¿Existen las sirenas? El mito de las aves con cabeza de mujer o mujeres con cuerpo de pez que eran una tentación

El ser humano ha buscado siempre comprender su entorno, pero cuando la razón no alcanzaba, inventó. Completó con mitos lo que no podía conocer. 

En cada cultura, en cada época, aparecieron criaturas que daban forma a los miedos, a los deseos y a lo inexplicable. No importa si hablamos de Europa medieval, de tribus del Amazonas, de pastores del Himalaya o de los pieles rojas americanos: allá donde hay hombres, hay mitos. Y los arquetipos se repiten. Seres híbridos, guardianes de la naturaleza, figuras que castigan o que conceden dones. Algunas viven en el bosque, otras en el mar, otras en el límite mismo de la conciencia.

Abrimos ese archivo profundo, universal, que conecta al cazador prehistórico con el internauta que ve vídeos de Bigfoot en YouTube. Hablamos de criaturas legendarias que aunque no existan, siguen muy vivas.

Guillermo Díaz, es divulgador, escritor, apasionado de la historia, el cine, la literatura, los mitos y las leyendas y responsable de la Enciclopedia Oculta.

Entre monstruo y criatura legendaria hay diferencia y no solo es estética "Al monstruo se le combate, se le vence, es una amenaza. Las criaturas legendarias pueden maravillar, fascinar o incluso proteger. Pueden ser buenas como el unicornio o ser ambiguas como las hadas que pueden ser buenas o llevarte a la tumba"

las sirenas

Las sirenas no siempre fueron mitad mujer, mitad pez. "En la Antigua Grecia eran aves con cabeza de mujer y se llamaban arpías y no vivían en el mar sino en los riscos. Fue en la Edad Media, con la influencia cristiana, cuando se convirtieron en mujeres-pez, símbolos de la tentación carnal"

Primas de las sirenas fueron las ninfas y las nereidas que son variantes del mismo personaje. "Todas forman parte del imaginario mitológico femenino asociado a la naturaleza. Ninfas de los bosques, nereidas del mar, dríades de los árboles. Algunas son benignas, otras peligrosamente seductoras. Y todas exigen respeto o castigan"

el bigfoot

El mito del Bigfoot es muy anterior a la edad moderna. "Era un mito de las tribus nativas norteamericanas y le llamaban el Sasquatch y era una criatura muy vinculada a la tierra y a la naturaleza" 

Pero fue en el siglo XX cuando se volvió viral a modo de huellas gigantes, documentales con música dramática y vídeos en los que siempre está un poco fuera de foco. 

El Yeti sería la versión tibetana y aparece en relatos de exploradores británicos que buscaban gloria en el Himalaya.

el wendigo

Viene del norte de Canadá, de las culturas esquimales. "Representa al invierno, el hambre y la desesperación. Es una espíritu que posee a aquellos que practican el canibalismo. Simboliza la pérdida de humanidad en situaciones extremas" 

el unicornio

El unicornio no existió como lo pintamos hoy pero tenía ciertos vestigios de existencia. "En la Edad Media se vendían cuernos de narval como cuernos de unicornio. Fue un símbolo de pureza per también podías ser una criatura que podía ser domesticada" 

Hay fósiles como el Elasmotherium, un rinoceronte prehistórico con un cuerno enorme, que pudieron inspirarlo. 

las hadas

No eran criaturas como las que vemos en las películas de de Disney, son criaturas mucho más terribles. "Son seres ambiguos y enormemente peligrosos. No conceden deseos o males por simpatía o antipatía, lo hacen por capricho" 

En el folclore celta, las hadas roban bebés, castigan la soberbia y viven en un mundo paralelo que se cruza con el nuestro en los solsticios. 

Los elementos esenciales como el fuego, la tierra, el agua y el aire también son espíritus de la naturaleza según la tradición alquímica. "Representan los cuatro elementos clásicos las salamandras del fuego, ondinas del agua, gnomos de la tierra y silfos del aire. No siempre tienen cuerpo, pero se les atribuye voluntad y temperamento"

Hay también muchas criaturas híbridas. Mitad león, mitad águila o mitad serpiente. "Lo híbrido genera incomodidad. Un ser que rompe las fronteras entre especies simboliza el caos. Y cuanto más raro el cruce, más potente el símbolo"

Las criaturas legendarias no necesitan existir para ser reales. Están en las historias que contamos, en los símbolos que usamos, en el niño que fuimos y que miraba debajo de la cama. Cada cultura ha tejido sus propias bestias, sus guardianes, sus fantasmas. Y todas, en el fondo, hablan de lo mismo: del miedo a lo desconocido y del deseo de que lo extraordinario, alguna vez, nos toque la puerta.