París ha acogido la subasta del armas más famosa del arte. En el se ha subastado la pistola que acabó con la vida de Vincent Van Gogh a los 37 años. Aunque todos estaban seguros de que el pintor holandés se había suicidado surgió una teoría, sostenida por dos estadounidenses, en la que se asegura que fue una segunda persona la que asesinó a este genio de la pintura.

Hasta ahora todos creíamos que Van Gogh se había suicidado por un tiro en el estómago, pero esto no es nada habitual. Además, el ángulo de la bala era muy antinatural y para conseguirlo disparándose uno mismo habría que haber sujetado el arma de forma poco práctica. A esto se le suma que en sus manos no había restos de pólvora, algo habitual en las pistolas de la época.

Los sospechosos de su muerte fueron dos amantes que le acosaban. Los investigadores piensan que en un forcejeo con alguno de ellos la pistola se disparó. Al principio la policía no encontró el arma, fue un siglo después cuando un agricultor la encontró medio enterrada, este la llevó al albergue donde vivió el pintor sus últimos años, sin saber la fortuna que abandonaba ya que el arma se ha vendido ahora por 162.495 euros.

La casa subastadora ni si quiera podía asegurar que esa fuese la pistola que causó la muerte a Van Gogh pero aún así el misterio ha despertado la curiosidad a los bolsillos de varios de los compradores. El arma había quedado encerrada en un cajón durante años, sin dar importancia de su posible valía, fue una de las descendientes de los dueños del albergue la que decidió deshacerse de ella llevándola a la casa de apuestas.

Las subastas de armas están a la orden del día. En Ifema Madrid recientemente se ha realizado una con casi 3000 armas de fuego que tenía en depósito la Guardia Civil procedentes de particulares que las entregaron voluntariamente o porque no tenían los permisos para poseerlas. Adrián Gil, periodista en Cope, nos cuenta que en esta feria se podía encontrar todo tipo de armas, desde pistolas a ballestas, de lo más antiguo hasta armas recientes. Este evento ha evitado que muchas de esas armas se conviertan en chatarra, ya que al año solo en Madrid 10000 pistolas acaban con ese destino.