Una experta en demencia deja claro cuántas horas hay que dormir para evitar deterioro cognitivo: "Todos los días"
Lucrecia Moreno es autora de un estudio que esclarece que el uso de la tecnología puede estar asociado a menores tasas de deterioro cognitivo en mayores de 50 años

Carlos Moreno 'El Pulpo' charla con Lucrecia Moreno, catedrática en el departamento de Farmacia de la Universidad CEU - Cardenal Herrera
Publicado el
3 min lectura
El deterioro cognitivo es una preocupación creciente en una sociedad que envejece rápidamente. Sin embargo, la ciencia continúa aportando luces para prevenirlo o ralentizar su avance. Lucrecia Moreno, catedrática en el departamento de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera y autora de un estudio incluido en un metaanálisis publicado en Nature Human Behavior, ha dejado claro en una entrevista en Poniendo las Calles de Cadena COPE que uno de los pilares fundamentales para mantener la salud cerebral es el descanso diario: "Dormir todos los días el número adecuado de horas es clave para evitar el deterioro cognitivo."
Salud cerebral
El estudio de Moreno y su equipo, pionero en España y entre los pocos a nivel internacional, revela una conclusión que rompe con ciertos prejuicios: el uso activo de la tecnología, especialmente entre mayores de 50 años, está asociado a menores tasas de deterioro cognitivo. "Aquellas personas que utilizan Internet y dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles o tabletas, tienen menos riesgo y mejores puntuaciones en test de cribado cognitivo", afirma Moreno. Este hallazgo se enmarca dentro de la llamada hipótesis de la reserva tecnológica, que sostiene que el empleo de herramientas digitales estimula el cerebro y prolonga la autonomía personal.
La especialista subraya que "la vida autónoma se alarga porque desde el deterioro cognitivo hasta la demencia pueden pasar perfectamente 15 o 20 años". Además, señala que la tecnología ayuda a las personas a mantenerse organizadas y conectadas, con funciones prácticas como recordatorios de medicación o citas médicas. Este soporte tecnológico es vital para evitar que la pérdida de memoria derive en aislamiento social, un factor de riesgo reconocido en el desarrollo de la demencia.

Una joven se quedó dormida sobre una computadora portátil mientras trabajaba.
En este sentido, Moreno recuerda que la pandemia aceleró la adopción de videollamadas y redes sociales en personas mayores, lo que contribuyó a mantener sus conexiones sociales durante el confinamiento y redujo la sensación de soledad, un aspecto crítico para la salud cognitiva. Puedes conocer más sobre la importancia del aislamiento social y la demencia en la web de la Sociedad Española de Neurología.
Más allá del sueño
Además del descanso y el uso adecuado de la tecnología, Lucrecia Moreno destaca otros factores modificables para frenar el deterioro cognitivo. Entre ellos, el control de factores cardiovasculares como la obesidad y la hipertensión juega un papel fundamental. "Hay más personas con demencia que tienen obesidad que las que no la tienen", explica la experta.
Por otra parte, el ejercicio físico, tanto cardiovascular como de fuerza, es imprescindible para mantener la salud cerebral, al igual que la estimulación cognitiva. Moreno recalca la importancia de realizar actividades que supongan un desafío nuevo para el cerebro, como aprender idiomas, jugar al ajedrez o enfrentarse a retos distintos a los ya conocidos. Según sus palabras, "la jubilación es una oportunidad para seguir creando redes neuronales".

Un joven en la cama sosteniendo un medicamento y una taza verde, contemplando en un dormitorio luminoso y cómodo durante las horas del día.
En cuanto a la lectura, Moreno explica que no toda estimulación es igual de eficaz. Mientras que una lectura pasiva puede no ser suficiente, navegar por Internet implica una lectura activa, con búsqueda constante de información y resolución de dudas, lo que genera mayor estimulación cognitiva. Sin embargo, la televisión o el visionado pasivo de contenidos no aportan ese mismo beneficio.
Por último, la experta advierte que, aunque la tecnología es una aliada, un uso indiscriminado o pasivo puede ser perjudicial, especialmente si se convierte en una adicción o se usa solo para entretenimiento sin interacción mental.