Julia Aguiar, misionera en Benin: "África nos tiene que importar porque son hermanos que sufren, necesitan ayuda"
La enfermera y misionera gallega relata en 'La Linterna' de COPE sus más de 40 años en África y la lucha contra la úlcera de Buruli en vísperas del Domund

Expósito descubre la labor misionera de los voluntarios que trabajan gracias a las donaciones llegadas desde todo el país con misioneros, en particular el testimonio de Julia Aguiar, misionera en Benin
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En el marco de la jornada mundial del Domund, que se celebra este domingo 19 de octubre, el programa 'La Linterna' de COPE ha puesto el foco en la labor de los misioneros españoles. El testimonio de Julia Aguiar, enfermera y misionera en Benin durante casi 50 años, ha servido como un "pellizco en la conciencia" sobre la realidad de los territorios de misión y la importancia de la colaboración.
España desempeña un papel fundamental en este ámbito, siendo el segundo país que más recauda para las misiones, solo por detrás de Estados Unidos. Como recordaba en TRECE José María Calderón, director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, "ese dinero se pone a disposición de la Santa Sede para que lo reparta ecuánimemente". Una ayuda con la que España se vuelca para transformar el futuro de miles de personas.

DOMUND 2025
El director de OMP defiende la esencia de esta jornada afirmando: "No pedimos limosna, pedimos responsabilidad cristiana". Esta campaña es una invitación a "dejar de mirar solamente su ombligo y mirar un poquito hacia las otras personas", en palabras de la propia Julia Aguiar.
Una vida de entrega sin miedo
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El Domund y los misioneros españoles
Julia Aguiar llegó a Benin en los años 70, en plena revolución marxista, con una doble vocación clara desde siempre: "siempre he querido curar y siempre he querido ser misionera en África". Allí encontró una situación sanitaria precaria, sin apenas centros de salud, pero lo vivió "con un gozo inmenso y con un deseo de compartir mi vida con todas esas personas".
La fuerza para afrontar casi medio siglo de misión, asegura, "la da Dios". Como franciscana, cada día se repite la frase de San Francisco que inspira su labor: "Hasta ahora, hermanos, no hemos hecho gran cosa, empecemos hoy otra vez". Una máxima que la ha acompañado durante 49 años.
Hasta ahora, hermanos, no hemos hecho gran cosa, empecemos hoy otra vez"
Preguntada por el miedo ante peligros como el yihadismo o la violencia, su respuesta es tajante: "No, yo en ningún momento he tenido miedo". Explica que, ante situaciones límite como la de mujeres que llegaban tras diez días de parto con el niño ya fallecido, "no es el miedo de decir miedo por ti, sino que la situación te sobrecoge" y te obliga a lanzarte al trabajo "sin hacerte demasiadas preguntas".
La lucha contra la "enfermedad del hechizo"
Una de las grandes batallas de Aguiar ha sido contra la úlcera de Buruli, conocida por los locales como la "enfermedad del hechizo". Se trata de una infección causada por una micobacteria, "de la familia de la tuberculosis y de la lepra", que ataca la piel y la grasa, pudiendo llegar al hueso y provocar la amputación de miembros.
Al ser una enfermedad desconocida, incluso en la universidad, comenzaron a tratarla de forma empírica. "Empezamos haciendo lo que nos pareció más sensato, haciendo curas, pero como no evolucionaba, pues empezamos haciendo cirugía, extirpando todas las partes muertes y necróticas", relata la misionera.

Mycobacterium ulcerans, ilustración 3D. Agente causal de la úlcera de Buruli, una enfermedad crónica debilitante que afecta la piel y el tejido subcutáneo.
El registro de casos y la colaboración con científicos de Bélgica y Estados Unidos culminaron en el primer congreso sobre la enfermedad en Yamusukro (Costa de Marfil). De allí, los presidentes de África del Oeste salieron con el compromiso de crear programas nacionales para buscar y tratar los casos, sentando las bases de la lucha actual contra la úlcera de Buruli.
Las cifras de su labor son abrumadoras. Habla de consultas que rondaban las "200 y 250 personas, un día sí, un día no", y de operar "todos los martes del año entre 40 y 50 personas" hasta que recientemente se lo han prohibido por su edad. Un cálculo rápido arroja cifras de más de 80.000 operaciones y millones de consultas a lo largo de su vida en Benin.
"Son hermanos que sufren"
El mensaje central de Julia Aguiar es un llamamiento a la empatía y la acción. Este llamamiento resuena en la celebración del Domund, que recuerda la entrega de miles de misioneros a lo largo de la historia. ¿Por qué debe importarnos África? "Nos tiene que importar porque son hermanos que sufren, que necesitan ayuda y que no debemos hacernos sordos al sufrimiento y a la esperanza que la gente tiene de sus hermanos".
África nos tiene que importar porque son hermanos que sufren, necesitan ayuda"
Misionera en Benin
A pesar de las dificultades, que ahora se suman con la globalización y nuevas leyes, Aguiar afirma rotundamente: "Soy feliz hasta hoy". Su testimonio se une al de otros misioneros españoles cuya labor ha sido destacada en 'La Linterna', como el jesuita Alfonso en Camerún, Ana Gutiérrez en la República Democrática del Congo o María Antonia, que trabaja con víctimas de Boko Haram en Chad.
Este domingo, la Iglesia celebra el Domund, una jornada para rezar y colaborar económicamente con los casi 10.000 misioneros españoles, la mayoría mujeres, repartidos por el mundo. La historia de Julia Aguiar es el rostro de esa entrega silenciosa que, como ella misma pide, no debe ser ignorada.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.