,2%, evidenciando un desafío persistente para propietarios y autoridades.
En este contexto, Moradai, experto en seguridad y tecnología, ha viralizado en TikTok un análisis detallado sobre los seis pasos que siguen los okupas para usurpar viviendas, así como estrategias clave para prevenirlo. Su vídeo, visto por miles de usuarios, desvela tácticas organizadas y recomienda medidas prácticas para proteger segundas residencias, especialmente vulnerables por su desocupación prolongada.
El modus operandi de los okupas: seis pasos
Moradai describe un proceso metódico que inicia con el “paseíllo”: los okupas recorren barrios durante días, observando viviendas sin señales de actividad. “Toman notas y buscan propiedades con buzones abarrotados, jardines descuidados o persianas siempre bajas”, explica. Una vez identificado el objetivo, marcan la puerta con “señales invisibles”, como rayas discretas o símbolos, para comunicarse con otros miembros de la red.

Enseres en la calle durante el desalojo de diez viviendas okupadas
La operación se ejecuta en grupo: mientras unos vigilan el entorno, otros ingresan equipados con “mochilas que llevan cizallas, taladros y cerraduras nuevas”. Su objetivo es forzar el acceso rápidamente y reemplazar la cerradura original, consolidando su control sobre la propiedad. “Cambiar la cerradura es crítico: les da la llave y les permite argumentar posesión”, advierte Moradai. Finalmente, colocan un “cartel ilegal” en la puerta, a menudo con lenguaje jurídico ambiguo, para disuadir la intervención policial inmediata.
Prevención: tecnología y vigilancia
Frente a esta amenaza, el experto enfatiza que la solución más efectiva es combinar tecnología con vigilancia humana. “Si los okupas ven movimiento, descartan la casa”, afirma. Recomienda:
- Revisiones periódicas: Pedir a vecinos o servicios de confianza que visiten la propiedad semanalmente, recojan correo y simulen actividad.
- Sistemas de detección temprana: Instalar alarmas con sensores en puertas y ventanas conectadas a centralitas o notificaciones móviles, capaces de alertar en tiempo real.
- Refuerzo físico: Cerraduras antibumping, cristales laminados y puertas blindadas aumentan la dificultad de entrada.
Además, sugiere herramientas tecnológicas como el 'Certificado de Morada', un sistema que registra digitalmente la presencia habitual de los propietarios mediante escáner facial y pruebas almacenadas en la nube. “Esto ayuda a demostrar ante las autoridades que la vivienda es morada legal, acelerando el desalojo”, señala.
El papel de la comunidad y el marco legal
Más sobre okupación
Moradai y otros expertos subrayan la importancia del entorno vecinal. Casos como el citado por un seguidor en TikTok (donde los vecinos detuvieron un intento de okupación en una vivienda vacía) demuestran que la colaboración local es disuasoria. Sin embargo, también recuerdan que cualquier acción contra okupas debe ser legal: cortar suministros o entrar por la fuerza puede derivar en denuncias por coacciones.
Las diferencias jurídicas entre “allanamiento de morada” y “usurpación” complican el escenario. Mientras el primero permite un desalojo rápido al afectar viviendas habitadas, la usurpación (aplicable a segundas residencias) requiere largos procesos judiciales. Por ello, convertir la propiedad en 'morada' mediante alquiler o certificados es clave para blindarla.