Eduardo, profesor de Burgos: "Me lanzaban bolitas de papel mojado a la ventana de mi casa, fue el preludio de insultos constantes"
Eduardo y Victoria, otra docente, relatan en 'Herrera en COPE' el calvario que sufren

Escucha el testimonio de Eduardo, profesor de Burgos y Victoria Ortiz, docente de Almería
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La educación en España se encuentra en una situación preocupante. Según datos revelados por Alberto Herrera en 'Herrera en COPE', ocho de cada diez docentes de secundaria han sido víctimas de algún tipo de agresión, ya sea verbal o física, por parte de sus propios alumnos.
Esta circunstancia ha provocado que un 20 % de los profesores en activo se plantee dejar la profesión en los próximos cinco años y que las bajas por problemas de salud mental se hayan triplicado.
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Eduardo es un docente en Burgos que interviene bajo ese pseudónimo. Para él, cada mañana consiste en "intentar por lo menos tener una especie de control, sobre todo mantener un control sobre ti mismo", ya que es fundamental no mostrar ansiedad o temor. "Tienes que aprender a tener una coraza emocional", ha afirmado, pues muchos estudiantes solo buscan entretenerse viendo "cómo pueden molestar más al profesor".
Por otro lado, Victoria Ortiz, docente de Economía y Matemáticas en Almería, quien se reincorporó en septiembre tras un año y medio de baja y excedencia. Su primer día, sin alumnos presentes, fue "un poquito desastroso". "Me entró una crisis ansiosa [...] pasear por las aulas, enfrentarme de nuevo a esos pasillos, te das cuenta de que lo que tienes es un estrés postraumático", confesaba en 'Herrera en COPE'.

Victoria Ortiz, profesora de Almería, en 'Herrera en COPE'
unas Faltas de respeto que escalan al acoso
Las agresiones abarcan desde simples insultos hasta la intromisión en la vida privada. Eduardo ha contado un auténtico calvario que comenzó con pintadas en la pizarra y terminó convirtiéndose en acoso en su propio hogar. "Al ser un pueblo pequeño, estos alumnos, por lo visto, me siguieron desde el instituto hasta mi casa", relató. El hostigamiento continuó con el lanzamiento de “bolas de papel mojado” contra su ventana, un preludio de los insultos continuos que vendrían después.
Victoria también ha sido víctima de "amenazas a su integridad física", aunque opina que la mayoría de estos casos "no pasan de simples chiquilladas". Su manera de afrontarlo consiste en separar su papel como docente de su vida personal, aunque insiste en que el verdadero problema es la falta de apoyo institucional. “El miedo no es tanto a que el alumno cumpla su amenaza —porque en la mayoría de los casos no ocurre—, sino a que la administración no me respalde”, ha sentenciado.
LA AUTORIDAD PERDIDA DE LOS DOCENTES
Ambos docentes reflexionan sobre el origen de esta pérdida de respeto. Eduardo apunta a un "cambio en la figura del profesorado" y a una crítica generalizada hacia los roles de autoridad. "Muchos alumnos consideran la figura profesional como una figura autoritaria que solamente quiere molestarles", ha opinado. Esta percepción, unida a la "falta de fe en la educación formal", provoca que el conocimiento se vea como una mera herramienta para ganar dinero y no como algo que "te permita formarte como persona".
Victoria ha ejemplificado esta situación con el caso de un padre que, ante el suspenso de su hija, no cuestionó su falta de conocimiento, sino que buscó un defecto de forma en el examen para "impugnar la herramienta". "¿Qué tipo de mensaje como padre le estás trasladando a tu hijo?", se ha preguntado la docente, destacando cómo este enfoque socava la autoridad del profesor y el valor del aprendizaje real.

Niños en un aula
El futuro para ellos, denuncian, es incierto. Eduardo se plantea incluso viajar al extranjero para encontrar un entorno donde "se respete más a la figura" del profesor. A pesar de todo, no pierde la esperanza: "Nunca se pierde realmente la vocación. Yo creo que al final el profesor lo único que quiere es ayudar", ha concluido. Victoria, por su parte, se aferra a las muestras de cariño de algunos alumnos para seguir adelante, aunque admite que todos los días se pregunta "en qué momento" pensó que la enseñanza era su sitio.