La medida que puede tomar España con las pensiones tras lo que ha ocurrido con las de Francia: 11.000 millones de euros
Raymond Torres, director de coyuntura económica de Funcas, analiza en La Linterna las drásticas decisiones del país vecino y qué significa para los españoles

Madrid - Publicado el
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El anuncio del primer ministro francés, Gabriel Attal, de congelar pensiones y salarios públicos como parte de un plan de ahorro de 44.000 millones de euros en cuatro años ha reabierto el debate sobre la sostenibilidad de los sistemas de protección social en Europa. En La Linterna de COPE, el economista Raymond Torres, director de coyuntura económica de Funcas, analizó las lecciones para España, donde el ajuste necesario para garantizar la viabilidad de las pensiones podría rondar los 11.000 millones de euros, una cifra muy inferior a la francesa pero que exige actuar con anticipación para evitar crisis futuras.
Francia: un espejo en el que no mirarse
Pilar García de la Granja, corresponsal del programa en París, detalló que Francia arrastra una deuda del 112% del PIB y un déficit del 5,8%, con un crecimiento anémico del 1,2% en 2024. Las medidas anunciadas —que incluyen recortes en prestaciones sociales, vacaciones y plantilla pública— buscan cuadrar las cuentas ante la presión de los mercados, que exigen primas de riesgo más altas que a España.
Torres atribuye esta situación a dos factores: la tradición francesa de posponer ajustes presupuestarios —sustituyéndolos por subidas de impuestos y deuda— y un crecimiento económico insuficiente (0,7% previsto en 2025), que dificulta la generación de ingresos. "Francia tiene una sociedad muy reacia a reformas; en España, pese a las quejas, se han aceptado cambios difíciles", destaca.

Primer ministro francés, Gabriel Attal
Así, frente al "bucle insostenible" francés, Torres subrayó que España parte de una posición más favorable: un déficit en torno al 3% del PIB y un crecimiento económico tres veces superior al galo. Sin embargo, advirtió que el sistema de pensiones requiere un ajuste estructural de 8.000 a 11.000 millones de euros —equivalente al 0,8% del PIB— para garantizar su sostenibilidad, según proyecciones de la Comisión Europea y la AIReF 39. Este esfuerzo, dijo, podría distribuirse en varios años y sin afectar al crecimiento, gracias a la solidez actual de la economía.
Ante la pregunta de Pilar García de la Granja sobre cómo materializar ese ajuste, Torres identificó tres áreas clave:
Más sobre pensiones
- Ayudas a la inversión empresarial: Un 80% más de gasto desde 2019 no se ha traducido en mayor inversión real, por lo que su rediseño podría liberar recursos.
- Pensiones: Aunque descartó reformas drásticas, abogó por "ajustes suaves" para reducir el déficit entre cotizaciones y prestaciones, en línea con las advertencias de Bruselas sobre el impacto de la reforma española, que elevará el gasto en 3,3 puntos de PIB para 2050.
- Gasto autonómico: Las comunidades autónomas han aumentado significativamente su gasto con fondos inflacionarios, y Torres pidió someter sus transferencias a criterios de "eficacia probada".
La advertencia final: "Hay que hacer los deberes"
Torres cerró su intervención con un mensaje claro: "Lo que ocurre en Francia nos recuerda que debemos actuar ahora". A diferencia del vecino galo, España tiene margen para ajustes graduales y menos traumáticos, pero retrasarlos podría llevar a escenarios críticos. "El esfuerzo necesario es mucho menor (11.000 millones frente a 44.000) pero evitar esa situación depende de decisiones inmediatas", insiste.

La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz
La entrevista coincide con los informes de la AIReF, que ya alertó de la necesidad de 11.700 millones en ajustes para cumplir con las reglas fiscales europeas en 2025 615, y con las proyecciones de Bruselas, que sitúan el gasto en pensiones en el 17,3% del PIB para 2050, el más alto de la UE. Mientras el Gobierno español confía en que las medidas de ingresos actuales basten, expertos como Torres insisten en no subestimar el riesgo. La sombra de Francia, con sus protestas sociales y su crisis de deuda, parece ser el mejor argumento para no repetir su historia.