Austria también se retiró de Eurovisión y fue para protestar contra España: una decisión tomada en 1969 contra el régimen de Franco

“No gustaría expresar nuestras serias dudas sobre la participación de la televisión israelí KAN en Eurovisión 2026. La situación en Gaza, a pesar del alto el fuego y la aprobación del proceso de paz, y la utilización del certamen para objetivos políticos por parte de Israel, hacen cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral”. Con estas palabras, RTVE decidía poner fin a su participación en el Festival de la Canción el año que viene.   

Era Alfonso Morales, secretario general de la corporación, el que las pronunciaba, emitiendo un comunicado a continuación del que nos hacíamos eco todos los medios. No era para menos, porque la decisión afecta, claramente, a la imagen internacional de España.

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Por la presencia de Israel en el festival, España ha decidido dar un paso atrás y no presentarse al mismo, uno que, recordemos, ayudó a fundar. Sea como sea y aunque forme parte de ese 'big 5' que lo hace tener más peso en el festival, esta vez no acudirá.

Igualmente, el festival de Benidorm, del que en los últimos años ha salido el representante de España, se seguirá celebrando. Con la condición, claro, de que el que gane, no irá a Austria en mayo de 2026.

Una decisión a la que se han sumado Irlanda, Países Bajos o Eslovenia. Una decisión que, dicho sea de paso, no hace nada por acabar la guerra en Oriente Medio y que, en términos de política exterior, es irrelevante. Sugiere, más bien, que pueda ser otra cortina de humo del Gobierno.

España en 1969  

Sea como sea, el país anfitrión de este año, Austria, tampoco tiene una historia que presumir en el festival de la canción. Y es que en 1969, cuando participaban menos países en Eurovisión, decidió retirarse.   

Por supuesto, esta decisión tuvo que ver con motivos políticos, y el centro de esa decisión era España. Hay que remontarnos, por tanto, al contexto del momento. España llevaba viviendo bajo el régimen franquista 30 años, después de que el bando nacional ganara la Guerra Civil.

Pese a que durante la década de los años 60 y principios de los 70 la política del régimen franquista había sido abrirse al 'desarrollismo' y a una apertura exterior, el régimen seguía siendo autoritario, por lo que muchos países no veían con buenos ojos lo que ocurría en nuestro país.

Tanto era la postura que se había adoptado, que no solo se pensaba en tener un presidente del gobierno (aunque dentro del régimen autoritario), sino que se impulsaron campañas de turismo para abrirse al mundo con el famoso 'Spain is different'.

Aquí es donde vino bien la edición de Eurovisión de 1968, ganada por Massiel y su La La La, porque, al año siguiente, la sede del festival sería Madrid. Iban a participar diecisiete países pero, en el último momento, Austria se decidió borrar del mapa, y todo, por motivos políticos.

Austria decidió abandonar Eurovisión por España  

Austria, que estaba curada de espanto tras la Segunda Guerra Mundial, no tenía ninguna intención de participar en un festival de Eurovisión en el que estuviera España, que seguía viviendo bajo el régimen franquista.   

Lo que es curioso, sin duda, porque en los años anteriores, que también participaba España, no tuvieron ningún remilgo en presentarse. Claro, en el caso de 1969, se escudaron en que la sede era Madrid y eso, por tanto, no era tolerable.

Sin embargo, aunque esto es una realidad aceptada por todos los 'eurofans' y los espectadores en aquel año, la versión oficial de Austria para declinar el concurso no fue la presencia de España.

Según ellos declararon, no encontraban ningún representante que se ajustara a lo que ellos buscaban para la edición del 69. Sin embargo, era claramente un intento de protesta por la dictadura franquista.

Hubiera sido altamente interesante saber qué hubieran hecho al año siguiente en caso de que la sede, una vez más, hubiera sido España. Y es que en la edición de 1969 resultaron vencedores cuatro países: España, Francia, Reino Unido y Países Bajos. Finalmente, mediante sorteo, se decidió que debía ser Ámsterdam la sede.

Curioso que dos de los países vencedores de aquel año, España y Países Bajos, hayan decidido declinar la edición del 2026. Solo el tiempo dirá si la decisión ha sido acertada o, más bien, una maniobra más de Sánchez de desviar la atención.