Paloma: "Mi cena de empresa fue una locura maravillosa. Había un compañero que había entrado hacía un mes y me dijo si me iba a su casa. Estuvimos 11 años casados hasta que se nos fue"

Las cenas de empresa de Navidad son un clásico de estas fechas y, con ellas, un sinfín de historias que quedan para el recuerdo. 'Herrera en COPE', en su Hora de los Fósforos, ha abierto los micrófonos para que los oyentes compartan sus experiencias más memorables, desde las más divertidas y desastrosas hasta las que, inesperadamente, cambiaron sus vidas para siempre.

TE PUEDE INTERESAR

Daniel Morales dejó Venezuela y con el dinero que ganó como taxista en Miami triunfó en el mundo de la música: ha puesto música a la ceremonia del Nobel de la Paz

Entre todas las llamadas, ha destacado el testimonio de Paloma, una oyente que ha relatado cómo una de estas celebraciones se convirtió en el comienzo de su familia. "Mi cena de empresa fue la locura más maravillosa que he hecho nunca", ha confesado emocionada. En el evento coincidió con un compañero que llevaba poco tiempo en la empresa, y la conexión fue inmediata. La velada transcurrió tan bien que, al finalizar, él le hizo una propuesta: "¿Te vienes a mi casa?".

Mi cena de de empresa fue la locura más maravillosa que he hecho nunca"

Paloma

Oyente de 'Herrera en COPE'

Paloma no lo dudó. Aquella decisión espontánea fue el inicio de una relación que los llevó a estar "11 años casados" y a tener una hija de 19 años. Aunque su marido ya falleció, Paloma ha querido compartir su bonito recuerdo, demostrando que de una cena con compañeros de trabajo puede surgir una gran historia de amor.

Otras anécdotas de los 'fósforos'

La experiencia de Paloma contrasta con otras más rocambolescas, como la de Gemma. Su cena de empresa en los años 90, en una sala de fiestas cerca de Cuatro Caminos, tuvo como invitadas estelares a las 'mamachichos' Sin embargo, la fiesta se vio interrumpida por una amenaza de bomba que obligó a evacuar a todos. Gemma recuerda cómo acabaron en un bar cercano y los empleados masculinos "se quitaban la chaqueta, y lo que hiciera falta para ofrecérsela a las mamachichos".

Para Tony, la anécdota tuvo consecuencias directas en las costumbres de su empresa. Tras una noche en la que su hermano bebió "más de la cuenta", tuvo que llevárselo a casa. Al día siguiente, su cuñada lo llamó para contarle el desastre: "está en el sofá vomitado. Oye, qué horror. Como un niño chico". Aquel incidente fue el punto final a las cenas nocturnas: "a partir de ahora hacemos comida en vez de cenar y se acaba".

No todas las historias son divertidas. Santiago ha contado un suceso mucho más amargo ocurrido hace más de 20 años. Tras una comida de Navidad, se encontró con la recepcionista de la empresa, que había sido despedida dos días antes. Después de comer juntos, descubrió la verdad a través del presidente de la compañía, quien anunció por megafonía: "Muy bonito, os han robado todo el dinero de la Lotería de Navidad, y algunos se van incluso a comer con la que os ha robado". 

El anuncio dejó a todos estupefactos. Resultó que la exempleada, que sufría de ludopatía, no solo se había llevado el dinero de la lotería, sino que había pedido dinero a decenas de compañeros. "Si éramos, yo qué sé, 100 empleados, 90 le dio dinero a la mujer esta", ha explicado Santiago.

Finalmente, Miguel, un oyente de Teruel, ha compartido un valioso consejo materno. Para una cena de empresa de su entonces novia, su madre le recomendó llevar un buen abrigo de su padre sobre el traje. A pesar de beber "hasta el agua de los floreros", el abrigo le mantuvo fresco toda la noche. Al salir, mientras sus compañeros sudaban, él estaba perfecto, demostrando que "no hay nada como el consejo de una madre para quedar como un rey".