Siete personajes que han destacado en la vida de la Iglesia en este 2021: niños, misioneros, monjas...

Cuando apenas quedan unas horas para concluir el año, es momento de echar la vista atrás y recordar a aquellas personas que hicieron del mundo un espacio más habitable

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Stan Swamy, el sacerdote jesuita que ha murió tras 9 meses en prisión

El pasado 5 de julio fallecía a los 84 años el religioso jesuita Stan Swamy. Los últimos nueves meses de su vida los pasó bajo arresto en Bombay (la India) acusado de “terrorismo” por su defensa de los derechos de los nativos en el estado de Jharkhand.

El jesuita falleció en un centro sanitario, dos meses después de que su salud empeorara tras contraer la covid-19 en la cárcel. Su delicado estado hizo que a finales de mayo fuese trasladado de la prisión de Taloja a ser interno del hospital de la Sagrada Familia de Mumbai. Al empeorar su estado, el anciano fue trasladado a la unidad de terapia intensiva, mientras se seguía discutiendo en los tribunales un recurso para que recuperara la libertad.

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A pesar de la edad avanzada y la enfermedad de Parkinson que padecía, el Padre Swamy fue arrestado el 8 de octubre por la National Investigation Agency en Jarkhand, donde toda su vida trabajó en la defensa de los derechos de las poblaciones nativas locales, amenazadas por los intereses económicos. Junto con otros 15 activistas, el jesuita fue acusado de mantener contactos con la guerrilla maoísta como parte de la investigación de los enfrentamientos que se produjeron en 2018 durante la conmemoración de la batalla de Bhima Koregaon.

El Padre Swamy siempre negó estas acusaciones, alegando que en los ordenadores que le fueron incautados habían introducido algunos documentos como prueba de falsas acusaciones en su contra. En varias oportunidades los jueces de Mumbai rechazaron su solicitud de libertad bajo fianza.

Gloria Cecilia Narváez, la religiosa liberada tras cuatros años presa de los yihadistas

Una de las noticias más felices del 2021 para la Iglesia fue la liberación el pasado 9 de octubre de la colombiana Gloria Cecilia Narváez, religiosa de 58 años que fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 por el grupo yihadista 'Frente al Nusra para el Islam' vinculados a Al Qaeda. Fue en la frontera de Mali con Burkina Faso.

Perteneciente a las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue raptada por hombres armados en la población de Karangasso, en el sur de Malí, donde trabajaba en un centro de salud, a unos 300 kilómetros al este de la capital, Bamako.

A través de un vídeo, la religiosa quiso agradecer a todas las personas e instituciones que de una manera u otra habían estado pendientes de su cautiverio y de su posterior liberación.

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“¿Cómo pagará el Señor todo el bien que me ha hecho? Nuestro Dios es un Dios grande, lo que quiere lo hace en el cielo y en la tierra. Quiero elevar en este día mi acción de gracias a Dios porque lo he sentido cercano en este cautiverio. "Mis agradecimientos al Papa Francisco, al Gobierno italiano, a los organismos de Inteligencia italiana, a las autoridades de Malí, a Monseñor el cardenal Zerbo, al doctor Iván Duque, presidente de Colombia y a todo el Gobierno colombiano, al embajador de Colombia en Italia, a la Conferencia Episcopal, a los obispos y sacerdotes. A los religiosos y religiosas. A los grupos parroquiales, a los laicos comprometidos, a los grupos de oración. A las Instituciones Educativas, personal docente, administrativos, alumnos y exalumnos. A mi familia y a todas las personas que oraron por mí e hicieron posible mi liberación, y aquellas me han fortalecido y acogido con sus detalles y gestos de fraternidad. Un sincero Dios os pague. Fraternalmente, Hermana Gloria Cecilia”.

El gesto heroico de Sor Ann Un Thawng que salvó la vida de los manifestantes en Birmania

La religiosa Ann Un Thawng salió a las calles de la ciudad de Myitkyina, capital del estado de Kachin, en el norte de Mynamar, rogando de rodillas a las fuerzas de seguridad que no dispararan contra los jóvenes manifestantes que protestan de forma pacífica.

