'Crónicas perplejas': "A veces la vida se nos pone caprichosa"

En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.

"Deja para mañana lo que puedas hacer hoy", decía un amigo. A veces la vida se nos pone caprichosa. Y nos obliga a romper las rutinas, a improvisar, a lanzarnos a ese incómodo mundo del "yo qué sé ya".

Ay, el "yo qué sé ya" dicho así, con los brazos en jarra. Asumiendo que uno no sabe ni para donde ir, ni qué es lo correcto, ni si debemos salir corriendo o sentarnos en el sofá, si debemos empujar o tirar. "Yo qué sé ya" es lo que decimos cuando nos acaba de atropellar el tren de la vida. Cuando los imprevistos hacen saltar por los aires nuestra cotidianidad.

Y qué capacidad tienen algunas personas para sobreponerse a estos vaivenes, ¿verdad? Qué resolutivas siempre. Llaman, mueven, preguntan. Admiro a esa gente que no se conforma, que inventa, que soluciona. Que inspira con su determinación y con su carácter. De ellos es el mundo. Para lamentarnos valemos todos, pero para tirar de los demás, solo valen unos pocos.

Tras el apagón quedaron muchas cosas pendientes. Se vivieron desgracias, noches al raso, un puñado de consecuencias irreparables, horas atrapados. Pensaba en los pequeños, en su desconcierto. En el miedo de todos. La señora muy mayor que en mi bloque no podía subir a su piso y lloraba en el portal con su bolsa con verdura apoyada en el suelo.

Hay quien romantiza esto de estar sin luz. Que hacen bailes en la calle. Que bajaron a tomarse una caña. Perfecto. Pero cuando sobreviene algo así, hay que poner la mirada en quien se queda parado, en quien tiembla, en los vulnerables, en los que son incapaces de entender lo que sucede, pero que sufren por lo que está ocurriendo.

Quedaron cosas pendientes. La más importante de todas: de quién es la responsabilidad y cuándo va a pagar por ello. Y volver a la normalidad, si es que a esto que llamamos vida se le pude llamar normalidad. A veces la vida se nos pone caprichosa. Y nos recuerda lo frágiles que somos. Que debemos hacernos gigantes en lo pequeño. A veces, frente a la incertidumbre, nuestra única obligación es continuar.

 las 'crónicas perplejas' de la semana de antonio agredano  

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