Jordi Nebot, experto en finanzas: "El intento de Europa de crear su propia criptomoneda, el euro digital, es un paso más para que el efectivo se use cada vez menos"
Casi la mitad de los españoles lleva menos de 20 euros en la cartera y un 15% directamente no utiliza billetes ni monedas en su día a día.

Jordi Nebot, CEO y fundador de PaynoPain
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Los métodos de pago en España están viviendo una transformación acelerada por la digitalización y el auge del comercio electrónico. Un reciente estudio de PaynoPain revela que el uso del dinero en metálico está en claro retroceso: el 46% de los españoles lleva menos de 20 euros en efectivo, mientras que un 15% de la población directamente no lo utiliza en absoluto. La tarjeta de crédito o débito se consolida como la opción preferida para casi el 58% de los ciudadanos, frente a solo un 23% que todavía usa el efectivo a diario.
Jordi Nebot, CEO y fundador de PaynoPain, ha señalado que esta tendencia es especialmente visible en ciertos segmentos de la población. "Poco a poco el uso del efectivo se está convirtiendo en algo residual. En la gente menos de 57 años prácticamente no utiliza el efectivo y lleva menos de 20 euros encima habitualmente", afirma el directivo. Según Nebot, los que más utilizan el efectivo son los mayores de 57 años y su uso se limita cada vez más a propinas o pequeños comercios con la percepción de no estar digitalizados.
El uso del del efectivo se está convirtiendo en algo residual"

Un cajero muestra el dinero en euros de su caja registradora
La brecha en los pagos: edad y territorio
Las diferencias no solo son generacionales, sino también geográficas. Nebot destaca que en España existe una notable brecha digital entre las zonas urbanas y las rurales. "Mientras en las zonas urbanas es ya muy común pagar con tarjeta o con móvil, que es casi el 77% de los pagos, en las zonas rurales esta cifra baja hasta casi el 50%", detalla. En el entorno rural, el efectivo sigue teniendo un peso considerable, empleándose en casi el 40% de las compras.
Esta situación afecta directamente a los comercios tradicionales, ya que, según la encuesta, el 81% de quienes todavía utilizan el efectivo lo hacen principalmente en estos negocios. Para Nebot, la reducción del uso de efectivo "afecta a aquellos pequeños negocios que todavía no han tenido la capacidad de digitalizar sus sistemas", aunque lo ve como "una oportunidad para ayudarles a adaptar nuevos hábitos y las nuevas demandas de los consumidores".

Pago en un supermercado con dinero en efectivo
Riesgos de la digitalización y ciberseguridad
Pese a la comodidad y seguridad de los pagos digitales, depender exclusivamente de ellos conlleva el riesgo de exclusión para "aquellas personas que no se han digitalizado por el motivo que sea", advierte el CEO. Además, la confianza del usuario se ve amenazada por el aumento de las estafas. "Desde el 2020, donde hubo un boom en la digitalización de los consumidores, también hubo otro boom que fue la digitalización de los delincuentes, convirtiéndose en ciberdelincuentes", explica Nebot.
Hubo otro boom que fue la digitalización de los delincuentes, convirtiéndose en ciberdelincuentes"
Nebot subraya la importancia de la ciberseguridad y cómo los proveedores de servicios de pago intentan ofrecer mecanismos "para que una vez si por desgracia han sido víctimas de algún tipo de fraude, tengan formas rápidas y ágiles de recuperar su dinero". De hecho, la seguridad es el factor más valorado por más de la mitad de los usuarios al pagar, por delante de la comodidad y la agilidad.
El futuro: euro digital y la posición de España
De cara al futuro, Nebot apunta a dos tecnologías que marcarán los próximos años: el euro digital y la inteligencia artificial aplicada al comercio agéntico - agentes de inteligencia artificial (IA) realizan compras en nombre de los clientes-. "El intento de Europa de crear su propio su propia criptomoneda, llamémosla así, el euro digital, es un paso más en esta dirección, es intentar que el efectivo sea algo que cada vez se utilice menos".
Pese a esta tendencia, una desaparición total del efectivo no parece cercana ni deseada. "El 87% de los ciudadanos no estarían de acuerdo con que el efectivo desapareciese", afirma el experto, debido a la brecha digital, generacional y socioeconómica y a un debate "más filosófico" sobre la privacidad en las compras.
A nivel europeo, "España está haciendo un gran trabajo a la hora de tanto en adoptar nuevas tecnologías como impulsar iniciativas nacionales", según Nebot. El directivo pone como ejemplo los sistemas basados en transferencias instantáneas como Bizum, "siendo de hecho un referente en Europa y un modelo a seguir".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.






