Pocahontas existió, pero no se llamó así hasta su muerte: la verdadera historia detrás de la película de Disney
La historia que se retrata es la de John Smith más o menos 17 años después de todos los acontecimientos, pero cuando la encontró era una niña y no fue una historia de amor

Alberto Herrera conoce las curiosidades de la historia detrás de algunos personajes de películas con la historiadora Ana Velasco
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La historia de Pocahontas, la joven nativa americana inmortalizada por Disney en 1995, está llena de malentendidos, licencias poéticas y romanticismo hollywoodiense. Aunque Pocahontas existió, lo que se cuenta en la famosa película está muy lejos de la realidad. La verdadera historia es menos romántica y más trágica, y deja al descubierto cómo el cine ha moldeado, y a veces distorsionado, nuestro imaginario colectivo.
Una niña, no una heroína
Durante su intervención en el programa de Herrera en COPE, la historiadora Ana Velasco explicó que el famoso relato de amor entre John Smith y Pocahontas nace de una fuente poco fiable: “Esa historia la cuenta el propio John Smith más o menos 17 años después de todos los acontecimientos, una vez que ya Pocahontas ha muerto”. Es decir, lo hace sin posibilidad de que la joven pueda corroborarlo, y cuando él ya tenía un interés en alimentar su leyenda personal como pionero del Nuevo Mundo.
Según Velasco, cuando los ingleses llegaron a colonizar lo que hoy es Virginia, “Pocahontas era una niña de unos 10 años”. Lejos de ser una mujer adulta que se enamora del explorador británico, la joven era hija del jefe Powhatan, una figura importante entre las tribus algonquinas, y su papel fue el de rehén político. “En un momento dado, secuestran a la pobre Pocahontas y se la llevan a Inglaterra”, añadió Velasco, “la convierten al cristianismo con el nombre de Rebeca y la casan con John Rolfe, no con John Smith”.

Pocahontas en la corte del rey Jaime
La escena emblemática en la que ella se interpone entre su padre y Smith para salvar la vida de este último probablemente no ocurrió nunca. La misma Velasco indica que ese gesto heroico es fruto del relato de Smith, que se publica muchos años después y con claros tintes de dramatización.
Un símbolo manipulado
La Película de Disney transformó esa historia en un cuento de amor interracial, lleno de cantos a la naturaleza, pero desconectado del contexto real de la colonización inglesa en Norteamérica. La segunda entrega de la saga, Pocahontas II: Viaje a un Nuevo Mundo, se acerca un poco más a la verdad histórica al narrar el viaje de la joven a la corte inglesa y su choque cultural, pero sigue presentando elementos de ficción.
Lo que sí es cierto es que Pocahontas murió muy joven, con tan solo 21 años, víctima de la tuberculosis mientras se preparaba para regresar a su tierra natal. “Su nombre real no era Pocahontas, eso era un apodo que significa 'juguetona'”, aclaró Velasco. Su verdadero nombre era Matoaka, aunque también fue conocida como Amonute. El nombre "Pocahontas" empezó a imponerse y a popularizarse después de su muerte, como parte del relato romántico británico.

La película de Pocahontas
La distorsión de su historia se suma a una larga lista de personajes manipulados por la industria del cine para adaptarlos a narrativas atractivas pero inexactas. La historiadora también repasó casos como el del documental de los lémings suicidas, donde los roedores eran arrojados por plataformas para fingir su muerte en masa, o el de Nanook el esquimal, una película documental que resultó ser completamente ficticia.
La figura de Pocahontas se ha convertido en un símbolo de entendimiento entre culturas, pero su historia real habla más de secuestro, asimilación forzada y propaganda colonial. Como dijo Alberto Herrera en el programa, “los ingleses eran bastante más malvaditos que... luego que si leyenda negra y que si historias”. Y es que la famosa Leyenda Negra contra España contrasta con la romantización del colonialismo inglés en el cine norteamericano.