La Rioja celebra San Isidro Labrador: La fiesta que honra al campo

La festividad de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, se vive con especial intensidad en los pueblos de La Rioja, donde cada 15 de mayo se mezclan la tradición religiosa, la cultura rural y el agradecimiento por el trabajo en el campo. Desde localidades pequeñas hasta municipios más poblados, los vecinos se reúnen en torno a sus iglesias para rendir homenaje a quien simboliza el esfuerzo diario del mundo agrícola.

Misas solemnes, bendiciones de campos, procesiones y actos populares conforman una jornada que sigue muy presente en la vida de los pueblos riojanos. Alesón, Cenicero, Briones, Agoncillo o Arenzana de Abajo son solo algunos de los lugares donde los agricultores acuden con devoción para pedir por una buena cosecha y dar gracias por los frutos ya recogidos. En muchos casos, los actos religiosos se complementan con procesiones por las calles, en las que se porta la imagen de San Isidro, acompañado de cánticos, trajes tradicionales y, en ocasiones, animales o tractores engalanados.

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En Logroño, la misa y procesión se celebran en la Iglesia de Santiago el Real, con la participación de fieles y representantes del ámbito agrícola. También Villamediana de Iregua organiza una emotiva eucaristía en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, seguida de procesión. En Varea, la celebración tiene lugar en la plaza de la Iglesia, reuniendo a vecinos en un ambiente de cercanía y tradición.

Otros municipios como San Asensio, Navarrete o Fuenmayor también se suman a la festividad, con actos que combinan espiritualidad, historia local y orgullo por el trabajo en el campo. En Santo Domingo de la Calzada, las fiestas en honor al santo patrón de la ciudad culminan con la celebración de San Isidro. Allí, la misa solemne se celebra a la una del mediodía, seguida de una procesión que pone el broche final a unos días marcados por la devoción y la convivencia.

San Isidro sigue siendo, en La Rioja, una fecha clave para reconocer el valor del mundo rural, la importancia del campo y el esfuerzo de quienes lo trabajan. Una jornada en la que la tierra, la fe y la comunidad se entrelazan con profundo respeto y orgullo.

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