Jesús (54), zapatero en Catarroja: "Entre 250.000 y 300.000 euros se han ido con la dana, estaba intentando ahorrar para la jubilación, tenía mi vida hecha"

Un año después de la dana que devastó la comarca, el programa 'La Linterna' de COPE regresa a Catarroja para recordar la tragedia y la ola de solidaridad

Jesus, zapatero en Catarroja
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La Linterna

Expósito recuerda desde Catarroja el aniversario de una de las tragedias más importantes de la historia de España charlando con Marcelino, que acogió a vecinos, José Vicente Alberola, párroco de la iglesia de María Madre, y Raquel, directora del colegio San Antonio de Padua II

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

5 min lectura32:49 min escucha

Ha pasado un año desde que la dana dejara una herida imborrable en la Comunidad Valenciana. El programa La Linterna de COPE, con Ángel Expósito, ha regresado a Catarroja, uno de los epicentros de la catástrofe, para recordar a los que se fueron y contar cómo esta tierra está saliendo adelante. Entre las ruinas de lo que fue una hecatombe, emerge el relato de sus gentes. La historia de Jesús, el zapatero del pueblo, y su tienda LunaClau, resume el horror vivido: "Mi hijo estuvo dos días sin beber agua, solo teníamos la que le sobró del cole, esa imagen es muy dura".

El abandono y un rescate 'in extremis'

En la calle Almería de Catarroja, una raya negra casi pegada al techo de la zapatería de Jesús marca la tragedia: "El agua llegó hasta aquí". Más de dos metros y medio de agua que lo anegaron todo. Una llamada de su mujer, "Jesús, sal de ahí", le salvó la vida justo a tiempo. Sin embargo, lo que siguió fue el desamparo. "Estuvimos tres días abandonados", denuncia Jesús. Durante ese tiempo, vio la peor cara de la riada, atrapado en el balcón de su vecino Marce.

Por aquí vi cadáveres pasar en el balcón de Marce, vi una mujer pidiendo auxilio y no pudimos socorrerla"

Jesús

Zapatero en Catarroja

El testimonio de Jesús es sobrecogedor, no solo por lo que vio, sino por lo que vivió su propia familia. "Mi hijo estuvo dos días sin beber agua, el agua que le sobró del cole, haciendo así, porque creía que no iba a beber más en su vida. Esa imagen es muy dura, muy dura", recuerda con la voz quebrada. La desesperación fue una constante en muchas localidades, como relata la historia de Mara en Paiporta, que también escuchó una "voz salvadora" en mitad del caos. En el balcón de su vecino, Jesús vio "cadáveres pasar" y a "una mujer pidiendo auxilio y no pudimos socorrerla. ¿Por qué nos dejaron abandonados? Es lo que no llego a entender todavía".

Personal militar que ayuda con las operaciones de limpieza durante la dana en Catarroja

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Personal militar que ayuda con las operaciones de limpieza durante la dana en Catarroja

La ola de solidaridad que lo cambió todo

En medio del abandono, la solidaridad se abrió paso. Marce, el vecino que le abrió las puertas de su casa a Jesús y otras cinco personas, se ha convertido en alguien indispensable. "Marce no es, para mí es familia", afirma el zapatero. Como él, miles de personas anónimas se convirtieron en héroes. "Fue algo muy patriota, de una solidaridad increíble", rememora Marce, quien describe la avalancha de ayuda con una frase contundente.

Tú hacías así, que necesitabas a 10 personas y te venían 20"

Marce

ecino de Catarroja

La ayuda llegó desde todos los rincones de España. Marce recuerda con emoción la intervención de la Armada, que acudió a la funeraria local para sacar el barro y los ataúdes. "Vi a los soldados que cogían la bandera nacional, la limpiaron, y tengo un vídeo donde están en la acera doblándola", cuenta. "Esa imagen se te queda grabada para siempre". La parroquia de María Madre de la Iglesia, liderada por el padre José Vicente Alberola, se transformó en un centro de reparto gracias a "cuarenta jóvenes que vinieron de Valencia y limpiaron todo el barro". Historias de supervivencia, como la de un perro que salvó a su dueño en Massanassa con sus ladridos, se multiplicaron por toda la zona.

Un año después: miedo, deudas y esperanza

Un año después, la normalidad no ha vuelto del todo. "En cuanto caen cuatro gotas, estamos con el miedo en el agua", confiesa Jesús. Sus pérdidas ascienden a 300.000 euros, de los que el consorcio apenas le ha cubierto "una tercera parte, si es que ha llegado". A sus 54 años, ha tenido que empezar de cero. Como él, muchos negocios siguen sin abrir y las infraestructuras dañadas recuerdan la tragedia. Son muchos los testimonios sobrecogedores de rescates, como el de Arantxa, vecina de Utiel.

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La recuperación es lenta y el trauma persiste. Gustavo, dueño de una academia de inglés, lo ha reconstruido todo, pero reconoce que ha tenido "más sensación de lo mal que lo pasamos hoy, que el día que lo estábamos viviendo". En el colegio San Antonio de Padua 2, su directora, Raquel Hernández, confirma que el miedo sigue presente: "Notas que todavía hay bastante nerviosismo cuando se habla de lluvias". Sin embargo, son los niños quienes dan la mayor lección de superación.

Raquel cuenta que, en un acto de recuerdo, una profesora mostró a los niños imágenes de la riada. Al preguntarles quiénes eran las personas que aparecían cubiertas de barro, los pequeños de cinco años respondieron: "Son los ángeles que vinieron a ayudar". Esa es la imagen con la que se queda Catarroja. Pese al horror y las pérdidas, la gratitud hacia la valentía y la solidaridad se ha convertido en el pilar sobre el que el pueblo se reconstruye.

Detalle en la tienda de Jesús para recordar donde llegó el agua de la dana en Catarroja

La Linterna

Detalle en la tienda de Jesús para recordar donde llegó el agua de la dana en Catarroja

El 29 de octubre de 2024 cambió para siempre la vida de miles de familias. La dana que golpeó España dejó 237 fallecidos89 municipios afectados y más de 17 millones de euros en pérdidas. La Comunidad Valenciana fue la región más castigada, junto a zonas de Castilla-La ManchaAndalucía y Cataluña.

En el primer aniversario, COPE analiza las consecuencias y las lecciones de aquella tragedia.

Las pérdidas materiales se sumaron al dolor humano. Fábricas cerradas, viviendas arrasadas, coches destruidos y carreteras intransitables paralizaron la actividad durante meses.

El IVIE situó las pérdidas en más de 17.000 millones de euros. Según la Cámara de Valencia, la dana dañó 48.722 empresas, 11.242 viviendas, 141.000 vehículos, 50.000 hectáreas agrícolas y unos 800 kilómetros de carreteras.

La agencia Morningstar DBRS la calificó como la catástrofe natural más cara que ha sufrido España. La AVA-ASAJA señaló que las explotaciones ganaderas fueron las primeras en repararse, pero más del 40% de las tierras agrícolas siguen sin recuperar su producción.

En julio de 2025, la Generalitat aprobó el plan “Endavant”, con 29.000 millones de euros para la reconstrucción y la prevención climática, financiados por los gobiernos autonómico y central.

Los especialistas coinciden en tres conclusiones: mejorar la coordinación entre alertas, reforzar los sistemas de drenaje y limpieza de cauces, y diseñar planes locales frente a inundaciones. Lecciones que buscan que tragedias como la del 29-O no se repitan.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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