Anoche, todos estábamos pendientes de la caída de Facebook, WhatsApp e Instagram. Durante casi 6 horas, estas aplicaciones estuvieron sin servicio y más de 3.5000 millones de usuarios en el mundo se vieron afectados. Al contario de otras veces, estas aplicaciones estuvieron inaccesibles para todos, es una de las grandes caídas que ha tenido la compañía.

El fallo se atribuye a un cambio de configuración defectuoso, pero todavía se investigan las causas reales. Esta caída ha tenido una fuerte bajada en bolsa para las empresas y ha costado más de 5.000 millones de dólares.

La compañía no ha querido dar detalles, pero varios expertos la atribuyen a un problema en los sistemas de dominio conocidos como DNS, que traducen los nombres de dominio que todos usamos como Facebook.com, para que podamos acceder a su interior. Estas aplicaciones dejaron de funcionar alrededor de las 18h y no fue hasta pasadas las 00.30h cuando se comenzó a restablecer el servicio. De madrugada, la compañía publicaba un tuit pidiendo disculpas. Esto le ha supuesto a Zuckerberg bajar un puesto en la lista Forbes de personas más ricas del mundo.

Pablo San Emeterio, experto en Ciberseguridad, ha estado en ‘La Lupa’ de TRECE para explicar qué ha pasado para que colapsen las aplicaciones: “Ha habido un fallo en la información de sus rutas y eso lo que hace es que desaparezcan de internet. Traduce un nombre de internet como es Facebook.com a la dirección IP y, al desaparecer, esto es lo que imposibilitaba que los usuarios pudieran acceder a estas plataformas que son todas de la compañía de Facebook”.

¿Por qué motivo se tardaron 6 horas en restaurar las aplicaciones? “Se tarda porque, estos sistemas soportan una gran cantidad de conexiones y restaurarlos no es como volver a encender un ordenador y empezar desde cero. Primero se detecta cuál es el fallo, y una vez detectado tienes que ir restableciendo esa configuración que se ha borrado para volver a activar los servicios y poco a poco van entrando en servicio”, explica Pablo.

Muchos son los que afirmaron que se trataba de un ciberataque. Pablo San Emeterio nos aclara esta información: “No ha sido un ataque exterior a la compañía. Uno de los rumores era que había sido producido por un trabajador descontento en la compañía, pero está por determinar. Lo cierto es que ha sido un cambio de configuración desde dentro de la compañía”.

Pablo asegura que las compañías tienen presupuestos de seguridad que les protegen de estos fallos y de otros ataques que puedan sufrir, pero que no significa que sean invulnerables. En cuanto a las pérdidas económicas, destaca que “veremos recuperaciones del valor de Facebook en los próximos días cuando el fallo quede en el olvido. Lo que sí que ha perdido es el tiempo que ha estado fuera y la facturación de su negocio”.

Para concluir, Pablo San Emeterio aconseja tener otras aplicaciones que nos permitan comunicarnos de manera instantánea, ya que, hoy en día, disponemos de variedad. Además, añade que le sorprende que “algo que está fuera durante 7 horas, no un tiempo demasiado grande en la vida de una persona, pueda suponer un impacto tan grande. Debemos analizar esta dependencia como sociedad y podemos funcionar con ellas y sin ellas”.