No solo fue de España: los otros 'desastres del 98' europeos que silenciaron por la Leyenda Negra para destacar el español

Año 1898, apenas quedan dos años para terminar el siglo y dar la bienvenida a uno nuevo, y España no puede estar peor posicionada internacionalmente. Es curioso, porque hace solo apenas unos años, poseía un imperio en el que, literalmente, no se ponía el sol.   

España dominaba, y todo prácticamente desde Madrid, parte de África, América y parte de Asia. Había establecido un perfecto plan de gobierno, que funcionó durante siglos y que no solo dio grandes alegrías a España sino también a las provincias españolas de ultramar.

A pesar del dominio durante tantos años y siglos, el siglo XIX fue crucial para España, porque las provincias americanas comenzaron a independizarse, y porque, a finales, se perdieron las tres últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

Un episodio negro de la historia de España que incluso tiene un nombre: 'el desastre del 98'. Y es que la hegemonía que otrora había disfrutado España, en el año 1898 acabó por completo, relegando al país al banquillo de la Historia. No es ninguna exageración porque, a partir de ese momento, el papel de nuestro país dejó de ser relevante.

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El desastre del 98 minó la autoestima de los españoles, que a partir de entonces se vieron incapaces de remontar y de adquirir un papel en la Historia que fuera de primer nivel. España vio mermada sus posibilidades de ser una potencia en el nuevo mundo que se gestaba, y a partir de entonces hubo una caída en picado que se recordará para siempre.

Pero esta caída en picado no fue una casualidad, fue parte de una estrategia narrativa de potencias enemigas, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, que buscaban mermar la hegemonía dominante española mediante la Leyenda Negra. La idea era pintar a nuestro país como el villano de la Historia y, por desgracia, lo consiguieron.

Reino Unido, también tuvo su desastre  

Mostrar a España como el 'malo, malísimo' de la Historia desde la Edad Moderna hasta la Contemporánea fue una tarea compleja que requirió de mucho tiempo y de mucha literatura. Los celos, las continuas derrotas y la imposibilidad de adquirir un papel relevante, hicieron que muchos países se sumaran a la tan temida Leyenda Negra.   

La idea era presentar a España como el peor de los villanos y, por desgracia, ese mensaje caló en la sociedad hasta el día de hoy, consiguiendo silenciar episodios positivos para la historia de España y no mencionando los negativos de otros países.

Y si bien España, en 1898, vivió uno de sus episodios más negros con la pérdida de sus últimas tres colonias, los países que hicieron leña del árbol caído no se salvaban de tener a sus espaldas capítulos similares o peores.

Es el caso de Reino Unido, gran impulsor de la Leyenda Negra. Para recriminar episodios históricos hay que tener las manos muy limpias y lo cierto es que no es su caso. Antes de que España perdiera las tres últimas colonias en 1898, Reino Unido había perdido una gran batalla que puso de manifiesto su pusilanimidad en África.

Se trata del asedio a Jartum, en Sudán, en 1884 y 1885. Inglaterra había ocupado Egipto ya, pero tenía la intención de extenderlo a parte de África y a Sudán. No era sencillo, pues las pretensiones de Egipto en Sudán eran más viejas y, con la incursión de Reino Unido en el país, se reavivaban viejas heridas.

El asedio de Jartum se enmarca en la Guerra Mahdista, y fue idea del británico general Gordon, que vio la oportunidad de esta guerra para hacerse con Sudán. Sin embargo, pese al casi año entero que duró el asedio, los británicos fueron derrotados estrepitosamente en Sudán, volviendo humillados de la batalla.

Una humillación que quisieron resarcir años después en pleno 1898, cuando comenzaron su conquista de Sudán.

Francia e Italia tampoco se libran  

Utilizar a España como saco de boxeo era la opción fácil y sencilla, las potencias que aspiraban a tener su relevancia vertían viles mentiras sobre la gestión española y, sumarse a lo que hace la mayoría, no tiene mucho mérito.   

Francia, que había hecho por ampliar la Leyenda Negra sobre España, no estaba muy bien avenida con sus múltiples colonias, y, además, en pleno 1898 tuvo una crisis diplomática con Reino Unido de gran envergadura.

El incidente de Fachoda marcó un antes y un después en la relación de ambos países, que buscaban unir sus colonias africanas y que se encontraban en colisión en este punto.

Italia, también desesperada por encajar en un tablero mundial cada vez más complicado, no tenía nada de lo que presumir. Empeñada en Abisinia, o Etiopía, Italia sufrió una derrota terrorífica en Adua, en 1896. Fue una humillación tremenda para los italianos, que tomarían su venganza en el siglo XX.

Saldada con 7000 bajas italianas y 300 capturados, Italia no tenía nada de lo que presumir cuando España perdió sus colonias. Tampoco tenían nada que presumir los franceses ni los ingleses. Una prueba más que evidencia la injusticia manifiesta de la Leyenda Negra sobre España.