Mara, vecina de Paiporta: "Mi hija y yo cometimos el error de volver en plena riada; escuchamos una voz salvadora que nos gritaba 'dónde vas, el sitio más seguro es este'"

El testimonio de una vecina que perdió su casa y quedó atrapada en el agua con su hija hasta que una desconocida las rescató en un puente

Paco Delgado

Madrid - Publicado el

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Un año después de la dana, el programa 'Herrera en COPE' ha recorrido los escenarios de la catástrofe y ha recalado en Paiporta, considerado el epicentro del desastre. En la sección 'Entrevista de las 9h', Jorge Bustos ha conversado con Mara, una vecina que perdió su vivienda en la calle Florida, a escasos 200 metros del barranco del Pollo. El agua alcanzó casi tres metros de altura, arrasando la planta baja de su casa, donde solo se salvaron las habitaciones superiores en las que su marido logró refugiarse.

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Mara ha recordado cómo, en cuestión de minutos, el agua lo anegó todo. “Serían las seis y media, siete menos veinte, aproximadamente, cuando me llamó mi marido para decirme que estaba entrando agua”, ha relatado. Quince minutos antes, al pasar por el puente del barranco, la situación era de una calma tensa, con la gente grabando vídeos y la policía esperando el desbordamiento sin que hubiera una alerta clara del peligro inminente.

En su intento por regresar a casa junto a su hija, se vio atrapada por la riada. Tras ser desviada por Picaña, se adentró a pie en el agua, que le llegaba “hasta la cintura, un poco más arriba”, hasta que el crujido de los cristales de una farmacia cercana la hizo retroceder. “Pensé, va a reventar, nos va a cortar y nos vamos a desangrar”, ha contado sobre el aterrador momento en que decidió darse la vuelta, luchando contra una corriente cada vez más fuerte.

Un ángel en mitad de la riada

Cuando ya se disponían a volver al coche, exponiéndose de nuevo al peligro, una voz providencial las detuvo en el puente donde se habían resguardado. “¿Dónde vas con tu hija? El sitio más seguro es este”, escuchó. Era Jessie, una trabajadora de un supermercado cercano con formación de azafata, que se convirtió en su salvadora durante toda la noche, ofreciéndoles mantas, agua, pan e incluso juegos de mesa para mantener la mente despejada.

Escuché una voz que me gritó '¿dónde vas con tu hija? El sitio más seguro es este'"

Mara

Vecina de Paiporta

Jessie les enseñó a tomar un punto de referencia para vigilar el nivel del agua y pasaron la noche jugando al parchís para ahuyentar el miedo. “Era una manera de despejar la mente”, ha explicado Mara sobre cómo lograron sobrellevar las interminables horas de angustia gracias a la calma y preparación de su 'ángel'.

La lenta y dura recuperación

Los días posteriores fueron un calvario. Tardaron cuatro días en poder acceder a la vivienda y quince en sacar los enseres destrozados. “La nevera estaba volcada hacia abajo, al cuarto día ya empezaba a hacer un olor horrible”, ha detallado. Fue entonces cuando, desesperada, le pidió ayuda a un bombero y, a partir de ahí, comenzaron a llegar efectivos y voluntarios para despejar la zona.

Tras pasar los primeros días acogidos en casa de familiares, se trasladaron a una segunda residencia de sus padres en Montserrat. Allí, un gesto tan cotidiano como sentir el agua caliente le provocó una profunda emoción: “Me puse a llorar cuando tenías el agua caliente que te corría por el cuerpo”. La ayuda económica ha llegado con cuentagotas: 6.000 euros de la Generalitat, 15.000 de Cáritas y otros 3.000 del gobierno autonómico. “Del Gobierno [central] nada”, ha sentenciado Mara, que ha explicado que no tenía seguro del hogar porque tuvo que rescatarlo para costear un tratamiento oncológico.

El trauma sigue muy presente y el regreso es una incógnita. Su hija no quiere volver y ella tampoco lo tiene claro. “Hay que volver porque hay que volver, pero psicológicamente aún no es el momento. Yo vengo aquí y me pongo a llorar”, ha confesado. El recuerdo del horror y la incertidumbre marcan su presente un año después.

Hay que volver porque hay que volver, pero psicológicamente aún no es el momento"

Mara

Vecina de Paiporta

Frente a vecinos que prefieren olvidar y no ver más imágenes de la tragedia, Mara defiende la necesidad de recordar. “Creo que es la única manera de dar visibilidad, aquí queda muchísimo por hacer”, ha afirmado. En su opinión, “si lo olvidamos, nosotros psicológicamente queremos olvidar, pero igual que olvidamos nosotros, olvida a toda la gente que estaba involucrada en esto”, mencionando los casos de Tous o La Palma como ejemplos de luchas que caen en el olvido.

¿Hemos aprendido la lección?

Mientras tanto, en el barranco del Pollo, la periodista Pilar Cisneros ha dialogado con Félix Francés, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la UPV. El experto ha revelado que hace 25 años ya evaluó el riesgo de la zona y propuso una obra de 150 millones de euros que “hubieran sido muy rentables”, pero que nunca se ejecutó, especula, por la crisis económica de 2010 y la posterior ley de protección de la huerta.

Herrera en COPE

Felix Francés, catedrático de ingeniería

Francés ha advertido que las obras actuales son de emergencia, para “dejar las cosas aproximadamente como estaban”, por lo que si se repitiera un episodio similar, “podría volver a pasar lo mismo” en cuanto a la inundación. Aunque han mejorado los sistemas de alerta, la solución definitiva, que pasa por actualizar aquel plan de 2006, tardará en llegar. “El año que viene seguro que no”, ha concluido.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.