Javier Quintero, psiquiatra: “Hay que hacer este ejercicio para rebajar un poco esa tensión que mantenida en el tiempo simplemente es insostenible y nos lleva a ese concepto de vulnerabilidad”
El psiquiatra y escritor contaba en 'La Tarde' cómo podemos cuidar de nuestra salud mental en el día a día y evitar desarrollar distintas enfermedades y trastornos

Publicado el
4 min lectura
“¿Cómo estás?” Es una pregunta que hacemos a nuestros conocidos, amigos, familiares o vecinos cuando tenemos la ocasión. Y aunque la respuesta siempre suele ser muy sencilla, porque respondemos con un “bien”, lo cierto es que puede esconder muchos matices.
Y es que, muchas veces, lo que uno querría responder es que no se encuentra bien, que lleva una semana o una temporada más bien larga estresado y que eso le está afectando a toda su salud. A veces, cuando uno quiere gritar y pedir ayuda, ya es demasiado tarde.
Porque sí, a veces llevamos todo tan hasta el extremo que acabamos cayendo en trastornos y en enfermedades que podían haberse evitado. Todos en algún momento nos sentimos frágiles. Nos puede pasar a cualquiera, a un adolescente que no desconecta del móvil, a una madre que se siente agotada, alguien que cuida de otros, pero se olvida de sí mismo o simplemente quien siente que el mundo va demasiado deprisa.
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y el lema de este año dice mucho: “Compartimos vulnerabilidad, defendamos nuestra salud mental”.
Pero, ¿cuidamos verdaderamente de nuestra salud mental en el frenesí del día a día? Es lo que nos preguntamos con Javier Quintero, psiquiatra y colaborador de 'La Tarde'.
Todos podemos ser víctimas
Seguro que muchas veces has oído hablar de que tal compañero de trabajo, o este otro conocido ha caído en una depresión. O, quizá, que ha sido diagnosticado con algo más grave. Nos suele parecer lejano, pero lo cierto es que está a la orden del día y, sí, también te puede pasar a ti.
“Todos somos potencialmente vulnerables. Hay una parte biológica genéticamente determinada que impacta en el desarrollo de nuestro cerebro y eso es muy importante, pero hay una parte psicológica que tiene que ver con lo que hacemos y cómo lo hacemos, es nuestras estrategias de afrontamiento, el cómo de alguna forma gestionamos nuestro día a día” explicaba.
Y no solo eso, porque el factor social también puede ser determinante para caer o no en una depresión o sufrir trastornos de salud mental.

Salud mental
Puede que tú, a lo largo de tu vida, hayas presentado algún síntoma que sea de preocupar y que, sin embargo, hayas decidido callar porque te da miedo afrontarlo. Por eso mismo, Javier Quintero anima a romper con ese tabú.
“Han dado una imagen del enfermo mental un tanto compleja. Y luego a partir de ahí hay una parte de desconocimiento. Hay una falta de educación en torno a lo que implica la salud mental y sobre todo lo que tiene que ver con la educación emocional” explicaba.
Por eso, pedía que si vemos a nuestro alrededor síntomas o una persona que esté sufriendo, ayudemos y demos la voz de alarma.
El ejercicio para saber parar a tiempo
Está claro que vivimos en una sociedad donde el ritmo es frenético y eso provoca que vayamos rápido a todos lados y que, queramos o no, nuestra salud mental se resienta.
“De alguna forma está condicionando un estrés que no estamos sabiendo manejar des punto de vista global. Nuestro cerebro está perfectamente o nuestro cuerpo diseñado para hacer y gestionar picos temporales de estrés más o menos mantenidos en el tiempo. Cuando esto se sostiene en el tiempo y es continuo y no encontramos momentos de desconexión, de calma, de alguna forma de ser capaces de rebajar esa actividad, ese estrés mantenido en el tiempo es lo que efectivamente acaba condicionando pues ese desgaste” explicaba el psiquiatra.
Como decía, este estrés prolongado no es sano para nuestra salud mental, pero tampoco para la física, ya que podemos empezar a somatizar. Pero, ¿qué podemos hacer para evitarlo?

Salud mental
Pues Javier Quintero propone un sencillo ejercicio. “Dedícate 5 o 10 minutos cada día. Todo el mundo tiene minutos para en un momento ser capaz de parar, ser capaz de respirar, ser capaz de leer, ser capaz de escuchar música, ser capaz de darse un paseo, ser capaz de parar y cuidarse” comenzaba diciendo.
“Hay un momento en el día en que uno tiene que ser capaz de parar, hacerse un paréntesis con lo que está ocurriendo, hacer otra cosa, desconectar para después volver a reconectar, siendo capaz de haber aflojado, haber relajado un poco esa tensión que mantenida en el tiempo simplemente es insostenible y nos lleva a ese concepto de vulnerabilidad” sentenciaba.