Los dos pueblos de España que están registrando temperaturas bajo cero en verano: de 35 a -5 grados en cuestión de horas

En pleno julio, no todos los españoles pueden confirmar estar viviendo el cálido verano que nos había tocado sufrir los últimos años. Tormentas, lluvias y heladas están sustituyendo el aire acondicionado por la colcha en algunas zonas de nuestro país.

Hoy, Cristina López Schlichting recoge en ‘Fin de Semana’, el testimonio de Ana Belén Gutiérrez y Natalia Quiñones, residentes de Villaceid y Prado Beneiro, dos pueblos de la provincia de León, en los que, aunque esta semana el frío ha aflojado, han sufrido noches propias de los días más gélidos de enero.

 Records bajo cero  

Prado Beneiro es un paraje natural de la comarca de Babia y Villeceid es un pueblo de alta montaña perteneciente al municipio leonés de Soto y Amío. Ambos son reconocidos por las bajas temperaturas que llegan a alcanzar principalmente en invierno, debido a la alta altitud a la que se encuentran, pero lo sorprendente, no es solo el frío insoportable que llega cuando el sol se esconde, sino que durante el día también se están alcanzando cifras inusuales: “En el mes de junio tuvimos temperaturas muy altas que no son normales para esta época”, contaba Natalia, haciendo referencia a los 35 grados que han llegado a alcanzar en la zona.

Ambas localidades, alcanzan con frecuencia temperaturas bajas las noches de verano, pero hasta entonces, no era habitual ver los termómetros marcar por debajo de cero. Prado Beneiro registró una temperatura de -5 grados, a la par que Villaceid alcanzó los -2,3 grados en días puntuales de julio.

La situación puede llegar a ser preocupante para la salud de los vecinos: “Te dejan machacada, porque estás en una temperatura fría por la noche, duermes muy a gustito, tapadito, y luego por el día ese calor tan fuerte, pues... el cuerpo está un poquito cansado”, explicaba Ana Belén.

La situación es tan diferente al resto de España, que muchos no se lo creen: “La gente no nos lo cree, dicen que es imposible”, explicaban ambas.

 EL Impacto en la vida de los vecinos

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La mayoría de españoles, nada más el calor se hace notar, bajamos al trastero para subir la ropa de verano y bajar la de invierno. Esto a los habitantes de ambos pueblos de León, les suena a ‘chino’: “Yo no, yo eso de gente que dice que hace el cambio de armario, yo no lo hago, o sea, siempre tengo lo mismo porque siempre te hace falta la chaqueta”, contaba Gutiérrez.

Las heladas son menos frecuentes este año, pero de vez en cuando aparecen dejando una anécdota muy curiosa, Ana Belén, cuenta que los vecinos están bastante acostumbrados a que las patatas se les hielen, incluso, en las noches más frías la nevera pasa a ser un adorno, ya que el frio y el hielo “se bastan y se sobran” para conservar la comida.

 Un oasis para el turismo  

El singular clima de estos pueblos leoneses, con noches frescas incluso en pleno verano, se está consolidando como un atractivo para quienes buscan escapar del calor. Cada vez más visitantes tanto de nuestro país como de fuera, valoran poder dormir tapados en pleno julio y disfrutar del calor durante el día: “Por la noche taparse dicen que es una maravilla”, nos confirmaba Natalia.

El Centro de Turismo de Prado Beneiro, asegura que el clima fresco atrae a visitantes que buscan escapar del calor extremo de otras regiones.