Le prepara su abuela un Cola-Cao y ella se espanta al echarle por error lo impensable: "Mi hija me mata"
Lo cuenta la propia abuela e invita a los colaboradores de 'Herrera en COPE' a descubrir qué le echó a su nieto por error

Escucha 'la hora de los Fósforos' de este viernes 26 de septiembre
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En el 900.50.60.06, nuestros 'Fósforos' relatan anécdotas muy dispares. Y todo, a raíz del tema del día que les proponemos. ¿Qué confusiones han tenido por no llevar las gafas o no ver bien? Ya te anticipo que una de las historias tiene que ver con el Cola-Cao y una abuela.
Mariana es una oyente que tiene dos hijos adolescentes que le roban cosas del baño para llevarlo al suyo. Resulta que "me pongo mi desodorante y digo: 'ala, qué desodorante más fresquito'. Parecía aquello que iba a echar a volar. Tenía olor a menta. Y me empezó a escocer". Sigue su historia contando que salió a la calle y se lo contó a su amiga. Ella le hizo sospechar: ¿y si no era desodorante? Resulta que "era un roll on para los golpes.
Inmediatamente después, María cuenta que ya tiene una edad. Sus hijos son muy mayores y tienen sus pequeños. Cuida de sus nietos. Son trillizos.
Un día, les preparó su Cola-Cao para desayunar y le dice uno de ellos: 'Abu, tiene muchas burbujas que están subiendo para arriba'. Luego, al poco tiempo, se lo quitó al olerlo. "Estaba atendiéndolos a ellos... pero mientras, estaba poniendo la lavadora. Les puse detergente en el Cola-Cao. Yo los enveneno y mi hija me mata", relata.
Antonio ha vivido situaciones complicadas por no llevar gafas. Entre ellas, destaca la siguiente. Una le pasó hace 2 años en Málaga. En la playa. Iba sin gafas y se salió. Se despistó. No veía a su mujer ni a la niña.

Imagen archivo de una playa de Málaga
Guiñando un poco los ojos "vio una sombrilla que me encajó. Me senté en la toalla, y le digo a mi mujer 'madre mía, el rato que llevo buscando'. Y ella me dice: '¿Cómo?' Evidentemente, no era mi mujer". Al final, se sentó en la orilla y se encontró con unos socorristas de Cruz Roja. Ellos le mandaron a un megáfono para localizar a su mujer. No le cuadró. Se volvió a sentar en la orilla y, a la hora, aparece su mujer y encima "me echó la bronca".
Al final, decidió operarse la vista.
"ME EQUIVOQUÉ Y BEBÍ SIN QUERER AGUARRÁS"
Por otro lado, Ángel nos cuenta que tiene gafas desde los 4 años. Ya ha cumplido 57. El caso es que lo primero que hace antes de levantarse es ponérselas.

Lo que le suele ocurrir es que entra en la ducha y siempre se lava la cabeza con suavizante por error. Otro día, le dijo a su madre que quería beber agua. Iba sin gafas. Se equivocó y bebió sin querer aguarrás.
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También recogemos el testimonio de Carmen. Esta 'Fósfora' relata que una amiga suya invitó a unos conocidos a cenar. Ella no ve bien y, a la hora de servir las espinacas, lo presentó todo estupenda y al meter el cucharón... se le había caído algo y lo había metido al horno y todo".
Por último, charlamos con Esther.
La oyente vivió un festival en Albacete. Fue con amigas. Pasó un rato. Ella llevaba unas gafas de sol.
Fue al baño, y no había papel. Repartió pañuelos a todo el mundo y, al rato, salen del baño y vuelven al festival. Ve que están haciendo cosas raras con las rodillas. Esther se empieza a encontrar un poco mal. Resulta que los clínex llevaban clorofila y no se dio cuenta.