Remei cruzó el Estrecho para ayudar a migrantes africanos en Ceuta y acaba casada con un camerunés: "Me salvó de vivir en el egoísmo"
Comenzó su voluntariado en la Asociación Elín, cruzó miradas en una escalera con Ignace y sus vidas terminarían cruzándose cuando formalizaron su amor en Madrid

Ángel Expósito conoce la historia en la que una voluntaria que viajó a Camerún y allí conoció el amor de su vida
Publicado el
4 min lectura
El drama de la inmigración ha marcado la agenda informativa en los últimos años. Miles de personas arriesgan sus vidas cada día para cruzar el Mediterráneo en busca de una vida mejor. Pero entre esas historias de dolor y esperanza, también surgen relatos de amor que parecen escritos para el cine. Ese es el caso de Remei, una joven española que un día decidió dejar de mirar hacia otro lado y acabó encontrando en Ceuta al hombre con el que compartiría su vida: Ignace, un joven camerunés que sobrevivió a una odisea de más de 5.000 kilómetros a pie.
La historia fue contada en La Linterna, con Ángel Expósito, y se ha convertido en un ejemplo de cómo la solidaridad puede transformar no solo a quienes reciben ayuda, sino también a quienes la ofrecen. “A veces pensamos que estamos aquí para salvar a los que llegan, pero en realidad son ellos los que nos salvan de vivir en el egoísmo”, confiesa Remei al recordar aquel encuentro.
Un cruce de miradas
Todo empezó cuando Remei vio un vídeo en redes sociales sobre la llegada de migrantes en patera. Algo se removió en su interior y decidió viajar en Semana Santa hasta Ceuta para colaborar con la Asociación Elín, vinculada a las Carmelitas de la Caridad de Vedruna. Allí, en una escalera, cruzó una mirada y una sonrisa con Ignace que lo cambiaría todo.

Remei e Ignace con su familia en Camerún
Ignace acababa de llegar tras una travesía durísima desde Yaundé: atravesó desiertos, sufrió violencia en Marruecos y sobrevivió mendigando en los bosques antes de alcanzar la frontera española. “En Ceuta llegué muy cansado física y psicológicamente, pero con esperanza”, relató.
Historias como la suya son cada vez más comunes. De hecho, como recogía COPE en otro reportaje, el precio de llegar en patera a España siempre supera al de un billete de avión, lo que evidencia la magnitud del drama migratorio.
Una historia de esperanza
La relación entre ambos creció a distancia, con llamadas y mensajes. Un año después, ya en Madrid, formalizaron su amor. No fue fácil: tuvieron que superar prejuicios, desconfianzas familiares y esas “paredes invisibles” que la sociedad a menudo levanta. “Yo lo tenía claro, pero a mi familia le costó al principio”, admite Remei.
Más sobre voluntariado
De esa experiencia nació un libro: Pies descalzos, publicado por Ediciones Mensajero. En sus páginas, Ignace narra su viaje, sus miedos y la fe que le sostuvo. Para él, recordar todo lo vivido le sirve de refugio: “Me ayuda a confiar y a dejar en manos de Dios aquello que no puedo controlar”.
En paralelo, ambos fundaron la Asociación Irionjo —que significa “juntos” en la lengua de Ignace— para transformar la vida en Camerún y evitar que otros jóvenes tengan que emigrar. Un compromiso que recuerda a iniciativas similares en pueblos españoles que sorprenden por su capacidad de integración, como relataba COPE en la crónica sobre el pueblo de Segovia donde todos los extranjeros proceden del mismo país.
Proyectos en Camerún
Gracias a esta asociación, el matrimonio impulsa varios programas que ya benefician a niños y familias en Yaundé. Entre ellos destacan:
- Campamentos de verano para niños de barrios humildes.
- Becas escolares para garantizar el acceso a la educación.
- Equipos de fútbol para alejar a los jóvenes de la calle.
- Proyectos agrícolas y de costura, que generan medios de vida sostenibles.
- La reconstrucción de una capilla, donde la madre de Ignace rezó durante cinco años sin noticias de su hijo.
La pareja compagina este trabajo solidario con sus profesiones en Madrid: Remei es profesora en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo e Ignace es auxiliar de enfermería en la Fundación Jiménez Díaz.

Ignace en Camerún
Amor que transforma vidas
Más allá de lo personal, su historia refleja la necesidad de mirar con otros ojos el fenómeno migratorio. Como recordaba COPE en otra investigación sobre el horror silencioso que viven los migrantes en la ruta de Baleares, detrás de cada travesía hay vidas marcadas por la violencia y la esperanza.
El ejemplo de Remei e Ignace muestra que del sufrimiento también pueden nacer proyectos que cambien el futuro. Cada verano viajan juntos a Camerún para seguir levantando oportunidades y evitar que otros pasen por lo mismo.
“Ellos también nos curan a nosotros, nos enseñan a vivir con esperanza”, insiste Remei. Y es que aquel gesto sencillo —una mirada en una escalera de Ceuta— no solo cambió dos destinos, sino que ha abierto caminos de solidaridad que siguen transformando vidas a ambos lados del Estrecho.