


J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Las secuencias del “Procés”
Cuando el presidente Rajoy insiste en que no habrá referéndum en Cataluña, es muy consciente de los recursos del Estado para impedir la quiebra de la legalidad. Rajoy está cumpliendo con su obligación de defender la Constitución, inherente a su cometido como Jefe de Gobierno. Y ha puesto en marcha, sin alharacas, todo el aparato del Estado para garantizar el marco que protege nuestra convivencia en libertad. Ayer fue importante la intervención del Rey para advertir que la Ley prevalecerá ante cualquier intento de quiebra de la convivencia. También fueron significativas las palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al recordar, con una frase que se ha convertido ya en un axioma, que “respetar la ley no es una opción sino una obligación”. Vistas las secuencias del llamado “Procés”, resulta asombroso que los independentistas pueden seguir tejiendo una red de falacias que ha logrado envolver a una parte notable de la población, que no da crédito al Estado de Derecho, ni a la Unión Europea ni a la comunidad internacional. Todas estas instituciones vienen denunciando sistemáticamente lo que a todas luces es un golpe a la democracia. Por eso es imprescindible aplicar la ley con el respaldo político de la unidad de los principales partidos, para que este disparate no pueda prosperar. Serenidad, firmeza e inteligencia son cualidades necesarias para afrontar lo que va a ocurrir los próximos días. Es decisivo preservar un fondo de convivencia que facilite reconstruir después de la tormenta.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Acoso a Macron por su reforma laboral
Acogido por la mayoría de los franceses como el regenerador de la política y la economía del país, el presidente Emmanuel Macron no ha dejado de perder popularidad desde que asumió sus funciones con todo el fasto del viejo imperio napoleónico. En buena parte, su pérdida de estima se ha visto reflejada en los tensos debates registrados en los últimos meses a propósito de la reforma laboral que está dispuesto a aplicar, muy parecida a la que tanto desgaste ha costado al gobierno español. Ayer las calles de las principales ciudades francesas se llenaron por las movilizaciones de protesta de los sindicatos mayoritarios, especialmente el filocomunista CGT, contra una reforma que, en sustancia, viene a flexibilizar las condiciones de contratación y despido de los trabajadores por las empresas, además de limitar los acuerdos colectivos por sectores. Aunque la reforma va acompañada de unas cláusulas que dan más seguridades a los trabajadores en caso de indemnización por despido, los sindicatos se han opuesto frontalmente, igual que la mermada oposición parlamentaria. Para evitar más desgaste, el Gobierno ha decidido aplicar la nueva ley a través de “ordenanzas” o decretos, que en todo caso tendrán que se aprobados por la Asamblea Nacional, donde Macron dispone de una amplia mayoría. En realidad tanto Sarkozy como Hollande entendieron que una reforma de este tipo era imprescindible para desatascar la economía francesa y generar empleo, pero fueron incapaces de vencer el inmovilismo político y sindical. El desafío va a poner a prueba la estatura de Macron como gobernante.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
La Diada no decide
Desde hace seis años venimos escuchando que las grandes manifestaciones con motivo de la Diada demuestran que no hay más solución para Cataluña que la independencia. La manifestación de ayer, que debía ser la definitiva, acusó según parece un descenso en el número de participantes en relación con otras ediciones. Los partidarios de la independencia tienen todo el derecho a manifestarse y reclamar la secesión. Es un derecho constitucional. Pero el mayor o menor éxito de una manifestación no puede servir para exigir que se suspenda ese mismo ordenamiento constitucional. Los convocantes de la manifestación repiten un presupuesto falso: que ellos representan al pueblo de Cataluña. Atribuirse esa representación por sacar a la calle centenares de miles de personas supone actuar contra los principios fundamentales de cualquier sistema democrático. Los independentistas tienen una gran capacidad de convocatoria, pero la Comunidad Autónoma de Cataluña se expresa a través de las urnas y dentro de los cauces establecidos por la Constitución, como en toda democracia de rigor. La calle ha sido utilizada habitualmente en los procesos revolucionarios para sustituir al pueblo real, para atribuirle una voluntad colectiva que debería canalizarse de otro modo. La calle, en definitiva, ha sido una herramienta para imponer la voluntad de una parte. Parece que en Cataluña se repiten los viejos vicios.

'Línea Editorial'
La lección de los mártires de Argelia
Entre ellos está el obispo de Orán, dos agustinas españolas y los siete monjes trapenses que fueron secuestrados en su convento de Tibherin y luego asesinados por el Grupo Islámico Armado.

