Ana Velasco, historiadora: “La derrota de la 'Armada Invencible' no fue tal. Los ingleses tuvieron las mismas bajas que los españoles, y su reina dejó morir a sus soldados como perros, a diferencia de Felipe II”

¿Tú eres de los que siente que tiene buena suerte? Ya sabes, eso de que solo te pasan cosas buenas y que, cuando algo malo llega, es tan menor que tiende a neutralizarse y a pasar desapercibido. Pues si eres de estos a los que la suerte les acompaña, que sepas que, como tú, ha habido muchos a lo largo de la Historia.

Gente a la que la fortuna le da la mano a lo largo de la vida y consiguen que, accidentes o desdichas que les esperaban a la vuelta de la esquina, no les encuentren. Es tremendo, pero cierto.

Más personajes históricos con buena suerte

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Personajes como un japonés llamado Yamaguchi que, por increíble que parezca, sobrevivió ileso a las dos bombas atómicas. Y mira que era difícil, porque fueron en dos ciudades diferentes a casi 500 kilómetros de distancia. Y es que él, como ingeniero, trabajaba en Hiroshima y ahí es donde vivió la primera bomba.

Así lo contaba Ana Velasco, historiadora, en 'Herrera en COPE': “Sobrevivió sin radiación. En la segunda bomba, cuando regresa a Nagasaki presencia la bomba. A los dos sobrevive completamente ileso, vivió 94 años” decía.

La suerte les acompaña  

Hay historias que son dignas de contar porque parecen imposibles de pasar. Seguro que conoces a alguien que, de casualidad, se salvó de un accidente por estar en el mejor momento posible, o por no aparecer en el lugar de una muerte segura.

Pues es lo que le pasó a Lucky Luciano, probablemente el capo de la mafia neoyorquina más importante de la ciudad. Pero lo cierto es que él nunca habría tenido ese poder si un buen día no hubiera tenido un resfriado y se hubiera librado de una redada policial enorme.

“Consiguió ser el jefe de la mafia más importante gracias a que el día de una redada en la que cayeron todos los capos de la mafia, pilló un resfriado y no pudo ir y se libró” contaba Ana Velasco.

Una suerte que lo convirtió en el “icono” de la mafia de Nueva York que acabó siendo. Otra mujer que llamó la atención por la enorme suerte que corrió fue Violet, la mujer que sobrevivió a tres hundimientos de barcos.

Entre ellos, el Titanic. “Era enfermera y azafata en la compañía del Titanic. Estaba a bordo, sobrevivió en un bote salvavidas. en 1916 estuvo en el Britannia, un barco que se explotó en la Primera Guerra Mundial, ella del impacto se fue al agua. Y el Olympic, fue menos dramático porque era un accidente menor, pero chocó el barco, tuvo algunas lesiones pero mucho menos que otra gente” decía Ana Velasco.

Los hay, por supuesto, que, por el contrario, no han tenido suerte. Como un soldado francés que, en la Primera Guerra Mundial, murió quince minutos antes de que el armisticio se hiciera público.

Los personajes con más suerte de la Historia  

El emperador romano Augusto era, ya en su época, considerado un hombre con suerte. Quizá era por su parentesco con Julio César, pero él mismo se veía como un hombre de fortuna. Y así lo demostraron sus acciones.

“En Roma, había que congraciarse con Fortuna, y la felicidad significaba que los dioses te eran propicios y estabas designado para hacer grandes cosas. Él cultivó el culto a Fortuna y hubo templos y cultos, estaban convencidos de que era intocable” decía.

En el panorama patrio, un hombre que también se consideraba afortunado era el rey Alfonso XIII. “Él hereda la corona, va a vivir una época dorada pese a la pérdida de las colonias, se ganó el premio Nobel de Ramón y Cajal, cuando se consigue Marruecos se ve como un renacer, fue candidato al premio Nobel de la paz, toda la labor que hizo para encontrar gente desaparecida es muy destacada en la Primera Guerra Mundial... Se le veía como un gran gobernante” decía Ana Velasco.

Quien también tuvo suerte fue Isabel I de Inglaterra, reina del país durante la derrota de la 'Armada Invencible' en el canal de La Mancha. “Lo de la 'Armada Invencible' no fue una derrota como tal, la Armada Invencible no sabían los ingleses que había naufragado, tuvieron tantas bajas los ingleses como los españoles” comenzaba contando la historiadora del arte.

“Ella se presentó a animar a los soldados con un vestido blanco y armadura, pero los dejó morir a sus soldados como perros, a diferencia de Felipe II que sí repatrió a los soldados” sentenciaba.