Condenan a un albañil que vino a España por trabajo, pasa 15 años en la cárcel y cuando le absuelven se queda sin compensación

 La noche en que arrestaron a Ahmed Tommouhi, en noviembre de 1991, él llevaba ocho meses viviendo en Cataluña tras emigrar desde Marruecos. La policía estaba investigando una serie de agresiones sexuales y tanto él como otro hombre marroquí, con quien compartía alojamiento en una pensión de Terrassa donde había encontrado empleo, coincidían con las descripciones dadas por las víctimas. Desde entonces, han pasado décadas y quince años de prisión, el otro acusado falleció mientras cumplía condena, hasta que finalmente la justicia anuló todas las sentencias por violación que se les impusieron erróneamente. 

Con el paso del tiempo, las pruebas, especialmente las de ADN, confirmaron que el verdadero responsable de los delitos era otro hombre. Sin embargo, hace unas semanas, Tommouhi recibió la noticia de que la Audiencia Nacional ha rechazado compensarlo por los años que pasó en prisión, argumentando que no considera que existiera un "error grave o evidente" en el proceso judicial.  

A LAS PUERTAS DE LOS JJOO

La Ciudad Condal se preparaba para albergar los Juegos Olímpicos.  Sin embargo antes de la llegada de este evento mundial, se estaban produciendo una ola de violaciones y robos contra jóvenes en lugares apartados y sin iluminación. El modus operandi era muy parecido. Los violadores, abusaban de las chicas cuando estaban solas. Si iba acompañada y eran dos, cada asaltante violaba a cada chica por separado.

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Fue detenido hace 34 años, junto a otra persona,  a la que no conocía, por cuatro brutales asaltos con violación, que ellos no cometieron, en distintos lugares de Cataluña y moviéndose en un coche que nunca fue suyo. Después de ser reconocido en una rueda de prensa por una de las víctimas, de 14 años, justo después de que lo viera esposado en un pasillo del juzgado, infringiendo todas las reglas.

Hace poco más de 25 años, la ola de violaciones en la Ciudad Condal seguía via, pero por fin se dio con el verdadero autor de los hechos, que tenía una semejanza y un gran parecido con Ahmed. Hace tiempo que las víctimas de aquellos terribles sucesos reconocieran hace años que posiblemente se equivocaron en el reconocimiento y apoyaran el recurso de Ahmed. 

El Tribunal Supremo anuló en 1997 la primera condena. En 2023 terminaría anulando la segunda condena. Y en 2025 el Tribunal Supremo anuló la tercera condena. Aun así, sigue pendiente de una cuarta, que todo hace indicar que también será absuelto de ella. Hace unas semanas que la Audiencia Nacional le denegó, sí, le DENEGÓ, el derecho a una indemnización económica y, por si fuera poco el daño moral y emocional que ha sufrido, le han condenado a pagar las costas del proceso, que suman una cuantía de 5.000 euros. 

Hace unos meses fue premiado por los periodistas jurídicos. Su lucha sigue pero sus fuerzas cada vez son más débiles. Pero sigue siendo un ejemplo de superar todos los obstáculos. Un orgullo para todos los que le rodean. Tal ha sido la insistencia por parte de su nieta que tanto ella como sus compañeros de su instituto decidieron mandarle una carta al Presidente del Gobierno con el objetivo de hacerle llegar el caso. Unos esfuerzos que el propio Ahmed no sabe cómo agradecer.