Schlichting: "El PP necesita que sus votantes no se vayan a Vox y la izquierda una gran participación"

¡¡¡Muy buenos días España!!! Por fin es domingo 18 de febrero, hace tiempo templado y primaveral, y así seguirá, como nos decía Jorge Olcina.

¿Por qué digo que por fin es domingo 18? Porque es día de elecciones en Galicia. Hay que ver el flujo de información que monopolizan las elecciones y lo mucho que ahora alborotan, por la tensión y la división política que hay en España.

Jornada electoral en Galicia

En Galicia los comicios han estado centrados normalmente en las preocupaciones domésticas de los gallegos, que siempre han sido muy prácticos, pero de repente estas elecciones se han convertido en nacionales, como pasó con las andaluzas. ¿Por qué? Pues porque de tal modo ha encrespado el ambiente la amnistía a Carles Puigdemont que el asunto ha sobrevolado toda la campaña.

Hay dos bloques y están muy reñidos, o saca mayoría absoluta el PP, con 38 escaños, o gobierna el independentismo. Porque lo alucinante es que el Partido Socialista Gallego va a quedar en un vergonzoso tercer puesto y su única esperanza es apoyar al BNG para que pueda gobernar.

Quiénes son los candidatos

Los candidatos son básicamente Alfonso Rueda, que ha sucedido a Feijóo en el PP, y Ana Pontón, una nacionalista extrema que ha tenido el acierto de presentarse como moderada y progresista. Quizá por eso, para compensarla, los populares van con un programa muy social: vivienda pública, nuevas residencias de ancianos y centros de día de discapacitados, gratuidad de la primera matrícula universitaria y más empleo femenino.

Los del BNG, que se presentaron a las europeas con Bildu y Esquerra Republicana de Cataluña, ojito, y lo harán de nuevo en junio, van con todo el paquete que estos partidos lucen en el Congreso de España. Independentismo y derecho a decidir, poder judicial propio, policía gallega, inmersión lingüística al estilo catalán y creación de una comisión bilateral de transferencias con el Gobierno.

Como la cosa está tan pegada en las encuestas, los del PP necesitan que sus votantes se movilicen y no se vayan a Vox, que no es probable que consiga el cinco por ciento necesario para entrar en el parlamento local y, por el contrario, restaría votos útiles. Los de la izquierda necesitan participación a tope y que su centro social, los más templados, se queden en casa.

Porque se da la circunstancia de que la derecha ha pedido directamente a los votantes socialistas urbanitas, informados y de cincuenta años, su sector más moderado, que apoye al PP para que Galicia no coja el tran tran de Cataluña y el País Vasco.

Elecciones emocionantes, pues, que no se van a ver obstaculizadas por la lluvia.

Nosotros vamos a trabajar todo este domingo para servirte los datos. En COPE, Ángel Expósito llevará el ‘Especial Elecciones’. En TRECE, nuestra televisión, empieza a las diez el especial con Antonio Jiménez y ahí estaré yo puntual, para ver qué ocurre y contártelo.

El papel de las madres

Y es, otra vez, el día de las madres. Las madres, siempre las madres. Todavía tenemos el corazón encogido por el testimonio de la madre de Miguel Ángel González Gómez, uno de los guardias civiles asesinados en Barbate, que hablaba con Carlos Herrera en COPE, cuando hemos tenido que ver a la madre del opositor muerto en Rusia, Liudmila Navalnaya se llama esta pobre, peregrinar con anorak hasta el penal helado del Ártico donde tenían a su hijo para preguntar por su cadáver.

Que no se lo han dado. El régimen dice que a Alexei Navalni le ha dado un ictus, y ella responde que cómo no le va a dar un ictus con 47 años, si lo envenenaron en 2020 y después lo han metido en un campo de concentración helado. Qué horror, qué espanto perseguir el cuerpo de tu hijo y que estos sinvergüenzas te lo regateen.

Hay cientos de detenidos en Moscú, San Petersburgo y toda Rusia entre quienes se han atrevido a poner flores en memoria de Nalvalni. La Fiscalía rusa ha emitido un comunicado prohibiendo las manifestaciones y amenazando a los que hacen llamamientos en internet.

Y lo peor, lo peor, es que la muerte de Navalni es un impulso para la candidatura de Vladimir Putin en las elecciones de marzo, porque se lee como un golpe de fuerza contra los que se atrevan a cuestionar el mito de la Gran Rusia.

Se suma al triunfo de las tropas rusas en la ciudad de Avdivka, cerca de Donetsk, donde las tropas de Zelenski se estaban quedando sin munición. Avdivka, con una población de 32.000 personas antes de la guerra, ha sido un símbolo de la resistencia ucraniana desde la invasión rusa. Para Putin es su primera victoria antes del segundo aniversario de la guerra y, de nuevo, un impulso hacia las urnas. En Finlandia están aterrorizados, en Letonia, Estonia y Lituania también. No me extraña. Cualquier día se salta otras fronteras.