La hermana Ann Nu Thawng, de la congregación religiosa de San Francisco Javier, instituto de derecho diocesano en Myitkyina, fue el ícono de la jornada de aquel 28 de febrero, marcada por la dura represión de la policía que, según las Naciones Unidas, disparó contra los manifestantes de todo el país, matando a 18 personas y dejando a más de treinta heridas.



“En la zona de Myitkyina, hasta ahora las manifestaciones siempre han sido pacíficas y sin incidentes. Pero ayer algunos episodios de violencia amenazaron con hacer precipitar la situación”, explicó a la Agencia Fides Joseph Kung Za Hmung, director de “Gloria News Journal”, el primer periódico católico en la web en Myanmar.

Teresa Castillo, la madrileña de diez años que murió siendo 'misionera'

Teresita Castillo falleció el pasado 7 de marzo en Madrid con tan solo diez años, como consecuencia del tumor en la cabeza que padecía. Pese al drama familiar que supuso, lo cierto es que se marchó con un testimonio de fe y de amor a la Iglesia que conmovió a toda España.

Su historia se hizo conocida a raíz de la visita de don Ángel Camino Lamela, perteneciente a la Archidiócesis de Madrid, al Hospital de La Paz el 11 de febrero.

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“Hemos llegado a la UCI debidamente equipados, he saludado a médicos y enfermeras, y acto seguido me han llevado a la cama de Teresita que estaba junto a su madre Teresa. Un vendaje blanco rodeaba toda su cabeza, pero tenía la cara suficientemente descubierta como para percibir un rostro verdaderamente brillante y excepcional”, narra el sacerdote, que explicó que acudía en nombre del arzobispo de Madrid para traerle a Jesús.

La niña preguntó: “Me traes a Jesús, ¿verdad?”, y a continuación añadió: “¿Sabes una cosa? Yo quiero mucho a Jesús”. En ese momento la madre intervino en la conversación e invitó a su hija: “Dile a Ángel lo que tú quieres ser”. Teresita respondió: “Yo quiero ser misionera”. El P. Ángel quedó impactado por la respuesta, “totalmente inesperada para mí”. “Cogiendo fuerzas de dónde no tenía, por la emoción que me produjo la respuesta, le digo: ‘Teresita, yo te constituyo ahora mismo misionera de la iglesia, y esta tarde te traeré el documento que lo acredita y la cruz misionera’”.

Teresita fue enterrada el 8 de marzo. Don Ángel Camino Lamela finalizó su carta invitando “a que recéis por Teresita y, sobre todo, a que os encomendéis a ella porque estoy convencido que va a proteger de un modo especial a toda la Vicaría VIII, en la cual ella fue constituida misionera”.

Pedrito, el niño de once años que se recuperó milagrosamente del cáncer que padecía

A Pedrito, de once años, le diagnosticaron un cáncer con mal pronóstico hace unos meses. Durante el duro tratamiento que estaba recibiendo, surgió una cadena de oraciones por su recuperación. Pues bien, casi medio año después de aquello, el pasado 7 de diciembre conocíamos que Pedrito está recuperado.

Una noticia que ha llenado de alegría a su familia pero también a las miles de personas que este tiempo han rezado por él. Por ello, la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en el barrio madrileño de Aravaca, celebró una Misa de acción de gracias por su curación.

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“Han sido muchos meses en el hospital sin ver a nadie, varias operaciones, quimio, radio… Pero, ¿sabéis qué? Que gracias a todas vuestras oraciones y a la ayuda de Jesús, ¡sabía que lo iba a conseguir!”, afirmaba el pequeño Pedrito durante la celebración.

“Si Jesús y la Virgen están con nosotros, ¡todo se puede! Ojalá todo el mundo tenga la oportunidad de conocerles y, si no, nosotros se lo enseñamos, porque la vida junto a ellos, ¡es maravillosa!”, agregaba el muchacho.

Las cinco hermanas (de sangre) que entregaron su vida a Dios

Amada de Jesús tiene otras cinco hermanas y un hermano. Hace trece años sintió la llamada de Dios para llevar una vida contemplativa y entregada a Él. La particularidad es que cuatro de sus hermanas también recibieron la llamada, concretamente Jordán, Francesca, Ruth María y Nazaret.

