Es necesaria una unidad sin fisuras

La crisis política y social provocada por el separatismo se está convirtiendo en la primera fase de una larga y borrascosa campaña electoral, con Cataluña y el futuro de España como horizonte. Es verdad que se ha registrado un acuerdo histórico entre los partidos constitucionalistas, pero la dificultad de esta encrucijada lo va a poner a prueba en los próximos días, dadas las resistencias que se detectan en algunos sectores del PSOE ante el vértigo de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. La incógnita puede despejarse en las próximas horas, una vez que el Presidente de la Generalitat se pronuncie, y es de esperar que lo haga con claridad y sin triquiñuelas.

Si Puigdemont opta por una convocatoria electoral, ésta debe hacerse en el marco de la legalidad constitucional, porque semejante convocatoria tras una declaración de independencia sería inaceptable. En todo caso, es imprescindible que se el pacto de los constitucionalistas no se rompa, para que las medidas destinadas a restaurar la legalidad sean efectivas.

Las declaraciones de la portavoz socialista, Margarita Robles, han sido claras a la hora de establecer que sólo una convocatoria de elecciones en el marco legal vigente podría parar la aplicación del artículo 155. En estas horas difíciles, en que hay que contar con la capacidad de los independentistas para el regate y la trampa, conviene que los constitucionalistas muestren una unidad sin fisuras.