Lleva el codo en la ventanilla del coche, la Guardia Civil le dan el alto y lo que le dicen cambia si le multan o no

La DGT aclara lo que puede suceder cuando conducimos con este gesto tan habitual como cinematográfico durante los veranos por las carreteras españolas

Hombre conduciendo un coche con la ventanilla lateral abierta y el codo fuera

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Hombre conduciendo un coche con la ventanilla lateral abierta y el codo fuera

José Manuel Nieto

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3 min lectura

El verano no solo transforma el paisaje de las carreteras españolas, también la forma en la que los conductores se enfrentan al volante. Con el termómetro superando los 35 grados, las conductas al volante se relajan y se multiplican los gestos que parecen inofensivos, pero que pueden terminar en sanción. La DGT insiste en que el calor no justifica que se pierda la atención al conducir y recuerda que ciertos comportamientos, por habituales que sean, pueden acarrear una multa.

Entre las costumbres más repetidas figura un clásico del verano: sacar el codo por la ventanilla mientras se conduce. Es un gesto muy cinematográfico, asociado a la idea de libertad, pero lo cierto es que no siempre está exento de consecuencias legales.

El codo en la ventanilla

Abrir las ventanillas en los días de bochorno puede ser inevitable cuando no hay aire acondicionado, pero colocar el brazo fuera del coche es otra cosa. La Guardia Civil de Tráfico puede detener a un conductor por llevar el codo en la ventanilla, aunque la clave está en lo que el agente perciba en ese momento. No existe una sanción directa y automática por ese gesto, pero si el agente interpreta que compromete la seguridad, la multa será casi segura.

El Reglamento General de Circulación establece de forma clara que el conductor debe mantener siempre una posición adecuada, plena libertad de movimientos y control absoluto del vehículo. En este sentido, el artículo 18.1 obliga a conservar una postura correcta al volante; el 17.1 exige que el conductor pueda controlar en todo momento su coche; y el artículo 3.1 señala la necesidad de conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar daños.

Mujer en un viaje por carretera conduciendo un automóvil por una carretera rural a través de la naturaleza verde con el codo apoyado en la ventana

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Mujer en un viaje por carretera conduciendo un automóvil por una carretera rural a través de la naturaleza verde con el codo apoyado en la ventana

Es decir, no se sanciona el codo por sí mismo, sino la posible pérdida de control que pueda derivarse de esa postura. Las multas, según el grado de gravedad, oscilan entre los 80 y los 200 euros. 

La DGT y las sanciones

La Dirección General de Tráfico ha insistido en varias ocasiones en que su objetivo no es multar por gestos aislados, sino por situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad. De hecho, los datos sobre multas de tráfico y su impacto económico son cada vez más objeto de debate. Según revelaba COPE en este análisis, el sistema sancionador tiene también una función recaudatoria que no pasa desapercibida.

En provincias enteras, la recaudación de la DGT se dispara. Un ejemplo es el caso de Madrid, donde, tal como informó COPE en este reportaje, la cantidad ingresada triplica a la de Barcelona en un solo año. Todo ello mientras los conductores se preguntan hasta qué punto ciertos gestos, como llevar el brazo apoyado en la ventanilla, son realmente sancionables.

Pareja joven en vacaciones de verano conduciendo un coche y él va con el codo por fuera de la ventianilla

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Pareja joven en vacaciones de verano conduciendo un coche y él va con el codo por fuera de la ventianilla

La clave, en todo caso, sigue estando en la interpretación del agente. El conductor puede ir tranquilo si mantiene el control absoluto del coche, pero si la Guardia Civil percibe que la postura compromete la seguridad, el alto está asegurado. La diferencia entre irse de vacaciones con una anécdota o con 200 euros menos en el bolsillo depende, literalmente, de cómo se valore ese gesto.

En definitiva, la DGT no multa directamente el hecho de llevar el codo en la ventanilla, pero sí lo hará si el agente interpreta que esa postura interfiere con la seguridad vial. Una decisión que, como ya sucedió con otros casos en los que un juez corrigió sanciones de tráfico, siempre podrá ser revisada, aunque con el riesgo de que el bolsillo del conductor se vea afectado antes de que llegue la justicia.

El gesto, tan veraniego como cinematográfico, se mantiene en una fina línea entre la costumbre y la sanción. Y en esa frontera, como recuerda la propia DGT en múltiples avisos, el consejo es claro: lo importante es mantener siempre el control y evitar cualquier distracción.

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