Todas ellas recibieron la llamada a la vida religiosa en el Instituto Iesu Communio, cada una en un momento distinto: “Fue una sorpresa para la familia que el Señor nos llamara a cinco hermanas en un espacio de tiempo de apenas dos años”, explicaba hace unos meses Amada de Jesús, quien ejercía de “portavoz” a la hora de contar la historia en el canal de Youtube del instituto religioso.

La primera en recibir la llamada fue Jordán, lo que constituyó toda una revolución entre los miembros de la familia. Un año más tarde hicieron lo propio Amada de Jesús y Francesca. Solo dos meses después fue el turno de la mayor de las hermanas, Ruth María. Finalmente ingresaría Nazaret, quien sintió miedo en un primer momento: “Cuando ella intuyó que el Señor también la estaba llamando, no podía entender que Dios las eligiera a todas".



Lo curioso es que entre ellas jamás habían manifestado de manera abierta “su sed de que el Espíritu Santo suscitaba en nosotros”.

Amada de Jesús relataba que, desde pequeña, su relación con el Señor era sencilla: “Supe que me quería, y aquello me llenaba de alegría”. Cuando la joven fue creciendo, pensaba que una vida como consagrada implicaba renunciar a ser mujer, esposa y madre. Tres facetas de las que no quería desprenderse en aquellos años.

“Yo quería buscar un hombre para formar una familia. Era el motor de mi vida, amar y ser amada casándome y teniendo hijos”. Todo cambió cuando visitaron la parroquia algunas hermanas del instituto Iesu Communio, que Amada de Jesús vivió con esperanza y alegría: “Las veía muy alegres, aliviadas del sufrimiento. Fue un encuentro en los que las hermanas, desde su experiencia de sanación, transmiten lo que Jesús ha hecho en ellas”, explicaba la hoy monja.

Tiempo después, Amada de Jesús estudió Magisterio de Educación Especial, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca el sufrimiento real de aquellas personas con capacidades diferentes: “Son chicos que se dejan amar y aman. Todo es amor en ellos”.

Una experiencia muy dura para nuestra protagonista fue cuando a uno de los chicos con daño cerebral sufrió un accidente y recibió el alta: “Ahora puede andar y llevar una vida más o menos normal. Yo no podía dejar de pensar en cómo había esa persona encajado lo que le había ocurrido, quién le permitía sanar sus heridas. Para mí, la respuesta era la respuesta contemplativa”.

De manera progresiva, el Señor fue enamorando a Amada de Jesús: “Fue cuando fui a hablar con la Madre, para saber si esto era de verdad o me lo había inventado. Me fue enamorando y solo puedo vivir para Él. La fecundidad de mi vida es Él”.

Trece años después, aseguraba que merece la pena: “El don de la consagración es incomparable. Siento que me quiere muchísimo y soy amada por Él gratuitamente”, reflexionaba.

Sandra Sabattini, la primera 'novia' santa de la historia

No era más que una chica normal y corriente, de parroquia y familia cristiana. Vivía en Italia, Rimini, y soñaba con ser médico y con ser, con su novio, misioneros ambos en África".

El pasado domingo 24 octubre, coincidiendo con el Día del DOMUND, la joven laica, que murió a los 23 años y estaba comprometida para casarse, fue beatificada en la basílica de la catedral de Santa Colomba en Rimini. Hija espiritual de Don Oreste Benzi, fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII, Sandra dedicó su corta vida a ayudar a discapacitados y drogadictos.

Sandra descubrió el rostro cercano de Dios cuando empezó a colaborar con la Comunidad Papa Juan XXIII con jóvenes discapacitados. Con tan solo 23 años Sandra perdió su vida después de sufrir un atropello. En su diario nos dejó grandes lecciones de amor y un resto de una profunda fe de la que hoy podemos todavía disfrutar.

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Cuando murió atropellada, estaba comprometida para casarse con Guido Rossi, con quien soñaba ir a África para iniciar una comunidad que sirviera a los “últimos de los últimos”. El P. Oreste Benzi, fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII a la que pertenecía, fue quien promovió su causa de beatificación con la idea de que se convirtiera en “la primera novia santa”.

El Papa Francisco declaró a Sandra beata gracias a un milagro reconocido por su intercesión, la curación de un cáncer incurable a un concejal de la ciudad de Rimini.

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