'LÍNEA EDITORIAL'
La oportunidad
El Presidente del Parlament ha decidido suspender el pleno: no podía proponer a un Puigdemont ausente, no se podía someter a votación su candidatura.

Línea Editorial
Y ahora un President
Tras la decisión tomada este fin de semana por el Tribunal Constitucional está claro cuáles son los pasos para que Cataluña tenga Presidente.


J.L. Restán | Línea Editorial
El tren separatista se lanza contra el muro de la ley
La ruta judicial y política para hacer frente al desafío separatista está en marcha, una vez que se ha consumado de manera fehaciente. Es lo que ha ocurrido en la bochornosa noche de ayer y madrugada de hoy en la sede del Parlamento de Cataluña, al ser aprobada la ley de convocatoria del referéndum, y proceder el Gobierno de Puigdemont a la firma del decreto de convocatoria. Todo esto se hizo saltándose las normas previstas y con ausencia de la oposición, que ni siquiera pudo representar enmiendas a la totalidad al desafuero. Incluso los letrados y el secretario general del Parlament tuvieron que expresar con firmeza que no podían avalar lo ocurrido. De esta manera los diputados separatistas no sólo han quebrado el orden constitucional que nos ampara a todos, sino que han abierto una peligrosa fractura en la convivencia.Ahora le toca actuar a la Justicia, empezando por el Tribunal Constitucional, para corregir el desafuero y recuperar el orden en las instituciones. Por su parte al Gobierno le corresponde liderar con firmeza e inteligencia un proceso político que los independentistas pretenden embarrar hasta el extremo, llegando incluso a una peligrosa agitación de la calle. Para ello el Gobierno va a contar con la unidad del bloque constitucional que, en estos momentos, ha puesto de lado otros intereses partidistas. No hay choque de trenes; solo hay un tren lanzado a toda velocidad contra el muro de contención de la ley.

J.L. Restán | Línea Editorial
El Papa ayuda al primer paso para la reconciliación en Colombia
Con una multitudinaria vigilia frente a la emblemática torre de Colpatria, en el corazón de Bogotá, los colombianos esperan la llegada del Papa Francisco que desde hoy inicia una visita pastoral “como peregrino de esperanza, de reconciliación y de paz”. En un videomensaje enviado al pueblo colombiano, el Papa afirma que realiza este viaje tan esperado, bajo el simbólico lema “Demos el primer paso”, consciente de las dificultades que supone la reconciliación nacional después de cincuenta años de cruel lucha con la guerrilla y cientos de miles de víctimas. Dar el primer paso supone empezar el camino para tender puentes, salir al encuentro del otro y ofrecer la mano en signo de paz.Tanto el Gobierno como la Conferencia Episcopal se han volcado en la preparación de este viaje, conscientes de que se está construyendo una Colombia nueva que aspira a la reconciliación después de tantos años de violencia y muerte. Los obispos colombianos han comparado el tiempo pasado como una especie de sepulcro, y ven en la presencia del Papa un testimonio del Resucitado que acude a dar el primer paso para que los colombianos se reconcilien, superando intereses partidistas. La visita de Francisco es una invitación a cada colombiano a reconocer el sufrimiento de otros muchos, a perdonar a quienes han hecho tanto daño al país, y a construir una nueva nación más justa y solidaria. Hay que estar atentos a las palabras del Papa, en la que no faltarán alusiones a los sufrimientos que padece el vecino pueblo venezolano.

J.L. RESTÁN | 'LÍNEA EDITORIAL'
Maduro se quiere perpetuar en Venezuela
Los obispos venezolanos han denunciado la dramática situación que vive el país, donde faltan los alimentos, las medicinas, el trabajo, y por supuesto, la seguridad.


