Pilar García de la Granja señala los tres gastos que eliminaría para poder llegar al 5% que pide la OTAN: "¿Hay que darles 400 euros?"

La periodista económica Pilar García de la Granja ha puesto el foco en los ajustes presupuestarios que España debería realizar para cumplir con el 5% del PIB en gasto de defensa exigido por la OTAN, una cifra que el Gobierno de Pedro Sánchez ha rechazado por considerarla incompatible con el Estado del bienestar. En una intervención contundente en La Linterna, García de la Granja enumeró tres partidas de gasto público que, a su juicio, podrían suprimirse para liberar fondos: los 400 euros para jóvenes de 18 años, las subvenciones al Interrail y la compra del 10% de Telefónica por parte del Estado.

 La presión de la OTAN y la amenaza de Trump  

La cumbre de la OTAN en La Haya ha marcado un hito histórico al acordar que los aliados incrementen su gasto militar hasta el 5% del PIB para 2035, un objetivo impulsado por Donald Trump y respaldado por 31 de los 32 países miembros. España, sin embargo, se ha desmarcado, comprometiéndose solo a alcanzar el 2,1% en 2025. Esta postura ha desatado las críticas del presidente estadounidense, quien amenazó con imponer aranceles comerciales del doble a España si no alineaba sus contribuciones con las de sus socios.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, respondió a Trump recordando que las negociaciones comerciales son competencia de la Unión Europea, no bilaterales. Pero la polémica sigue abierta: mientras Sánchez defiende que el 2,1% es "suficiente y realista", otros líderes europeos, como la primera ministra danesa Mette Frederiksen, han tachado de "imposible" disuadir amenazas como la rusa con ese nivel de inversión.

 La propuesta de García de la Granja  

Frente a este escenario, Pilar García de la Granja planteó en La Linterna un debate incómodo pero necesario: ¿en qué recortar para financiar la defensa sin afectar servicios básicos? La periodista arrancó su análisis con una pregunta retórica: "¿Hay que dar 400 euros a los chavales cuando cumplen 18 años para que vayan a conciertos?". Se refería al Bono Cultural Joven, una medida aprobada en 2022 que destina 400 euros a jóvenes para actividades culturales. "En un contexto de prioridades estratégicas, esto es un lujo insostenible", afirmó.

El segundo gasto cuestionado fue la subvención del 90% al Interrail para menores de 30 años, una iniciativa que permite viajar por Europa casi gratis. "¿Es esto una necesidad o un capricho? Mientras discutimos si llegar al 5% en defensa, regalamos viajes. No tiene sentido", argumentó. García de la Granja vinculó esta partida con la falta de rigor fiscal, señalando que, según inspectores de Hacienda, España necesitaría 100.000 millones adicionales anuales para cumplir con la OTAN.

Pero el tercer ejemplo fue el más polémico: la compra por 2.000 millones de euros del 10% de Telefónica por parte del Estado. "¿Para qué? Para tener un asiento en el Consejo de Administración. Es un gasto político, no estratégico", criticó. La periodista recordó que este dinero podría destinarse a modernizar el ejército o a proyectos de I+D militar, áreas donde España arrastra un déficit crónico.

 La reacción política y el dilema social  

Las declaraciones de García de la Granja reabren el debate sobre el coste del Estado del bienestar frente a la seguridad colectiva. Mientras el Gobierno insiste en que el 5% obligaría a recortar en sanidad y educación —Sánchez mencionó 300.000 millones en ajustes hasta 2035—, la periodista replicó: "No hablamos de tocar derechos fundamentales, sino de eliminar gastos superfluos".

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha admitido que España podría lograr sus "objetivos de capacidad" con menos del 3,5% exigido, pero solo si demuestra eficiencia. Sin embargo, países como Bélgica ya han ironizado sobre la postura española: "Si Sánchez lo logra con el 2,1%, será un genio", dijo el líder nacionalista Bart De Wever.

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 ¿Austeridad o riesgo geopolítico?  

El análisis de García de la Granja apunta a un conflicto más profundo: la falta de consenso sobre qué gastos son prescindibles en una crisis global. Mientras Trump presiona y la UE evita una ruptura, España se debate entre mantener su modelo social o asumir un rol más activo en la defensa occidental. "Si sumamos estos tres ejemplos —los 400 euros, el Interrail y Telefónica—, ya tendríamos una parte del camino recorrido", concluyó la experta.

La pregunta que queda en el aire es si el Gobierno priorizará la austeridad selectiva o seguirá defendiendo medidas que, para muchos, son símbolos de un populismo insostenible. Con la revisión de la OTAN en 2029, el tiempo apremia.