No falta en la cesta de la compra ni en las neveras de todo hogar que se precie. El chocolate está muy presente en nuestra dieta de diferentes maneras y en muchas de nuestras comidas: desde el clásico cola cao del desayuno, pasando por el relleno de la bollería (artesana o industrial) o en las onzas cuadradas de las tabletas.

Ya en las últimas décadas el mercado ha ido lanzando nuevos productos como el chocolate blanco, que para muchos consumidores no puede ser considerado como tal, ya que no contiene pasta de cacao. Se trata de una mezcla de azúcar, manteca de cacao y leche. Por supuesto, al chocolate se le ha ido añadiendo todo tipo de frutos secos, galletas... hasta el punto que hay tanta variedad de chocolates como de colores. Sea como fuere, el sabor a chocolate apasiona al común de los mortales.

¿Cuál es la opinión de los nutricionistas sobre el chocolate?

En torno al aporte nutritivo y calórico del chocolate hay defensores y detractores. Para algunos expertos, su ingesta no es necesaria desde el punto de vista nutricional, ya que todos sus componentes, incluidos los que aportan beneficios para la salud, pueden hallarse en otros alimentos.

Pero lo cierto es que consumiéndolo de una determinada forma y a la hora adecuada es muy sano. El principal enemigo es la elevada cantidad de azúcar que contiene, especialmente si se trata de chocolate con leche, que incluye un pequeño porcentaje de cacao. Por ello, los endocrinos recomiendan siempre el consumo de chocolate negro, ya que sí que contiene un elevado porcentaje de cacao.

¿Es realmente chocolate puro?

Pero ojo, porque en ocasiones las marcas nos engañan en el etiquetado. Y es que es frecuente que en el supermercado, cuando llegamos a la sección donde se encuentra toda la gama de chocolates, busquemos la opción del cacao puro. No obstante, si te fijas en los ingredientes, es habitual contemplar que realmente tan solo incluye un 50% de cacao, acompañado de grandes cantidades de azúcar. Lo normal es que el chocolate negro y puro no baje del 70% de cacao.

Conforme aumente la dosis de cacao, la cantidad de azúcar es menor. Así las cosas, si adquirimos una tableta con un 85% de cacao, generalmente los gramos de azúcar rondan los 15 por tableta de 100 gramos. En caso de que el porcentaje de azúcar sea bajo en favor de mayores dosis de cacao, se puede consumir unas onzas de chocolate a diario sin poner en riesgo la salud.

Para muchas personas, sin embargo, tanto cacao hace que el chocolate le resulte excesivamente amargo. Para corregirlo, una buena técnica es ir aumentando de manera progresiva el porcentaje de cacao y reduciendo el de azúcar. Al final, el paladar se adapta y se acostumbra.

Otros tipos de chocolates

En cuanto al cacao en polvo, lo que conocemos tradicionalmente como cola-cao que incluimos en la leche, la mayoría de ellos contienen al menos un 70% de azúcar. Una barbaridad que debe evitarse consumir de manera diaria. Por ello, la alternativa es optar por el cacao puro en polvo.

Para los diabéticos o personas que tratan de bajar de peso, en los últimos años se ha popularizado el chocolate sin azúcar. Los nutricionistas no lo recomiendan, ya que el azúcar es sustituido por los edulcorantes, que tampoco son beneficiosos para la salud. Además, la cantidad de cacao es escasa.

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