Una influencer de 30 años dice ser descendiente de un rey y amenaza con restaurar el imperio: "Pero si no tenía hijos"
Su pariente estaba convencido de que descendía de un nieto de Genghis Khan, el responsable del imperio más grande de la historia, incluso más que el español

Alberto Herrera descubre con la historiadora Ana Velasco las curiosidades de la historia sobre una influencer que quiere ser la próxima reina de un país
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La historia ha vuelto a hacerse viral. Esta vez, no gracias a un documental o a una serie histórica, sino a través de TikTok. Una influencer de 30 años ha revolucionado las redes sociales al declararse heredera legítima del desaparecido Imperio Mongol. En sus vídeos, asegura que sus seguidores le piden que restaure el antiguo poder de las estepas, bajo el legado de sus supuestos antecesores. Pero como señala con ironía el periodista Alberto Herrera en Herrera en COPE, la historia tiene un pequeño problema de base: “Pero si no tenía hijos”, recuerda con sorna.
El vídeo viral que mezcla TikTok, imperios y delirios dinásticos
La responsable de esta genealogía improbable asegura descender de Roman von Ungern-Sternberg, un noble de origen germano-báltico, que en 1921 intentó instaurar un nuevo imperio en Mongolia, declarándose heredero espiritual de Genghis Khan. “Fue un personaje fascinante, un alemán nacido en Estonia, criado en Rusia y completamente trastornado”, explica la historiadora Ana Velasco en el mismo programa. Lo apodaban el "barón loco", y no es un mote gratuito: “Torturaba animales de niño, acosaba a compañeros, y ya en la edad adulta estaba convencido de que descendía de un nieto de Genghis Khan”.
La historia de von Ungern-Sternberg parece sacada de un cómic distópico. Participó en la Primera Guerra Mundial y, tras la revolución rusa, decidió formar una tropa de jinetes asiáticos con cosacos y nómadas de las estepas. Su objetivo: conquistar Mongolia y expulsar a los chinos. “Él pensaba que Mongolia era una tierra especial, entre dos gigantes, y que estaba llamado a gobernarla como un nuevo Khan”, relata Velasco.
El "barón loco" y el delirio imperial
Más curiosidades de la historia
Este militar con delirios mesiánicos llegó a gobernar de facto Mongolia durante un corto periodo en 1921, hasta que los comunistas lo capturaron y ejecutaron. Se autoproclamaba restaurador del orden espiritual budista, defensor de la fe cristiana y enemigo del comunismo. “Es una macedonia ideológica absurda: no era budista, pero decía defender el budismo; era ruso, pero quería un imperio oriental. Es uno de esos personajes que te hacen entender que la historia está llena de locos”, resume Velasco.
La parte más curiosa de esta historia viral es que Roman von Ungern-Sternberg nunca tuvo descendencia. La influencer, por tanto, difícilmente puede reclamar ningún trono. Sin embargo, eso no ha impedido que en redes sociales muchos de sus seguidores se sumen a la narrativa de una futura restauración imperial. TikTok se convierte así en el nuevo escenario de una farsa dinástica que mezcla historia, desinformación y un toque de espectáculo.

Retrato del barón Roman Ungern von Sternberg, figura controvertida de la historia rusa, realizado antes de su ejecución. Ungern von Sternberg fue un líder militar conocido por su participación en la Guerra Civil Rusa y sus acciones extremas, que finalmente llevaron a su ejecución en 1921.
Para entender mejor el contexto histórico, es útil repasar quién fue el verdadero último rey de Mongolia: Bogd Khan, líder espiritual y político, que gobernó entre 1911 y 1924, cuando Mongolia recuperó su independencia frente a China. Durante siglos, Mongolia fue un territorio estratégico entre Rusia y China, un “estado tapón”, como lo define Herrera en antena. Esa situación geográfica fue determinante para su papel en la historia contemporánea. De hecho, Mongolia fue el primer estado comunista satélite de la Unión Soviética, antes incluso que los países del Este de Europa.
La obsesión con Genghis Khan, a quien von Ungern afirmaba descender, sigue alimentando mitos. El conquistador del siglo XIII logró unir tribus nómadas y construir el imperio más extenso de la historia, más que el de Felipe II. “La diferencia es que el Imperio español estaba separado por océanos, pero el de Genghis Khan era un bloque unido desde el Pacífico hasta Europa del Este”, puntualiza la historiadora.