J.L. Restán | Línea Editorial
Corea del Norte requiere disuasión de la buena
Más escalada a cuenta de las pruebas nucleares de Corea del Norte. Pyongyang dice haber hecho estallar una bomba de hidrógeno y Estados Unidos le ha respondido asegurando que está dispuesto a reaccionar utilizando su arsenal nuclear. La Corea del Norte de 2017 no es el Iraq de 2003. Aquí sí hay un régimen con armas de destrucción masiva que supone una amenaza real. Por eso es necesaria una respuesta mucho más precisa que la que está dando Donald Trump. El régimen de Pyongyang parece encantado de haber conseguido su objetivo: que Estados Unidos, gigante militar y geoestratégico, se haya rebajado a rivalizar y polemizar en el mismo lenguaje y en el mismo terreno que Corea del Norte. La respuesta de Trump, amenazando primero con furia y fuego y después con un ataque nuclear, retroalimenta la dialéctica de uno de los sistemas más siniestros que existen hoy en el mundo. La disuasión tiene sus reglas y una de ellas es que la amenaza que provoca la contención sea creíble. Por eso se necesitan pocas palabras y hechos contundentes. No se discute, no se polemiza con un enemigo inferior que consigue crecerse cuando se le responde en su mismo terreno. La verdadera vía es el aislamiento comercial con la ayuda de China, y Washington lo sabe. Es difícil pensar que la población norcoreana pueda estar peor, y cerrar el paso a la entrada de divisas, que solo se utilizan para la carrera armamentista, es un buen modo de minimizar la amenaza.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Optimismo fundado, prudencia necesaria
Davos, con sus excesos y sus particularidades, ofrece solo una de las perspectivas posibles de lo que está sucediendo en el mundo.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Ejercicio de responsabilidad
El líder de los socialistas alemanes, Martin Schulz, con el apoyo de los sindicatos, hizo un gran esfuerzo para que el acuerdo saliera adelante.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Están en juego derechos fundamentales
Los obispos consideran que esta ley compromete la libertad de conciencia, la libertad de educación y la libertad religiosa. Y advierten que cuando el Estado quiere imponer una ideología promueve el totalitarismo.

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
La “contraseña” del Papa a los jóvenes
En el mensaje que Francisco dirigió a los jóvenes chilenos, los describió como “inquietos, buscadores e idealistas”

J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Crecimiento de Ciudadanos
En política todo cambia en poco tiempo, y el público no se pronuncia del mismo modo cuando la convocatoria electoral es inminente que cuando no lo es.

J. L .RESTÁN | LINEA EDITORIAL
La voz de los empresarios catalanes
Se podrá decir más alto pero no más claro. Fomento del Trabajo, la mayor patronal catalana, califica la ley del referéndum en Cataluña como “un golpe de Estado jurídico contrario al derecho interno e internacional”. Además considera que es una irresponsabilidad política de consecuencias impredecibles. Los empresarios catalanes entienden que es legítima la aspiración a la singularidad política en Cataluña, pero recuerdan que el derecho internacional no ampara el referéndum del proximo primero de octubre porque solo se reconoce el derecho de secesión en procesos descolonizadores o en situaciones de grave vulneración de los derechos humanos.De esta forma, la voz de los empresarios catalanes se suma a las que en los últimos días han hecho una invitación a la cordura dentro de los principios de la democracia y de la legalidad vigente. El empeño del bloque secesionista de Junts pel Si y la CUP de llevar a las instituciones políticas catalanas fuera de la ley, se topa con la oposición cada vez más nítida de una parte no desdeñable de la sociedad civil. Una sociedad que reclama negociación y diálogo y que vive atenazada por la cerrazón política de sus dirigentes. Esta cerrazón pasa ahora por eludir el debate parlamentario de las leyes de desconexión, algo que el Consejo de Estado ha considerado como grave vulneración del derecho de participación política.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Es tiempo de construir, no de demoler
Como era de esperar, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no han dado crédito a las respuestas que Mariano Rajoy dio en la Audiencia Nacional sobre el “caso Gurtel”, negando todas las presunciones de culpabilidad de una acusación claramente teledirigida por el PSOE. Seguramente va a proseguir el juicio político paralelo contra el Gobierno del PP, justo cuando más necesaria es la unión de los principales partidos para afrontar el desafío separatista catalán. Hay que preguntarse hasta qué punto la obsesión de Sánchez e Iglesias puede erosionar las acciones que el Gobierno tendrá que poner en marcha necesariamente para impedir el desmantelamiento del Estado de Derecho.Es verdad que Sánchez ofreció su apoyo al Gobierno, pero condicionado a que se tomara alguna iniciativa política. Aunque nunca ha aclarado el líder del PSOE en qué debería consistir esa iniciativa, lo que le gustaría a Sánchez sería que el Gobierno se sumase a su propuesta de definir a España como “Estado plurinacional”. Pero esta eventual iniciativa, que por otro lado no satisface en absoluto a los separatistas, exigiría un debate en profundidad y un amplio consenso para reformar la Constitución, no una iniciativa oportunista y precipitada que deja fuera a más de la mitad de la sociedad española. No es el momento de pedir dimisiones y de destruir, sino de consolidar el todavía frágil pacto de Estado para evitar el desafuero del proceso independentista.